MADRID.- Alejandro Abascal fue, entre el 28 de marzo de 2016 y el 28 de diciembre de ese mismo año juez de refuerzo de Eloy Velasco
cuando este ocupaba el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia
Nacional. Durante ese tiempo instruyó parte de la Púnica e inició la de
la Operación Lezo.
Su trabajo fue tan valorado, y dejó tan buena huella, que el actual titular de ese Juzgado, Manuel García-Castellón, habló con Santiago Pedraz, juez decano de la Audiencia Nacional, con el presidente de ese órgano, José Ramón Navarro,
y con varios vocales de la Comisión Permanente del Consejo General del
Poder Judicial (CGPJ) para hacerles saber que lo consideraba el
candidato más apropiado para cumplir el refuerzo solicitado.
Y
por una razón principal, de peso evidente: Abascal conoce el Juzgado
Central 6 y todos sus resortes materiales y personales. No hubiera
necesitado tiempo de adaptación alguno.
Ayer, sin embargo, la Sala de Gobierno de la AN lo dejó fuera a Abascal (en la imagen) en el curso de la reunión que celebró, según revela
www.confilegal.com
De entre 16 candidatos, seleccionó sólo a 2, cuando lo tradicional es la terna. Los elegidos fueron
Diego de Egea Torrón, titular del Instrucción 43 de Madrid, y Miguel Ángel Torres Segura, magistrado del Penal nº6 de Granada.
Abascal era el favorito de la presidenta de la Sala de lo Penal, Concepción Espejel, que apostó, defendió y votó por su candidatura. Lo mismo que Navarro.
Paradójicamente,
la decisión principal de cuatro magistrados de la Sala de lo
Contencioso-Administrativo de la AN -su presidente, Eduardo Menéndez, Felisa Atienza, Ana Valero y Fernando Mateo–
dieron al traste con su fácil inclusión en la mencionada terna, sobre
la que después tenía que elegir la Comisión Permanente del CGPJ.
También votó en contra Abascal el presidente de la Sala de lo Social de la AN, Ricardo Bodas. 5 a 2 a favor de dejar a Abascal fuera
¿Qué
ha hecho Abascal mal para ser discriminado de esa manera, si, sobre el
papel, era un claro candidato al puesto de juez de refuerzo?
Oposición frontal de las 4 asociaciones
Desde el punto de vista de Lesmes, la culpa de la imagen de politización de la justicia la tienen las asociaciones judiciales.
“¿Qué
problema se deriva de ellas? Pues que representan opciones políticas.
¡Ah!, ¿es que es de esta asociación? Pues es que este es del PSOE. ¡Ah!
¿Es que este es de esta asociación? Pues es del PP. Esto es una
realidad. Sabemos que es así. Yo se lo he dicho a los de las
asociaciones y no me hacen caso. Que sería muy bueno que se hiciera una
única asociación profesional y que ganaría mucho la percepción de
independencia de nuestro país si solo hubiera una asociación”, dijo a
los señores diputados.
El conocimiento de Lesmes de los cuatro magistrados de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional es muy directo.
El
presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la AN,
Eduardo Menéndez, fue propuesto, impulsado y votado por Lesmes para ese
puesto.
Y los tres restantes, Atienza, Valero y Mateo, sirvieron
bajo su dirección cuando Lesmes ocupó, precisamente, el mismo puesto que
ahora ocupa Menéndez.
Guardan, por lo tanto, muy buena relación con el presidente del CGPJ.
Todos
son conscientes de que próximamente van a producirse vacantes en la
Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
Menéndez y Atienza ya lo intentaron anteriormente.
Esto
podría explicar, en parte, la “inexplicable” decisión de los cuatro
magistrados administrativistas, suprimiendo a Abascal de una terna para
un puesto de lo penal que, en principio, ni les iba ni les podía venir.
Conexión asociativa
Este
magistrado trabajó durante el primer año y medio de mandato de Lesmes
en el CGPJ, como jefe de la Sección del Servicio de Personal del
Consejo.
Un puesto que abandonó en septiembre de 2015 para volver a
la jurisdicción, como juez de Adscripción Territorial de Madrid, al
frente del Juzgado de lo Penal 29 de la capital de España.
El regreso fue doble.
A
la jurisdicción y a las actividades asociativas, pues tras 5 años en el
órgano de gobierno de los jueces, pidió su reactivación en la APM.
La exclusión de Abascal de la terna se contempla, como una relación directa con esto.
A
través de un comunicado conjunto, las cuatro asociaciones aseguraron
que presentaban esa demanda “para obligar al Consejo General del Poder
Judicial, único competente al efecto, a fijar de una vez por todas unos
módulos adecuados a la complejidad y necesidades de la sociedad a la que
servimos, compatible con el derecho al descanso y a la conciliación de
la vida personal y familiar”.
Nunca antes en la historia el asociacionismo judicial ha estado tan vivo como en la actualidad.
Y volviendo al caso del juez de refuerzo de García-Castellón. ¿Quién será el elegido? Las apuestas son para De Egea Torrón.
Este
magistrado, que procede del cuerpo jurídico-militar y es de la misma
promoción que el presidente Navarro, hace una semana ya anunciaba a los
funcionarios de su Juzgado que “le habían tocado” y que se iba a marchar
como juez de refuerzo al Juzgado Central nº 6 de Instrucción de la
Audiencia Nacional, según ha podido saber Confilegal.
Como se decía antiguamente, un asunto “atado y bien atado”.
O eso parece.