LORCA.- El pasado día 28 de julio fue aprobado en el Pleno de
Lorca una moción a propuesta de Vox sobre la lucha contra la
despoblación y el desarrollo económico de las pedanías costeras de
Morata, Ramonete y Garrobillo, gracias a los votos del PP.
Con
afirmaciones como "por acciones políticas más preocupadas por los
matorrales y las lagartijas que por las personas" o “la creación de un
parque natural en la costa lorquina no ha reportado ningún beneficio a
los vecinos” y que “este Parque Natural, muerto y despoblado, solo
favorece la entrada de pateras con inmigrantes ilegales y el tráfico de
drogas”, proponen como solución reducir los límites del Parque y, bajo
el eufemismo de "desarrollo de turismo sostenible", lo que en realidad
se pretende es fomentar las urbanizaciones en la costa.
AMACOPE
sostiene junto con ANSE, Ecologistas en Acción y Naturactúa que las
afirmaciones vertidas en dicha moción son falsas, ofensivas y contrarias
a los datos, a la legalidad y al interés general de Lorca y su litoral.
Evidencia demográfica: el Parque no ha despoblado la costa
La
afirmación de que el Parque ha provocado despoblación es fácilmente
desmontable con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística
(INE). En las seis principales pedanías lorquinas situadas en el entorno
del Parque, la población se ha mantenido o ha crecido en los últimos 23
años:
- Puntas de Calnegre: de 332 habitantes (2000) a 357 (2023)
- Ramonete: de 896 a 1.218
- Morata: de 502 a 556
- Librilleras: de 351 a 662
- Puerto Muriel: de 129 a 145
- Garrobillo: se mantiene en 77
Estos
datos, contrastados y públicos, contradicen rotundamente el relato de
abandono y despoblación. Atribuir al Parque un efecto negativo en la
demografía sin realizar análisis longitudinales ni controlar otros
factores sociales o económicos es una manipulación deliberada.
Una riqueza ambiental y social que debemos cuidar
El
Parque Regional de Cabo Cope– Puntas de Calnegre constituye uno de los
ecosistemas costeros mejor conservados del Mediterráneo. Alberga una
diversidad biológica de altísimo valor, reconocida por estudios de
biodiversidad realizados por el Instituto Español de Oceanografía, la
Universidad de Murcia y organismos europeos.
De hecho, la Consejería de
Medio Ambiente de la región de Murcia ha propuesto ampliar la reserva
marina de interés pesquero de Cabo Cope a las calas de Calnegre,
reconociendo su valor y potencial.
El Parque actúa
como barrera frente a la erosión, protege acuíferos y reduce el impacto
de fenómenos extremos asociados al cambio climático.
Todo esto lo
convierte en un espacio de alto interés ecológico y estratégico, tanto a
nivel regional como nacional, motivo por el que la Sociedad Española de
Ornitología (SEO/BirdLife) lo ha declarado Área Importante de
Conservación para las Aves (IBA), que es el paso previo para ser
considerada Zona de Especial Protección para las AVES (ZEPA).
Además,
ofrece oportunidades claras para el desarrollo sostenible de la zona a
través de la educación ambiental, el ecoturismo y la pesca artesanal
como sucede actualmente en los parques costeros regionales de Salinas de
San Pedro y Calblanque, iconos de sus municipios e imagen regional para
el fomento del turismo sostenible y de calidad.
El
Parque no es un obstáculo para la vida y la actividad en las pedanías
costeras. Al contrario: es una garantía de futuro frente a modelos
insostenibles de ocupación del suelo que han causado serios impactos en
otros puntos del litoral.
Una figura legal avalada por los tribunales
El
Parque Regional fue creado por la Ley 4/1992 de la Región de Murcia, y
su delimitación ha sido ratificada por sucesivas sentencias del Tribunal
Constitucional y del Tribunal Supremo.
Revisar
los límites del Parque, como han votado Vox y PP en el pleno del
Ayuntamiento supone ignorar sentencias firmes que han dejado claro que
cualquier intento de reducir su superficie o desprotegerlo por interés
urbanístico o económico es ilegal. Afirmar que se pueden revisar sus
límites supone ir de forma temeraria contra el ordenamiento jurídico
español.
Vincular conservación con delincuencia es irresponsable
Asociar
la existencia de un Parque Regional con actividades delictivas como el
narcotráfico o la inmigración irregular es completamente falso y
constituye una grave irresponsabilidad política y social.
Este tipo de
mensajes alimentan el miedo, la confusión y el rechazo hacia colectivos
vulnerables, mientras se ataca injustamente a un espacio protegido que
ha sido y sigue siendo motor de conservación, conocimiento y desarrollo
local.
No existe ningún estudio, informe policial o técnico que vincule
la figura del Parque con ese tipo de problemas.
Es mezquino vincular la Ley de Costas con la existencia del Parque Regional
Lamentamos
profundamente que se utilice el nombre del Parque para introducir
asuntos que nada tienen que ver con su existencia, como la aplicación de
la Ley de Costas en determinadas viviendas de Puntas de Calnegre.
Esta
cuestión merece su propio debate, pero no debe confundirse
deliberadamente con la protección de un espacio natural amparado por la
ley.
Lo que SÍ necesita nuestro litoral y el Parque Regional
AMACOPE, Ecologistas en Acción, ANSE y Naturactúa exigimos a las administraciones responsables:
1.
Aprobar de forma urgente el Plan de Ordenación de los Recursos
Naturales (PORN) del Parque, pendiente de aprobación desde 1992.
2. La dotación de recursos y personal para la vigilancia y gestión efectiva del Parque.
3.
Plan de dinamización socioeconómica para las pedanías costeras: apoyo
a la pesca artesanal, la agricultura sostenible, las microempresas
turísticas y la educación ambiental.
4. Cumplimiento estricto de la normativa ambiental y de las sentencias del TS y TC.
5.
Cooperación real entre los municipios de Lorca y Águilas para la
gestión de las playas, los residuos y la vigilancia ambiental.
6.
Reforzar servicios públicos (transporte, sanidad, educación,
conectividad) allí donde la despoblación sí preocupa, con medidas
evaluables y con un calendario de aplicación.
El
Parque Regional Cabo Cope–Calnegre no está muerto: está vivo, es legal,
está protegido y cumple una función esencial para nuestro presente y
nuestro futuro.
Cabo Cope–Calnegre es una oportunidad, no una amenaza. Y su defensa, un deber colectivo.
Negarlo no solo es mentir: es hipotecar el legado que dejamos a las generaciones futuras.
Desde AMACOPE, Ecologistas en Acción, ANSE y Naturactúa, apelamos a la responsabilidad.