MURCIA.- La crisis ha puesto al descubierto las debilidades de uno de los ejes geográficos con mayor desarrollo en España desde la incorporación a la Unión Europea, señala 'La Opinión'.
Si España ha superado a Italia en Producto Interior Bruto por habitante ha sido gracias en parte a la fuerte pujanza de una de las áreas geográficas más dinámicas de Europa en la última década. El Arco Mediterráneo español (AME) concentraba en 2008 –cuando estalló la crisis financiera e inmobiliaria– la mitad de la población y de la actividad española y generó un PIB de 473.000 millones de euros, superior al de 22 de los 27 países de la Unión Europea.
El desarrollo del Arco Mediterráneo ha permitido a la Región vivir una de las etapas más florecientes de su historia, rota ahora por la crisis y la falta de infraestructuras. Cuando el AVE llegue a Valencia, el próximo día 18, Murcia será la única comunidad del Arco Mediterráneo sin conexión de Alta Velocidad. Para que llegue el AVE, la doble vía y la electrificación tendrá que esperar a 2014 como poco.
Durante los años de la fase expansiva llegó a contar con diez millones de ocupados, el doble de 1986, cuando España se incorporó a la UE. Las autonomías que conforman el AME (Murcia, Cataluña, Comunitat Valenciana, Baleares y Andalucía) demostraron en el ciclo de bonanza una fuerte capacidad de atracción de inversiones y la formación bruta de capital superó los 150.000 millones de euros, más del 30% de su producción.
Con esas cifras, todas las autonomías del AME podían presumir antes de la crisis de contar con una riqueza por habitante superior a la del sur de Italia y, a excepción de Andalucía, incluso de la isla francesa de Córcega y la región gala de Languedon-Rosellón, según refleja el estudio ‘El desarrollo del arco mediterráneo. Trayectoria y perspectivas’, realizado por un equipo de investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, que acaba de recibir el VIII Premio Sociedad Catalana de Economía 2010.
Francisco Pérez, director del IVIE y del equipo de siete investigadores que ha elaborado el informe señala que el Arco Mediterráneo «ha sido un eje de desarrollo en varios sentidos. Ha tenido un peso enorme desde cualquier punto de vista de la economía española.
A diferencia de lo que ha ocurrido con el otro extremo del arco europeo en el sur de Italia, En España sí ha actuado como eje de difusión del desarrollo». Pérez apunta además que la expansión se ha extendido a regiones más al sur, Murcia y Andalucía, que se han desarrollado en un proceso de convergencia económica.
Pero la crisis ha ensombrecido las fortalezas y ha desnudado las debilidades. Y como afirmó el Nobel de Economía, Paul Krugman, las ventajas competitivas de los territorios en el pasado no les garantizan ventajas en el futuro.
El director del IVIE destaca una segunda característica que define a la práctica totalidad de los territorios del Arco: Parte de su dinamismo tiene mucho que ver con la especialización turística, que ha hecho que fuera muy importante el sector de la construcción y también la atracción de mano de obra con las repercusiones que eso tiene en las pirámides demográficas. «Sabemos que eso en el último período ha significado una intensidad en el crecimiento que ha generado un exceso de capacidad. Y eso hay que digerirlo en el tiempo. Hay que buscar alternativas».
El estudio explica que el efecto del pinchazo inmobiliario y de la construcción en general ha tenido sobre el mercado de trabajo. «El desplome de esta actividad ha representado caídas del empleo en la construcción de más de cuatro puntos porcentuales en el conjunto de los territorios del AME, con aportaciones negativas a la tasa de paro agregada de varios puntos. En seis provincias, las caídas de empleo en el sector superan el 20%, siendo particularmente intensas en Almería y Murcia».
Esta es una de las debilidades del AME y tiene que mucho que ver con la baja productividad generalizada en las regiones que lo componen. «Los niveles de renta y productividad del trabajo en las regiones del AME se sitúan 15 puntos por debajo de la media de la UE-15. Sólo Cataluña se aproxima a los niveles de renta por habitante de los países más ricos de la UE, aunque también se encuentra por debajo en productividad».
Infraestructuras desiguales
Otro de los factores que juega en contra del AME es la insuficiencia de infraestructuras. Pese a ser un importante polo logístico capaz de canalizar el 55% del tráfico de buques y el 53% de los pasajeros que viajan a España en avión, cuenta con dotaciones por habitante de infraestructuras públicas menores a la media española, sobre todo cuando se ponen en relación al volumen de actividad.
«Las infraestructuras son desiguales dentro del territorio y las más alejadas de la media nacional son las de las regiones centrales del AME, Murcia y Comunidad Valenciana. Esas carencias afectan especialmente al nivel de las conexiones a lo largo del Arco, limitando el nivel de las prestaciones del conjunto de sus infraestructuras logísticas», afirma el informe del IVIE que destaca especialmente el caso de las infraestructuras ferroviarias.
«Mientras los extremos del Arco ya se encuentran conectados con Madrid mediante trenes de Alta Velocidad, en cambio, Murcia y la Comunidad Valenciana no lo están y buena parte de los trazados ferroviarios a lo largo del AME son todavía de vía única». Es cierto que el AVE a Valencia entra en marcha en diciembre, pero todavía no hay programación para el Corredor Ferroviario Mediterráneo. «El capital público en infraestructuras del AME representa sólo el 80% del porcentaje que le correspondería por su importancia demográfica, su volumen de actividad y su especialización».
Francisco Pérez recuerda que el AME fue pionero en carreteras, con la puesta en marcha de la autopista de peaje. «Después de ha ido completando hacia el sur con la red de autovías. Hay buenas conexiones por carretera hasta Algeciras,; en cambio el ferrocarril es muy limitado». No en balde, los empresarios no pierden ocasión de señalar ese déficit, que aumenta la dependencia del transporte por carretera con lo que ello conlleva de costes medioambientales y de sostenibilidad. «Ese es un punto débil», insiste Pérez.
Otra de las debilidades que refleja el informe es la composición empresarial. El hecho de que la actividad esté desarrollada por pequeñas empresas y microempresas, a juicio de los investigadores, reduce la productividad y frena su presencia en los mercados internacionales. «Las exportaciones e importaciones están muy orientadas hacia productos de bajo contenido tecnológico, en los que la competencia es muy intensa. El rápido crecimiento de las importaciones ha cambiado el signo del saldo comercial del AME, tradicionalmente positivo».
De esta forma, el AME, una área tradicionalmente exportadora y abierta al exterior se ha visto muy afectada por los profundos cambios en el comercio internacional (mayor integración europea y nuevos competidores asiáticos) que han afectado a su competitividad. «Los déficits comerciales afectan en la actualidad a la totalidad de los territorios del AME», señala el estudio. Y hay todavía un último factor sobre el que agentes económicos e instituciones deben estar vigilantes: La sostenibilidad de los factores productivos y su vínculo con el medio ambiente.
Los investigadores son rotundos: «El AME presenta debilidades para la continuidad de sus actividades». La lista es larga: «Se asocian a su elevado grado de aridez y riesgo de desertificación, la sobreexplotación de los acuíferos en Murcia, Alicante y Granada y la amenaza de la falta de agua para su potencialidad agrícola y para el regadío. También siguen creciendo las emisiones de efectos invernadero y la generación de residuos por habitante».
El medio ambiente también determina las opciones de futuro.