MURCIA.- El delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís,
insiste en que la ley no permite prohibir una manifestación a menos que
existan "elementos firmes o indiscutibles sobre un peligro concreto" y
ha indicado que no hay constancia de ninguna denuncia por parte de
miembros del colectivo LGTBI de agresiones durante el desfile del pasado
sábado.
Sánchez-Solís ha ofrecido una rueda de prensa para dar explicaciones tras la controversia generada el pasado sábado, cuando
coincidieron en Murcia la celebración del desfile del Orgullo Gay con una concentración del colectivo de ultra derecha
Lo Nuestro.
El
delegado del Gobierno ha recordado que la ley que regula el derecho de
reunión y manifestación establece que cualquier persona o colectivo
puede ejercer ese derecho simplemente comunicándolo con un plazo mínimo
de 10 días de antelación, por lo que ni el Gobierno ni ninguna otra
institución "autoriza" las manifestaciones o concentraciones, sino que
se limita a tener conocimiento de las mismas.
Además, hay
numerosa jurisprudencia de todo tipo de tribunales sobre las
limitaciones a este tipo de actos que determinan que no se puede
prohibir una convocatoria "basándose en meras suposiciones o en ideas
políticas", sino solo en casos extremos en los que haya "elementos
firmes e indiscutibles de peligros concretos, no meras sospechas".
Por eso, la Delegación del Gobierno no podía contemplar prohibir la concentración de Lo Nuestro el mismo día que la marcha LGTBI, ya que "el contenido de las ideas y reivindicaciones" de cada colectivo "no puede ser sometido a controles de tipo político".
Sin
embargo, ha insistido en que "no es cierto que la Delegación no hizo
nada" para prevenir posibles riesgos, ya que solicitó informes
policiales previos a las convocatoria y tomó la decisión de trasladar la
de concentración del grupo ultra al parque Fofó, por donde no pasaba el
desfile de los colectivos homosexuales.
Asimismo, ha dicho, se
estableció un importante dispositivo de control y vigilancia policial
cuya actuación ha defendido "desde el minuto uno hasta el final en su
labor de preservar el orden público".
Sánchez-Solís ha insistido
en que no se ha denunciado ni hay constancia de ninguna agresión a los
participantes en la marcha LGTBI y ha subrayado que todo este asunto se
ha abordado desde "la más absoluta legalidad" y que no se podía actuar
de otra manera porque "no se puede prohibir una manifestación sin más",
por una cuestión ideológica o política.
Además, ha recordado que
la concentración de Lo Nuestro no hacía referencia alguna a la macha
gay, sino que estaba relacionada con una moción aprobada en el
Ayuntamiento de Murcia en contra de su actividad, por lo que
"formalmente" eran asuntos diferentes.
Además, ha leído punto por
punto el informe policial sobre la jornada, en el que se indica que el
dispositivo se inició en torno a las 17:45 horas en el entorno del
parque Fofó, donde estaban convocados los ultraderechistas, la avenida
de la Constitución, de donde partía la marcha LGTB y la plaza Circular,
donde se había difundido a través de las redes sociales que se iban a
congregar colectivos de extrema izquierda.
La primera incidencia
registrada tuvo lugar a las 18:10 horas, con la presencia de una
treintena de extremistas de izquierda que se encaminaban al parque Fofó y
"se disgregaron" ante la presencia policial.
Miembros de esa
misma ideología fueron identificados y cacheados también en torno a la
misma hora en la plaza de la Fuensanta y durante ese proceso, en torno a
las 18:30 horas, tuvo lugar un incidente con el diputado nacional de
Podemos Javier Sánchez Serna, que pidió explicaciones a la policía por
las identificaciones y se negó a identificarse con su carnet de
identidad, mostrando solo su credencial de diputado, según el parte
policial.
Sobre la misma hora, una persona denunció en la Comisaría de San Andrés que había sufrido una agresión por miembros de
esos colectivos de extrema izquierda, sufriendo heridas leves.
En
torno a las 19:00 horas, según el informe, en las inmediaciones de la
calle Bartolomé Pérez Casas, miembros de colectivos antifascistas se
disolvieron corriendo al ver la presencia policial, mientras que media
docena de ultraderechistas que habían increpado a miembros del colectivo
LGTBI fueron reconducidos por la policía hacia el parque Fofó, sin ser
identificados.
El acto de Lo Nuestro concluyó en torno a las
19:48 horas y sus representantes se trasladaron al Jardín de los Perros,
donde se registró la única agresión denunciada, a un fotógrafo de
prensa, un asunto sobre el que ya se ha celebrado un juicio rápido, ha
detallado Sánchez-Solís, que ha indicado que el dispositivo finalizó a
la 1:00 de la madrugada sin registrar más incidencias.