MADRID.- No es un AVE sobre el desierto ni una obra tan compleja y estratégica
como la ampliación del Canal de Panamá. Tampoco lo realizará una empresa
con reputación de puntera ni mucho menos con delegaciones repartidas
por todo el mundo. Se trata de fabricar fragatas y, sin embargo, puede
ser uno de los mayores contratos hasta la fecha de una empresa española
en el exterior.
El aspirante es Navantia, el astillero estatal, y el
contratista es el Ejército de Australia, con el que la empresa ya ha
trabajado. Hay en juego 22.500 millones de euros, una cifra tan elevada
que suscita varios interrogantes, entre ellos el de si estamos ante un
hito de dimensiones históricas, se escribe hoy en Expansión.
El presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, explicó esta
semana a un grupo de periodistas que el contrato con Australia se
adjudicará en mayo y que el presupuesto total recaerá en su totalidad
sobre una de las tres empresas en liza, que son, aparte de la española,
la italiana Ficantieri y la británica BAE. El ganador deberá diseñar y
construir nueve fragatas, así como los sistemas navales asociados, lo
que incluye un sofisticado sistema de misiles con los que poner al día
la Marina del país.
De salir vencedora, a Navantia le tocará gestionar un presupuesto en el que participará un buen número de empresas. Los barcos se armarán en su astillero australiano de Adelaida a partir de 2020, sin aportar carga de trabajo a los centros de España, y tomarán como referencia el modelo F-100, que ya ha demostrado éxito internacional y que destaca por su capacidad de acoger sistemas de misiles en un barco de dimensiones medianas.
De salir vencedora, a Navantia le tocará gestionar un presupuesto en el que participará un buen número de empresas. Los barcos se armarán en su astillero australiano de Adelaida a partir de 2020, sin aportar carga de trabajo a los centros de España, y tomarán como referencia el modelo F-100, que ya ha demostrado éxito internacional y que destaca por su capacidad de acoger sistemas de misiles en un barco de dimensiones medianas.
Esta versatilidad y la
experiencia de Navantia en el país insuflan esperanzas entre los
directivos de la empresa estatal.
Eso sí, fuentes cercanas a los astilleros indican que, del presupuesto del programa, cerca de la mitad corresponde al sistema de combate, en este caso de tipo Aegis, en el que se utilizan radares y equipos informáticos para rastrear y guiar misiles. La empresa dedicada a armar los barcos hasta los dientes es la estadounidense Lockheed Martin, llamada, en su caso, a llevarse una buena porción de los 22.500 millones en juego.
Eso sí, fuentes cercanas a los astilleros indican que, del presupuesto del programa, cerca de la mitad corresponde al sistema de combate, en este caso de tipo Aegis, en el que se utilizan radares y equipos informáticos para rastrear y guiar misiles. La empresa dedicada a armar los barcos hasta los dientes es la estadounidense Lockheed Martin, llamada, en su caso, a llevarse una buena porción de los 22.500 millones en juego.
Dicho de otro modo, el contrato tendría cabecera española y enormes
dimensiones, pero eso no garantiza ni mucho menos la españolidad en cada
eslabón de la cadena. Algo parecido al también exorbitante proyecto de
ampliación del aeropuerto británico de Heathrow, que está valorado en
19.700 millones de euros y en el que Ferrovial participa en calidad de
gestor y accionista con el 25% del aeródromo.
A la espera de que se sepa si Navantia es el ganador y se aclare la porción contratada, el mayor contrato de empresas españolas en el exterior hasta la fecha sigue siendo el AVE entre Medina y La Meca, con un presupuesto de 6.736 millones y participación de Renfe, Adif, Ineco, Talgo, Copasa, OHL, Cobra o Indra. El proyecto ha incluido desde el diseño y la construcción de la línea de alta velocidad hasta el suministro de 35 trenes, con opción de otros 23 adicionales.
Otro gran contrato es el del Metro de Riad, también en Arabia Saudí, valorado en 6.030 millones y adjudicado un consorcio liderado por FCC, con un 35,8%, en el que también participan Typsa y Sener. Se van a construir tres líneas que sumarán 65 kilómetros e incluirán 25 estaciones y 24 viaductos.
Según Marca España, el tercero de los contratos españoles en el extranjero es el de Iberdrola por 5.000 millones para construir en Reino Unido, a través de Scottish Power, el parque de eólica marina de East Anglia I.
A la espera de que se sepa si Navantia es el ganador y se aclare la porción contratada, el mayor contrato de empresas españolas en el exterior hasta la fecha sigue siendo el AVE entre Medina y La Meca, con un presupuesto de 6.736 millones y participación de Renfe, Adif, Ineco, Talgo, Copasa, OHL, Cobra o Indra. El proyecto ha incluido desde el diseño y la construcción de la línea de alta velocidad hasta el suministro de 35 trenes, con opción de otros 23 adicionales.
Otro gran contrato es el del Metro de Riad, también en Arabia Saudí, valorado en 6.030 millones y adjudicado un consorcio liderado por FCC, con un 35,8%, en el que también participan Typsa y Sener. Se van a construir tres líneas que sumarán 65 kilómetros e incluirán 25 estaciones y 24 viaductos.
Según Marca España, el tercero de los contratos españoles en el extranjero es el de Iberdrola por 5.000 millones para construir en Reino Unido, a través de Scottish Power, el parque de eólica marina de East Anglia I.
Entre los
grandes contratos también están los del Metro de Lima (3.900 millones,
liderado por ACS y FCC), la refinería turca del Egeo (2.555 millones, de
Técnicas Reunidas) y el Canal de Panamá, que asciende a 2.500 millones y
que cuenta con Sacyr como operador.