Este sábado cambian la hora. Quizás el primer acto de desobediencia
de la nueva república sería no hacerlo. De esta manera, cuando quedemos
con alguien a las 4, por poner un ejemplo, podríamos preguntarle: ¿hora
unionista o republicana? Y si es del PSC o de los Comunes, "entonces ni
tú, ni yo"... y quedas a y media.
Teniendo en cuenta todavía la hora española, resulta que a las 15.27 del viernes 27 de octubre del 2017 (alguien ya hará numerología con el 27 y el 7) Catalunya ha proclamado la República. Pim
y pam. Y ya está. ¿Verdad que parecía imposible? Pues fíjese, tres
minutos antes de esta hora, la presidenta del Parlament, Carme
Forcadell, ha contado los votos emitidos por los diputados presentes en
el hemiciclo, han salido 70 a favor, 10 en contra y dos en blanco, han
cantado Els Segadors y tema resuelto. Resuelto por hoy. Y quizás para
mañana. Va, y le incluyo el domingo. El lunes ya lo veremos.
Y precisamente la votación era el gran tema a primera hora en los pasillos del Parlament. Xavier García
Albiol pedía que fuera secreta porque decía que le constaba que "4 o 5
diputados de Junts pel Sí" votarían en contra. La mayoría indepe
también estaba trabajando para que la votación fuera secreta. Pero por
otro motivo: para proteger los suyos de posibles responsabilidades
penales derivadas de este voto. Votar a favor de la independencia puede
ser considerado sedición y eso quiere decir prisión. Por eso ha sido tan
importante el gesto de 4 diputados de CSQP y del cual hablaremos más adelante.
Quien lo tiene peor son los miembros de la Mesa. Un diputado de la
oposición me decía a la hora de desayuno que intentaría hablar con
alguno de ellos para recomendarles que no permitieran la votación ya que
les pueden caer de 15 a 30 años de prisión. Dependerá de la fiscalía.
Otro diputado (o diputada) que no es de la mayoría indepe
me comenta que ayer el president Puigdemont hizo lo más sensato. Sobre
todo después de que se rompiera el pacto al que se había llegado con Madrit (más concepto que nunca). Insisto, quien me lo ha dicho era de la oposición.
Y charlando con unos y otros, nos hemos plantado a las 10 y 11 minutos, cuando Mariano Rajoy
ha empezado su intervención en el Senado. Un periodista de un medio de
Madrid que lo estaba siguiendo en un monitor no ha podido evitar
exclamar: "Coño, a estos del PP les van a explotar las manos de tanto aplaudir".
Pero a aquella hora en el Parlament estábamos más pendientes de lo
que pasaba en la sala 1. Reunión a puerta cerrada del grupo de Junts pel
Sí. De fuera se oían muchos aplausos. Y largos. Y mientras esperamos
que salgan, viene cuando le explico un secreto. Hace días que varios
periodistas que corremos por el Parlament hacemos una porra a ver cuál
será el primer país en reconocer Catalunya. Por un euro ahora mismo
puedes ganar unos 100. El más votado es Eslovenia, seguido de Venezuela e
Israel. Mi voto ha sido para Bélgica, que es como poner a un 2 en el Barça-Mondoñedo, que si toca, toca.
La reunión de Junts pel Sí ha acabado a las 11.22,
pero 10 minutos antes ya he visto a unos cuantos diputados por los
pasillos. Misterio. El caso es que Roger Torrent, diputado del grupo y
alcalde de Sarrià de Ter, nos ha hecho el minuto y resultado de la
resolución que después sería votada en el pleno. Nos avisa de que es un
off, por lo tanto no podemos grabar.
El primer punto es la declaración
formal de independencia. Por lo tanto, queda claro que la cosa tira
adelante. Por cierto, si no le viene en la cabeza la cara de este
diputado, le recuerdo que es aquel que es clavado al presentador del
programa Cuines de TV3, Marc Ribas. O viceversa.
Son las 11.41 y
hablo con alguien que mueve hilos en la sombra sobre qué pasará. Pero no
hoy, sino a partir del lunes. Me dice que "a corto plazo nos pueden
machacar, pero eso lo harían igual. Si proclamamos, al menos aguantamos
el relato a medio plazo y quizás algún país nos reconoce".
A las 12.08 nos comunican que el pleno se retrasa hasta las 12 y media. ¿Por qué? Ni idea. Desde las
12 menos cuarto, el Govern está reunido en el piso de arriba esperando
el inicio. Es una reunión informal. Los alcaldes ya llenan el Auditorio
del Parlament. Allí, Neus Lloveras, alcaldesa de Vilanova i la Geltrú y presidenta del AMI
(Associació de Municipis per la Independència), les pronuncia un breve
discurso del cual no puedo decir nada porque nos separa un piso y no se
oye. Cuando acaba, los alcaldes gritan in, inde, independen-cià, un lema que a partir de hoy ya no tiene sentido, porque ya somos independientes.
Bajo a ver a unos cuantos de estos alcaldes y me cruzo con un colega
que me dice que las propuestas de consideración irán juntas. ¿Qué quiere
decir eso? Pues quien me lo comunica es muy claro: "a las 3 podríamos
estar fuera". Abajo, el sentimiento mayoritario se resume en la frase
que me dice Jaume Dulsat, alcalde de Lloret de Mar: "Será duro, pero hay que resistir". Son las 13.20 y suenan los timbres convocando el pleno. Un pleno que empieza en las 13.24 con un clásico.
La presidenta diciendo: "Señor Carrizosa,
¿por qué me pide la palabra"?. Y el portavoz de Ciutadans se la pide
para quejarse de los gritos de los alcaldes, a quién llama "invitados" y
que poco rato antes del inicio del pleno, como ya ha quedado explicado,
expresaban un lema de cuando Catalunya formaba parte de la monarquía
española. Carrizosa aprovecha para pedir un comportamiento correcto al público que está en el hemiciclo.
Tres minutos más tarde pide la palabra el portavoz del PP, Alejandro Fernández.
Se queja de que no se ha permitido entrar dos invitados suyos y, en
cambio, sí a 700 alcaldes. La presidenta Forcadell le dice que no es
así. Y ahora sí, empieza el pleno previsto con intervenciones de los
grupos de mayor a más pequeño. Por lo tanto, abre Carlos Carrizosa
(Ciudadanos).
Con dos momentos a comentar: 1/ cuando se queja de que no
sabe cuánto tiempo tiene porque le han puesto en marcha el cronómetro
más tarde y la presidenta le dice que mejor, porque eso quiere decir que
tendrá más tiempo y 2/ cuando al final de la intervención dice "no
permitiremos que se rompa España y que nos dividan" y mientras, rompe la
resolución de Junts pel Sí y la CUP. Cuando acaba su grupo le aplaude
de pie.
A las 13.42
interviene Eva Granados (PSC). Dice que a su grupo no les gustan "las
adversativas del tipo Catalunya o España sino las copulativas: Catalunya
y España. No nos hagan escoger. Queremos un país entero". Se muestra en
contra de la aplicación del 155 "pero es consecuencia de la actitud del
Govern y del grave error que están a punto de cometer".
Diez minutos más tarde, turno para Marta Ribas (CSQP).
Cree que "hoy se perpetran dos grandes barbaridades: el 155, que tendrá
consecuencias en todo el Estado, y la respuesta con el DUI, que no nos protegerá del 155 y empequeñece la mayoría social".
A las 14.01 sube al atril Alejandro Fernández (PP). Hace un discurso duro donde le dice a la mayoría indepe que "durante 5 años han sacado a pasear la peor cara del nacionalismo identitario populista". Y después se centra en el vicepresident Oriol Junqueras,
que "llora cuando tiene que asumir sus responsabilidades", tiene "una
cursilería aflautada" y a quien| le recuerda que "a la política se viene
llorado de casa. No nos llore más". Después de decir que "España no es
caspa, es maravillosa", acaba la intervención con un Viva Catalunya y
Viva España.
A las 14.10, turno para Carles Riera (CUP), que dedica su intervención a los Jordis.
Recuerda que el paso que dan hoy lo dan "sin miedo... o con un miedo
compartido con ternura, que es coraje". Dice que "hay que construir la
república con resistencia pacífica" y acaba con un "Visca la Terra!.
14.22. En nombre del
grupo mayoritario, toma la palabra Marta Rovira. Pronuncia un discurso
sobre y a favor del diálogo, pero recuerda que "la mayoría a veces, los
acuerdos fruto del diálogo han sido dilapidados y vulnerados" y cree que
"la unidad de España está por encima del diálogo". En relación a la
denuncia hecha durante el pleno de ayer por Inés Arrimadas, que ha sido declarada "persona non grata" por el ayuntamiento de Llavaneres (gobierno Esquerra-PDeCAT),
Rovira dice que les ha llamado para reprobar la decisión y aprovecha
para denunciar que policías de paisano la siguen y le hacen fotos
saliendo de su casa.
Una vez acabada la intervención de Rovira, Arrimadas
pide la palabra para solicitar un tiempo extra para los presidentes de
los grupos parlamentarios y se queja de que el president no haya
intervenido en ningún momento. La presidenta del Parlament le dice que
el reglamento del debate está tasado y no acepta su solicitud. Al final
le da tres minutos por alusiones y la líder de Ciutadans dice que hay un
choque social sin precedentes y que lo que está pasando es un insulto a
los abuelos que lucharon por la democracia y a los represaliados del franquismo.
Son las 14.43 y Miquel Iceta
dice que, efectivamente, el reglamento dice lo que dice, pero que un
día como hoy los presidentes de los grupos tendrían que poder
intervenir. Seguidamente Xavier García
Albiol solicita lo mismo y la presidenta Forcadell les responde que eso
se habría podido pedir a la junta de portavoces. Demanda denegada.
Seguidamente han empezado las diversas votaciones, con el momento
pánico porque se ha estropeado la pantalla de la presidenta. Suerte que
ha aparecido un informático mágico y lo ha solucionado en 15 segundos.
Exactos. ¡La república no puede esperar más!
A las 14.52,
cuando tocaba votar las propuestas de Junts pel Sí y la CUP, Ciudadanos y
PSC se han marchado del hemiciclo. Roger Torrent ha pedido poder hacer
la votación del primer punto (ya citado más arriba) por llamamiento y
con urna. O sea, con voto secreto. PP y CSQP se han negado.
Los populares sacan varias banderas españolas y catalanas y las ponen
en los escaños. Anna Gabriel pide la palabra para posicionar su grupo
sobre el voto secreto.
Le dan apoyo. Xavier García
Albiol pide la palabra para quejarse: "como quieren declarar la
independencia si no tienen narices de dar la cara" y en castellano grita
"¡Son unos cobardes"!.
El PP se marcha del hemiciclo y yo me quedo. Concretamente me quedo
atónito. ¿No pedía Albiol a primera hora una votación secreta? ¿Por qué
ha cambiado tan radicalmente de criterio? Ni idea.
Se aprueba por asentimiento el voto secreto y toca esperar que llegue la urna. Lo hace a las 15.02.
Roger Torrent pide que sea leída la propuesta de resolución que servirá
para proclamar la república catalana. La presidenta la lee. La votación
empieza a las 15.07. Los diputados son llamados uno a uno y por orden alfabético. Cuando vota, el grupo de CSQP enseña el "no" que lleva escrito en el papelito. Bien claro. Ante de las cámaras. Para que quede claro lo qué votan. Pero, ¿lo hace todo el grupo? ¡Nooo!
Cuatro de los once diputados se resisten. Son Albano Dante Fachin, Joan Giner, Ángels
Martínez y Joan Josep Nuet. Ellos votan en secreto. Es la manera que
tienen de solidarizarse con los diputados de la mayoría de cara a
posibles responsabilidades penales. Lo publica en twitter Albano: Ayer dije claramente mi postura sobre la DUI
y así votaré. Pero no le enseñaré mi voto a los que reprimirán los que
votan diferente". Cuando vota Carles Puigdemont, la cámara aplaude.
Cuando lo hace la mesa y la presidenta también.
El recuento ha empezado a las 15.20. Uno de los votos dados en principio como "en blanco" al final es un "Sí muy pequeñín".
El resultado ya lo sabe. A partir de aquí, fuera del hemiciclo, muchos
abrazos. Pero muchos de muchos. Incluso se me ha abrazado a mí gente que
no tenía el gusto. ¿Sabe el mapa aquel que sacan cuando hay muchos
rayos? Pues si hoy lo hicieran con los abrazos en el Parlament,
aparecerían miles de impactos.
Hace más de media hora que ha acabado el pleno y un montón de gente
llena la zona del final de la escalera principal del Parlament (si
subes) o del inicio (si bajas), justo delante de la puerta del despacho
del president. Suben los alcaldes. Gritan "libertad". Hay más gente que
espacio.
A las 16.12 sale el
president para participar en un acto improvisado que se celebra allí
mismo. Toman la palabra Dolors Sabater, alcaldesa de Badalona y en
nombre de todos los alcaldes, Oriol Junqueras
y Carles Puigdemont, que usa, dos veces la palabra paz y dos veces más
"pacifica". Acaba con un Visca Catalunya que todo el mundo contesta con
un "lliure". ¡Error! ¡¡¡Grave!!! ¡Mucho! Pero, ¿no somos ya libres? No
somos una república. No sé, quizás es falta de costumbre. Puede ser,
todo es muy nuevo.
Cuando salgo todavía me encuentro a dos personas, de estos que saben
de qué va la cosa que me dicen: 1/ "Y ahora, en formación tortuga" y 2/
"Ahora sabremos que es una castañada de verdad". Si, da la impresión de
que será así. Veremos hasta dónde llega.
(*) Periodista