MURCIA.- El Ayuntamiento de Murcia, a través del Servicio de Parques y Jardines,
ha comenzado la campaña de poda de más de 23.000 moreras del municipio,
en donde la principal novedad es que el 40 por ciento de los ejemplares
ya cuentan con una poda más parcial, según informaron fuentes del
Consistorio en un comunicado.
Las nuevas moreras sobre las
que este año se va a actuar de modo parcial son 1.200 del centro de la
ciudad, de tal manera que se asegura zona de sombra durante casi todo el
año en calles y jardines, respetando el crecimiento natural de los
árboles con un seguimiento periódico todos los meses.
Los
trabajos, que comenzaron a finales del mes de octubre, se están
desarrollando durante dos meses y, como novedad, el Ayuntamiento ha
resaltado que "en esta campaña se va a actuar en moreras de alineación
en Murcia Centro, empezando por dejar sin terciar cerca de un 25% de
moreras de viario, lo que supone unos 1.200 ejemplares".
De
esta manera se incrementa el número de moreras donde no se realiza la
poda completa del árbol, dentro del plan de actuación de la Concejalía
de Desarrollo Urbano y Ciudad Inteligente que lidera José Guillén, y que
se está llevando a cabo de forma paulatina desde 2020 en jardines,
plazas y boulevares de todo el municipio.
El concejal de
Desarrollo Urbano y Ciudad Inteligente, José Guillén, ha destacado que
"el objetivo es la ampliación progresiva en todo el municipio de una
poda más liviana, consistente en eliminar ramas secas o enfermas, o las
que estén más bajas y puedan producir algún daño a los viandantes".
"Con esta actuación se respeta su forma natural en todo momento,
para no tener problemas estructurales ni acortar la vida de los
ejemplares", tal y como ha señalado Guillén. Otro beneficio para los
ciudadanos es que se adelanta así la fecha de copa de sombra a finales
de marzo, "consiguiendo sombraje en calles, plazas y jardines
prácticamente durante casi todo el año", según el edil del ramo.
La poda del árbol completa se reduce en esta campaña a arbolado
cercano a fachadas, a calles estrechas y a ejemplares que tienen moreras
con fruto, "para evitar que en su caída al pavimento los viandantes
puedan sufrir algún tipo de resbalón", tal y como ha destacado Guillén.
Los 1.200 árboles, de los 5.500 ejemplares que existen en
alineaciones en la ciudad de Murcia, sobre los que este año se va a
podar de forma más leve están ubicados en grandes avenidas como la del
Río Segura de Murcia, Paseo Duques de Lugo en el barrio de El Ranero,
calle Abderramán II de San Antón, y en Ronda Sur, además del entorno de
parques como el Jardín de Fofó y Jardín de la Seda, entre otros.
En esta campaña de la Concejalía de Desarrollo Urbano y Ciudad
Inteligente trabajan un total de 60 personas, organizados en 8 equipos.
El Servicio de Parques y Jardines, dentro de su plan de gestión de
arbolado urbano, tiene un protocolo de actuaciones para cada tipo de
árbol y según su ubicación dentro del entramado de la ciudad siguiendo
las directrices de la Ordenanza Municipal de Zonas Verdes y Arbolado
Viario, así como del Plan Director y de Gestión del Arbolado de Murcia
realizado en 2020 y el Europeo de Poda.
De esta forma, "se
pretende mejorar el paisaje urbano y la naturalización de la ciudad con
la puesta en práctica de medidas que aseguren el fomento y la mejora del
arbolado urbano", tal y como ha destacado el concejal de Desarrollo
Urbano y Ciudad Inteligente, José Guillén.
A la campaña de
poda hay que sumar el mantenimiento que desde el Servicio de Parques y
Jardines se realiza durante todo el año en aquellos ejemplares de poda
parcial, para ir controlando su óptimo crecimiento.
Igualmente
el Consistorio sigue apostando por el ciclo biológico de la vida, lo
que permite que muchas de las ramas que se podan sean trituradas y sus
restos se esparzan a modo de abono 'verde', y gratuito, por las zonas
verdes del municipio que lo necesiten.
El Consistorio ha
recordado que "desde 2020 ya se empezaron a dejar sin terciar 8.000
moreras de jardines, plazas y paseos, lo que supone un 35 por ciento de
las moreras, ampliando de forma progresiva las zonas con una poda más
liviana, y obteniendo así una sombra más duradera y de mejor calidad en
nuestros jardines".
Guillén ha recordado que esta labor se va a
realizar de forma paulatina y con el estudio pertinente por parte de
los profesionales, ya que las moreras a las que se dejan sin terciar,
tras una media de entre 15 y 25 años sometiéndolas a esa poda completa,
necesitan entre 2 y 3 años para recuperarse y adaptarse a su nueva
realidad.
Por lo que lleva aparejado un seguimiento continuo durante ese tiempo, descarga de árbol para evitar el sobrepeso al que no está acostumbrado, y evitar así el colapso de ramas principales o incluso rajado del tronco principal.
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