MURCIA.- El delegado del Gobierno en la Región de
Murcia, Joaquín Bascuñana, ha asegurado que "todos los indicios" apuntan
a que los cadáveres encontrados anoche enterrados en una finca de la pedanía
murciana de Alquerías corresponden a los cuerpos de los ciudadanos holandeses
desaparecidos, hoy desde hace 15 días en Murcia.
La Policía Nacional ha detenido en Valencia a dos ciudadanos de nacionalidad rumana, de 47 y 60 años, como
sospechosos del crimen.
La detención ha tenido lugar en el domicilio valenciano que
ocupaban estas dos personas, según informaron posteriormente fuentes de la delegación
del Gobierno en un comunicado.
Con estas dos nuevas detenciones, asciende a tres el número de
sospechosos detenidos por este caso tras la de un ciudadano español, de
36 años, ocurrida el pasado sábado, día 25, también en Valencia, por lo que este martes se cumple el plazo máximo de 72 horas desde su
arresto, según han informado fuentes policiales, y pasará en las próximas horas a disposición judicial.
Los dos detenidos hoy
pasarán previsiblemente a disposición del juzgado en un plazo máximo de
72 horas a contar desde este lunes, al practicarse los arrestos en
Valencia sobre las 13.00 horas, aunque todo dependerá del transcurso de
las investigaciones. Se les considera presuntamente los autores
materiales de este doble crimen.
Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al practicarse los
arrestos en Valencia pasarían a disposición de los juzgados de esta Comunidad, aunque las fuentes explican que si hay acuerdo entre los
magistrados y el juez de Valencia autoriza al instructor de Murcia,
podrían pasar a disposición judicial en la Región.
Hasta el momento y por las pruebas recabadas, los investigadores
"tienen todos los indicios para suponer que por los restos hallados se trata de las dos personas
desaparecidas", pero "todavía no se puede certificar", según ha
explicado Bascuñana en una rueda de prensa convocada previamente para informar del
hallazgo y "evitar especulaciones".
Ha manifestado que "son los forenses los que están llevando a cabo
toda la investigación y las pruebas necesarias para que puedan
certificar la identidad de estas personas y la causa del fallecimiento".
Así, ha explicado que las pruebas forenses estarán listas a lo largo de este lunes.
En estos momentos, ha explicado que "solo hay un detenido de
nacionalidad española, al que se le arrestó en la ciudad de Valencia",
pero ha destacado que la investigación "está abierta". En este sentido,
ha mostrado su convencimiento de que la Policía Nacional "tendrá más
pruebas y más personas detenidas".
El delegado, quien ha comparecido junto al Jefe Regional de
Operaciones de la Policía Nacional, Pedro Vidal, ha recordado que fue
hace 15 días cuando la Jefatura Superior de Policía de Murcia tuvo
noticia de la desaparición cuando la directora de la clínica médica en
la que la pareja tenía cita el martes, 14 de mayo, presentó una
denuncia.
En concreto, la directora de la clínica avisó a la Policía de que
la pareja había acudido en otras ocasiones al centro médico y eran
"serios" porque siempre cumplían con las citas.
A partir de ese momento, la Policía Nacional entiende que hay un
motivo para investigar una desaparición y abre los cauces y protocolos
apropiados para su búsqueda, según Bascuñana, quien aclara que el único
responsable de la operación ha sido el Cuerpo Nacional de Policía.
La Policía abrió varias vías de investigación, y una de ellas
condujo a los agentes hasta una vivienda en el municipio murciano de
Molina de Segura. Al llegar al lugar, la Policía Científica confirmó que
ahí se había cometido un acto violento.
En base a estas pruebas, la Policía continúa con las líneas de
investigación y procedió a la detención de una persona de nacionalidad
española en Valencia.
En base a los datos recabados en todas las actuaciones, la Policía
averiguó que en una finca de la pedanía murciana de Alquerías podían
encontrar más pruebas respecto a la investigación.
Bascuñana ha confirmado que este domingo, a las 22.00 horas,
aparecieron "datos y restos" que indican que puede haber en la finca
"algún tipo de prueba más", y dan a entender a los investigadores que,
efectivamente, pueden estar "sobre una pista certera".
Los agentes excavaron la tierra y las primeras pruebas aparecen a
50 centímetros de profundidad. Más tarde, y a más profundidad, aparecen
los restos de dos personas que, según certificaron los investigadores,
correspondían a un hombre y a una mujer.
Bascuñana ha garantizado que ofrecerá toda la información que sea
necesaria, pero ha recordado que la investigación "está abierta", por lo
que ha sido prudente y ha explicado que tiene que mantener "sigilo" por
respeto a la familia, a la investigación y al proceso judicial.
Difícil acceso
El alcalde pedáneo de Alquerías,
Francisco Zamora, ha asegurado por su parte que la zona donde la Policía Nacional ha
encontrado los cadáveres es de "difícil acceso", de forma
que los autores presuntamente implicados "conocían la zona".
Zamora ha explicado que la finca
donde se han hallado los cadáveres enterrados, paraje conocido como
Serafín de Alba, "es de difícil acceso y no se puede acceder en coche".
Apunta, en este sentido, que los presuntos autores "tuvieron
que llevar los cadáveres a brazo, porque con los vehículos no pudieron
entrar y apenas pueden bajar a la finca donde estaban, porque hay una
anchura de unos 30 ó 40 centímetros".
Igualmente, ha subrayado que alrededor del hoyo donde se
enterraron a estas personas "hay tres bloques de hormigón, donde es
posible que se sentaran los presuntos autores a descansar".
No obstante,
señala que la profundidad no era demasiada, aunque fueron varias las
personas que cometieron este doble crimen presuntamente, "ya que una
sola no pudo hacerlo y se observan varias pisadas".
Preguntado cómo la Policía Nacional llegó a este lugar, Zamora ha
destacado que "a raíz de la detención practicada en Valencia de una
persona, les contó dónde estaban enterradas estas personas"; un extremo
aún pendiente de confirmación oficial.
El Juzgado de Instrucción nº 7 de Murcia
ha declarado secretas las investigaciones sobre el caso de la pareja
holandesa,
Ingrid Visser y
Lodewijk Severein, desaparecida hace dos
semanas en la capital murciana. El caso está abierto, además de que se
está pendiente la identificación oficial de los cuerpos, según han
informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ)
de Murcia.
Esta madrugada la Policía Nacional dio aviso a la familia del
hallazgo de dos cadáveres en la pedanía murciana de Alquerías, aunque se
está pendiente de confirmación oficial de que correspondan a los de la
pareja.
Según los allegados, la familia está "muy conmocionada" y apunta
que "son momentos muy duros".
Crónica de sus últimos momentos
Los hechos se remontan al pasado lunes, 13 de mayo, cuando la pareja
desembarcó en el aeropuerto de El Altet (Alicante) con la intención de
pasar tres días en Murcia. Solo un día después, el martes 14 de mayo,
ambos tenían una cita médica en una clínica de la capital murciana,
aunque los motivos de esta fueron mantenidos en secreto por la familia
en todo momento, al entender que no era "relevante" para la
investigación.
Ingrid Visser, con 1,90 metros de altura, delgada, rubia y con
ojos azul claro, era muy conocida en su país porque había sido una
jugadora profesional de voleibol y había representado a Holanda en más
de 500 ocasiones en campeonatos, al tiempo que había sido integrante de
varios equipos españoles. De hecho, de 2009 a 2011 formó parte del
equipo CAV Murcia 2005.
Durante el tiempo que formó parte de la plantilla del CAV Murcia
2005 residió en Murcia con su pareja
Lodewijk hasta que, en 2011, ella
decidió poner punto y final a su carrera profesional. Después decidieron
regresar a Holanda, pero en los últimos dos años han vuelto en varias
ocasiones a Murcia para pasar unos días, porque les gustaba la Región y
le tienen "cariño".
El lunes, 13 de mayo, comenzó su última visita. La pareja alquiló
un coche en el aeropuerto, un Fiat Panda de color negro con matrícula
9254 GTC, con el que se desplazó hasta Murcia, donde se hospedaron en el
hotel Churra-Vistalegre. Ese mismo lunes fue el último día en el que se
les vio con vida: tras registrarse en la recepción del hotel, volvieron
a coger el coche por la tarde y desaparecieron.
La familia fue la que dio la voz de alarma al advertir,
angustiada, que la pareja no había regresado a Holanda el miércoles, 15
de mayo, como estaba previsto. La pareja tampoco acudió a la cita médica
que tenía prevista, tal y como confirmó la clínica, lo que activó un
dispositivo de búsqueda por parte de la Policía Nacional.
La familia de los desaparecidos decidió dar una rueda de prensa el
pasado martes, a través de su abogada y portavoz,
Miriam Van de Velde.
Por entonces, la Policía Nacional no descartaba ninguna hipótesis, y
barajaban el secuestro, la desaparición voluntaria o que un accidente,
entre otras posibilidades.
La Policía había encontrado objetos personales y del equipaje en
el hotel, pero no se habían detectado movimientos bancarios realizados
en sus cuentas.
Van de Velden confirmaba que la pareja mantenía una relación buena
y estable desde hace cinco años y no estaban casados, aunque vivían
juntos. Así, confirmaba que no había tenido ningún problema profesional
ni familiar hasta ahora. En este sentido, Van de Velden negó que la ex
jugadora de voleibol sufriera ninguna amenaza durante su carrera
deportiva y no se le conocían enemigos.
La portavoz también rehusó dar información sobre la forma en la
que la pareja se ganaba la vida en la actualidad, al entender que se
trataba también de una información que no era "relevante" para la
desaparición. No obstante, puntualizó que ella era "una persona normal
que se había dedicado al deporte a un nivel alto, pero tampoco nada
exagerado".
La familia reclamó entonces la colaboración ciudadana y pidió a
cualquier persona que pudiera facilitar información sobre su paradero
que se pusiera en contacto con la Policía Nacional. Incluso, habilitó
una página web accesible en la dirección '
http://www.ingridenlodewijk.com/es/', y una cuenta de Twitter en la que aportar pistas.
Sólo un día después, el miércoles 22 de mayo, apareció el coche
alquilado por la pareja, aparcado con normalidad en la avenida Juan
Carlos I, de Murcia, y sin signos de haber sido forzado.
La familia informó entonces que el vehículo había sido captado por
las cámaras de vigilancia situadas en los alrededores del lugar en el
que abandonaron el vehículo, y estas grabaciones estarían siendo
analizadas por la Policía Nacional.
Como último recurso, la familia organizó la semana pasada una
pegada de carteles, en la que participaron voluntarios y amigos de los
desaparecidos.