MURCIA.- Ecologistas en Acción se ha dirigido a la Concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia para el desarrollo de medidas que minimicen el efecto de isla de calor en la ciudad, plantea también la necesidad de repensar y reformar el Plan General de Ordenación Municipal (PGMO).
La Agencia Española de Meteorología (AEMET) ha señalado este verano de como uno de los más muy caluroso en toda nuestra geografía, lo que produce que el efecto isla de calor aumente significativamente. Esta situación implica no solo la disminución del bienestar y confort en el día a día, sino también:
Deterioro de la salud de la ciudadanía, especialmente en niños, ancianos y enfermos en lo relativo a problemas respiratorios y circulatorios, cansancio, deshidrataciones, mareos, etc.
Aumento de la mortalidad.
Mayor consumo energético causado por el funcionamiento de los equipos de climatización para minimizar el incremento de temperaturas
Aumento del gasto económico por la mayor demanda de electricidad y por los efectos del calentamiento climático asociado.
No toda la ciudadanía dispone de viviendas con un buen nivel de aislamiento térmico, ni con zonas ajardinadas privadas, ni con piscinas exclusivas o simplemente no pueden afrontar el coste de equipos de climatización individual. Por ello, Ecologistas en Acción propone:
Red de refugios climáticos en jardines, patios y espacios libres de edificación de propiedad municipal.
Los infrautilizados patios y salones de actos de colegios públicos son un buen ejemplo. En estos lugares se acogería temporalmente a ciudadanos y familias sin capacidad de refrigeración en sus hogares para evitar los peores efectos sobre su salud.
Con una serie de sencillas actuaciones se fomentaría la mayor biodiversidad y confort en esos espacios mediante un especial cuidado de plantas y árboles, aves e insectos, zonas de sombra, ampliando sus horarios de apertura. Y constituirían una gran herramienta por su potencial divulgativo entre los más pequeños.
Mejorar la conservación del arbolado urbano.
Riego sistemático; control de podas innecesarias y/o extemporáneas; evitar las talas abusivas; mejorar la formación del personal que efectúa las labores de jardinería; crear programas para la divulgación de los valiosos efectos que los árboles maduros ofrecen frente al control de la contaminación o la reducción de la insolación o reducción de las temperaturas máximas gracias a la evapotranspiración de las hojas, etc.
Renaturalización del espacio público.
Los espacios vacíos o sin mantenimiento como solares, descampados deben ser intervenidos para mejorar sus funciones ecosistémicas. Fomentar los suelos vivos, es decir permeables. Además, los espacios públicos ya existentes, como plazas y calles, deben ser transformados en lugares que combinen su funcionalidad como áreas de tránsito y estancia con el fomento de la biodiversidad urbana, abandonando el modelo de plazas duras (Plaza Belluga, Plaza Europa) y priorizando la presencia de áreas naturalizadas.
Los parques deben mejorar su potencial como herramienta frente al efecto isla de calor, reduciendo las praderas descubiertas de césped, que además tienen una alta demanda hídrica, para permitir praderas naturales, retrasando su siega e incorporando una alta densidad de vegetación y una estructura compleja que combine herbáceas, arbustivas y arbolado.
Revisar el protocolo de cierre de parques en Murcia.
Las temperaturas en el interior de las zonas verdes pueden ser inferiores entre 2°C y 6°C respecto a las del entorno urbano circundante. El gobierno municipal debe modificar cuanto antes el protocolo en que se basan para activar dichos cierres. O bien flexibilizándose o adecuándose a las características específicas de cada parque.
Mejora de los parkings disuasorios, como el caso del aparcamiento en la zona de la Flota que se han hecho sin sombra y totalmente asfaltado. Es necesario el entoldado de estos parkings que eviten el calentamiento de los vehículos aparcados y disuada a los usuarios de su utilización.
Despavimentación de diversos tramos en el casco urbano y pedanías que haga los suelos más porosos para la retención del agua de lluvia. el asfaltado y la proliferación de pavimentos duros de hormigón, cemento y otros materiales similares impiden el correcto drenaje de las aguas de lluvia y la recarga de los acuíferos, sellando el suelo.
De la misma manera, el uso masivo de estos materiales contribuye al incremento de la temperatura en la ciudad, afectando sensiblemente a la calidad de vida de las personas y el desarrollo de la biodiversidad urbana.
Debemos exigir como sociedad, a los poderes públicos, medidas previas preventivas y precautorias, especialmente las dirigidas a la población más sensible y vulnerable. Con ello conseguiríamos, en nuestra ciudad, una sociedad más inclusiva y resiliente frente al calentamiento global.
Las medidas inmediatas que hemos señalado pasan por proteger a los colectivos más vulnerables (ancianos, niños y enfermos crónicos), mientras que a largo plazo se debe apostar por rediseñar la ciudad para reducir el efecto isla de calor, disminuir el tráfico de vehículos privados y promover el transporte público, aumentar las superficies verdes, así como el número de piscinas públicas, abrir parques y jardines durante el mayor tiempo posible o aumentar el personal público de mantenimiento de dichas instalaciones.
Ecologistas en Acción reclama al Ayuntamiento de Murcia una estrategia integral y proactiva de reverdecimiento de la ciudad y cuidado de la vegetación ya existente, una política de plantación con especies apropiadas, el fomento de herbáceas y arbustos, un aumento de los espacios públicos que sirven como refugio climático de una manera equitativa, un freno a la privatización de los espacios públicos, una reducción del tráfico en la ciudad, una promoción del transporte público.
En definitiva, una apuesta por el cuidado colectivo de nuestra ciudadanía, en especial de nuestros mayores, niños/as y personas vulnerables.
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