Según ha trasladado, "a pesar del paso de los años y de los seísmos que ha vivido nuestro municipio, el edificio sigue manteniendo su estructura y su entorno, la esencia de los siglos pasados.
Es por ello
que, desde la Concejalía de Urbanismo, y a iniciativa del propio
propietario, se ha considerado oportuno revisar y ampliar los usos
permitidos en las edificaciones que integran el conjunto de dicha
localización y en el ámbito delimitado de modo que pueda ser un
referente cultural, turístico y de restauración, ampliando con ello la
oferta en nuestro municipio, lo que a su vez ayudaría a su adecuada
conservación".
Actualmente, el diferente tratamiento
urbanístico del entorno está incluido en dos ámbitos urbanísticos
distintos, en concreto los denominados SUZNS 5-R y SUZE HUERTA; y, en
cuanto a su limitación de usos, sólo está permitido el uso residencial,
lo que limita considerablemente las posibilidades turísticas y de puesta
en valor del recinto.
Es por ello, que "a través de este Plan
Especial se proponen una serie de soluciones y que de modo sintético
atienden a la Casa San Julián como un conjunto que incluye las
edificaciones y el jardín. En la ordenación propuesta se tendrán en
cuenta las necesidades derivadas de los nuevos usos planteados que serán
plenamente compatibles con la conservación de las edificaciones y el
jardín, propiamente, permitiendo al mismo tiempo su puesta en valor", ha
explicado la concejal.
"Nos encontramos ante un ejemplo casi
único en Lorca de hacienda propia del siglo XIX; por lo que es todo un
referente a nivel cultural; ya que, a pesar del paso de los años, y las
diversas dificultades como contiendas, terremotos y cambios de
propietarios sigue manteniendo su estructura y la esencia de los siglos
pasados", ha reseñado Hernández.
"Destaca su buen estado de
conservación, así como el deber de preservar y apostar por su puesta en
valor; y la mejor manera de conseguirlo es que se encuentre habitada y
cuidada por sus propietarios o residentes o bien sea habilitada para
otros usos que permitan el mantenimiento de la propiedad, respetando
siempre su entorno y características", ha concluido.
El conjunto se sitúa en el límite de la diputación de Tercia y La
Hoya; al noreste de la ciudad y delimitada por la Sierra de Tierra y el
antiguo camino real de Murcia (actual carretera nacional). Situada al
paso de Totana a Lorca, en torno al kilómetro 595.
Según el
catastro, actualmente cuenta con una superficie de la parcela de 147.788
m2 y la vivienda construida tiene una superficie de 2.443m2. Está
catalogada con un uso agrario y residencial. La propiedad en la
actualidad se encuentra incluida en el Plan General Municipal de
Ordenación de Lorca, dentro del Catálogo de bienes protegidos.
Tiene una protección estructural, por lo que se permite mejorar la
habitabilidad en el interior de la vivienda, sin modificar su estructura
y características de ésta. También el jardín debe mantener su diseño y
reponer las plantas dañadas.
El acceso a la propiedad se
realiza a través de una gran pinada, que guarnece el camino de entrada a
la casa principal, precedido de una reja que deja entrever una
escalinata de acceso.
La vivienda principal cuenta con tres
plantas. Tanto las ventanas, balcones y porches están protegidos por
rejería de manufactura sencilla. Tiene una zona de buhardillas y el
conjunto queda coronado por una torreta, donde se encuentra una campana
donde se puede leer el año 1678, por lo que haría la función de
campanario. Toda la terraza resultante queda protegida por rejería a su
alrededor.
Dentro de la estructura rectangular de la vivienda
principal se encuentra la ermita de San Julián, que, en la actualidad,
está dotada de todos los ornamentos necesarios: ajuar litúrgico, bancos,
crucifijo y algunos cuadros; y en ella destaca el rosetón circular que
ilumina una escultura del crucificado.
La bodega está situada
en el interior del patio de la vivienda y se presenta como un espacio
dividido en dos naves mediante arcos de medio punto y cubiertas con
bóvedas de cañón.
También se incluyen en el conjunto la Casa de
labradores y el patio, cuyo empedrado del suelo aún conserva algunas
partes originales de la época.
Igualmente, destacan la
Almazara, que se sitúa en el lado norte, y la 'Gruta de la Virgen de Lourdes',
de donde emana el estanque, con senderos que invitan al paseo y que se
prolonga por el jardín.
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