Era una señora
mayor alemana, practicante de Yoga, de un gran carisma espiritual. Se
llamaba Swami Ramananda, porque era devota del dios Rama, y no
dejaba de practicar su mantra. Nunca supe su nombre de pila, ni tuve
ninguna foto de ella, pero intuía que se había vuelto tan
espiritual a consecuencia de haber vivido los horrores de la segunda
guerra mundial.
Dirigía
el “Sivananda Yoga Zentrum” en la Massman
Strasse, de Munich. En los años setenta pasé un retiro de
agosto con su comunidad en una granja de la aldea de
Kleinsöll cerca de Wögl y de Salzburgo (Austria), la
patria chica de Mozart.
Fue
el verano más especial de mi vida.
Llovía todos los días y hacía frío por la noche. Por la mañana
celebraban una ceremonia de ‘puja’ o adoración hindú en la que
bañaban a sus dioses con yogur aguado. Nunca me ha gustado
la idolatría, ni la hindú ni la católica,
pero aquel ambiente tenía una magia especial. La
comida era vegetariana, con sabores de especies exóticas, y había
muchos
jóvenes como yo, de
diversos países.
¿QUÉ
ES EL YOGA?
El
Yoga, del
sánscrito Yugo o Unión,
es un conjunto
de disciplinas físico-mentales, originales de la India, y
destinadas a conseguir
la perfección espiritual y la unión con lo Absoluto.
Estas prácticas
de meditación se practican
en el Hinduismo,
el Budismo
y el Jainismo,
y actualmente en el
Cristianismo, aunque existe una corriente de Yoga
independiente de cualquier religión
con la que yo me identifico absolutamente.
El Yoga otorga
como resultado la unión del Alma
individual con la Divinidad, la
percepción de que el Yo es espiritual y no material,
así como el bienestar físico y mental.
El
Hatha Yoga o Yoga Físico es
el más difundido en todo el mundo, y es conocido por sus ásanas
(o posiciones y estiramientos corporales). Se trata de un sistema
de posturas físicas cuyo propósito es lograr que el cuerpo
esté apto para la meditación. Las ásanas generan serenidad
física y mental; de tal forma que un yogui puede sentarse
durante varias horas en una postura de meditación, sin sufrir fatiga
o inquietud. Una de su las ásanas principales es ‘Padmásana’
posición de Loto y el Saludo al Sol o “Suria Namaskar”.
El
Gñana Yoga o Yoga del Conocimiento,
mi favorito, se
refiere al aprendizaje o
conocimiento conceptual, y a la más elevada sabiduría,
visión intuitiva o Gnosis;
es decir, a una especie de conocimiento liberador o
intuición que conduce a la Realidad última.
El
término griego Gnosis,
el latino Cognoscere
y el sánscrito Gñana,
son derivados de la misma raíz indeouropea.
CAMBIO
DE CONCIENCIA
Lo
fuerte fue lo que experimenté durante varios meses tras regresar a
Madrid. No sé lo que me hizo la
presencia de esta señora tan especial, pero empecé a
tener cogniciones intensas de quien soy yo, y el Amor
no cabía en mi corazón, bañado en lágrimas de
consuelo y felicidad permanentemente. Desde
entonces soy otra persona más auténtica, totalmente
diferente.
Pasé
una temporada en un estado de iluminación espiritual las 24 horas
del día. No necesitaba ni dormir, puesto que el sueño era
consciente y meditativo. Empecé a sentirme culpable de ser más
feliz que el resto de la gente, y frustrado de no lograr que nadie
comprendiera mi estado de conciencia. Nadie me comprendía y corría
el riesgo de que me tomaran por loco, y acabara atiborrado de
pastillas por un psiquiatra. Antes de cada iluminación pasaba por
una crisis profunda, que es lo que San Juan de la Cruz
llamó “la noche oscura del Alma”.
Pero
el mayor problema era que esa felicidad era incompatible con mi
trabajo de estudiante, y que no me permitiría terminar la
carrera de Periodismo, por lo que renuncié a ella temporalmente. Fue
algo muy doloroso, como descender del Cielo al Infierno, y fue el
mayor error que cometí; luego me arrepentí de ello toda mi vida,
porque ese estado de felicidad no regresó nunca más, a pesar de que
pedí perdón a mi Creador por rechazar aquel regalo que me dieron.
Si
alguien ha cometido errores en su vida, yo tengo un récord modesto,
una buena colección de torpezas personales en mi haber, y
también de vergüenzas por mis meteduras de pata, y por eso he
aprendido tanto. Todo eso está borrado y superado,
pero lo cuento como lección, por si le sirve de provecho a otras
personas que están en un camino evolutivo de ascensión igual
o parecido al mío.
PERSONAS
NOTABLES
Mi
vida ha sido un encuentro constante con personas notables que han
cambiado mi conciencia, y que iré relatando poco a poco. Honor y
agradecimiento a todas ellas, porque no hubiera evolucionado sin esta
interactuación con almas evolucionadas.
Ésta
no fue la única conexión espiritual que tuve con personas de
nacionalidad alemana, lo que me lleva a sacar la conclusión que
algunos alemanes tienen algo muy especial. Ya
conocemos los horrores y salvajadas de la segunda guerra mundial, el
lado oscuro de Alemania, pero también es verdad que existe otro lado
luminoso, como la existencia de muchos alemanes de alta evolución
espiritual.
Pasa
algo parecido en España. Existe una España oscura y tenebrosa que
fue retratada en las pinturas negras de Goya, y otra España
luminosa y espiritual que dio origen a los místicos más grandes del
mundo, en las tres religiones abrahámicas del Mediterráneo:
Cristianismo, Islam y Judaísmo.
Por
algo Alemania es el país de Europa con mayor número de corrientes
espirituales y humanitarias, y donde más se utiliza la medicina
natural. Siempre he tenido una conexión muy especial con el
pueblo alemán y con su cultura. Quizás porque Alemania está
conectada con el primer rayo divino de la Fuerza, la
Fe, el Poder y la Voluntad,
y yo también tengo conexión con dicha energía.
La
nobleza de algunos alemanes me suele caer bastante
mejor que la zorrería de algunos británicos, pero
comprendo que también los germanos tienen sus defectos, y
muchos, igual que nosotros los españoles. También me caen mejor los
irlandeses que los británicos, hablando en términos generales y no
personales.
SWAMI
SIVANANDA
La
profesora Ramananda era discípula del médico Swami
Sivananda, un gigante mundial de la espiritualidad universal,
famoso en todo el mundo porque fue pionero en llevar el Yoga a
occidente, cuya doctrina influyó mucho en mi vida.
Kuppu
Swami Iyer (1887-1963), más conocido por su seudónimo Swami
Sivananda, fue un maestro espiritual fundador de la Sociedad
de la Vida Divina, y vivió la mayor parte de su
vida en Rishikesh (India), la Meca mundial del Yoga.
Swami
Sivananda Saraswati fue propagador del Yoga y la doctrina
Vedanta. Su lema era: “Sirve, ama, da, medita, purifícate, y
realízate.”
Visitó
Benarés, Nashik, y Rishikesh, donde en 1924 conoció a su
Guru, Swami Vishwananda Saraswati,
quien le inició como ‘sanniasin’ o monje
renunciante, y le confirió su nombre espiritual.
RISHIKESH
Tras
la iniciación, Sivananda se estableció en Rishikesh y se
sumergió en intensas prácticas espirituales en su ‘kutir’ o
celda a orillas del Ganges. Sivananda practicó austeridades
y trabajó desinteresado durante muchos años ayudando
a los enfermos.
Con algún dinero de su póliza de seguros
vencida, fundó un dispensario de caridad en Lakshmanjula
en 1927 donde servía tanto a los peregrinos, como a santos o pobres
que necesitaban de su experiencia médica. También estableció el
Áshram Shivananda Nagar (‘la ciudad de Shivananda’),
junto a la orilla del río Ganges, a unos tres kilómetros del centro
de la ciudad de Rishikesh.
Durante
la estancia de Sivananda en Rishikesh y en sus viajes por India,
muchos acudieron a él buscando guía en el camino espiritual.
Permitió que algunos de ellos vivieran con él, y les enseñó.
Sivananda pedía a los discípulos que hicieran copias de sus cortos
artículos y los enviaran para su publicación. Poco a poco empezaron
a acudir numerosas personas y su círculo empezó a crecer.
SÍNTESIS
ESPIRITUAL
Sivananda
fundó la Sociedad de la Vida Divina en 1936 a la orilla del sagrado
río Ganges. La distribución gratuita de literatura espiritual
atrajo a un flujo constante de discípulos al Swami, incluyendo a
Swami Satyananda Saraswati, fundador de la línea
Satyananda-Yoga o Bihar-Yoga,
así como al adolescente Krishnamurti (1918-2007), quien lo
visitó regularmente durante siete veranos para practicar meditación.
Esto se contradijo con las palabras posteriores de Krishnamurti quien
dijo que no era necesario practicar meditación.
En
1939, a los 21 años de edad, Sivananda arregló para que
Krishnamurti conociera a su maestro espiritual Rámana Maharshi.
Krishnamurti más tarde relataría que le preguntó a Rámana:
“Eso que es conocido como moksha [liberación], ¿usted me lo
podría dar?” Rámana Maharshi respondió: “Yo te
lo podría dar, pero ¿tú podrías tomarlo?”.
En
1945, Swami Sivananda creó la Farmacia Ayurvédica
Sivananda, y organizó la Federación Mundial de Religiones.
En 1947 estableció la Federación Mundial de Sadhus (ascetas),
y en 1948 la Academia Forest de Yoga y Vedanta. Llamó a su
presentación el “Yoga de Síntesis”.
296
LIBROS
Swami
Sivananda fue un escritor prolífico y escribió 296 libros
sobre temas variados: metafísica, yoga, religión, filosofía
occidental, psicología, escatología, bellas artes, ética,
educación, salud, refranes, poemas, epístolas, autobiografía,
biografía, historias, dramas, mensajes, discursos, diálogos,
ensayos y antología. Muchos están traducidos al español y se
pueden encontrar en Internet porque son gratuitos.
Sin
embargo, sus libros recalcaban la aplicación práctica de la
filosofía del Yoga por encima del conocimiento teórico. En uno
de sus libros dijo: “Si todo el tiempo que muchos dedican a leer
sobre lo espiritual lo dedicaran a practicar meditación ya estarían
iluminados.”
Y
en Sádhana Tattwa, o la Ciencia de
los Siete Cultivos para la rápida
evolución del ser humano escribió finalmente: “Una onza de
práctica es mejor que toneladas de teoría.
Practica el Yoga,
la religión y la filosofía en la vida diaria y
consigue la realización del Ser Superior en tu interior.”
(*) Periodista