Alberto Garre no tiene dignidad política desde el momento en que no dimitió como presidente de la Comunidad Autónoma al saberse oficialmente que el candidato 2015 a San Esteban por el PPRM sería, al final, su impuesto por Valcárcel consejero de Cultura y ex alcalde de Puerto Lumbreras, Pedro Antonio Sánchez, una vez desimputado. Si lo hubiese hecho, tal vez hoy sería senador autonómico por la Asamblea Regional porque su partido lo respetaría como hace tiempo que ya no le respeta después de tanto zigzagueo y maniobras de trilero. Este hombre no ha estado bien aconsejado desde que llegó y caer en manos del diputado nacional Martínez-Pujalte - cuñado de Cerdá- fué su suicidio político, tanto en Madrid como en Murcia, al tener que recular luego a toda prisa.
¿A quien cree Garre que engaña con sus últimas declaraciones para dar su versión sesgada de su mejor época de protagonismo público? Durante 30 años vivió del favor político de Ramón Luis Valcárcel Siso (RLVS) pese a ser un 'calerista' porque estaba a la derecha de todos ellos. En su época de diputado nacional, sin pena ni gloria y por eso no repitió en Madrid, estuvo siempre a lo que dijera el jefe. Todo lo que es, o lo poco que ha llegado a ser, se lo debe a Ramón Luis, que le ha procurado las lentejas después de 15 años de un más que discreto bufete abierto en Torre Pacheco, al que cambió por ser concejal.
No vale ahora acuchillar al jefe en Madrid ante la Cospedal, que de nada le ha servido, porque Valcárcel le recordase una y otra vez que su situación como presidente de la Comunidad Autónoma era interina y de carambola ante la primigenia negativa de Francisco Celdrán por razones de salud y, seguramente, otras también. Nunca nadie le dijo que fuese a ser el sucesor aun cuando Pedro Antonio tampoco lo fuese por razones penales. ¿A quién cree Garre que engaña ahora dándole la vuelta a los verdaderos hechos de aquellos días? Me recuerda a Mendoza con la erección de la UCAM por el Obispado de Cartagena en la recta final de Azagra.
Garre es un viejo pretencioso en época de irreversible cambio generacional, que Valcárcel si vió a tiempo y de ahí su opción por Pedro Antonio Sánchez como podría haber sido, y aún pudiese ser, por Patricia Fernández, alcaldesa de Archena. ¿Cómo se le ocurre decir que con ese careto y el bigote franquista que suele iba él en Cartagena a potenciar al PP en las elecciones del 24-M hasta sacar uno o dos diputados más de los logrados por PAS si hubiese ido en la lista por esa circunscripción? ¿Y el 'error Barreiro', no cuenta?
Este hombre nos considera también flacos de memoria porque, desde que se sentó en el despacho de Valcárcel en San Esteban, comenzó a postularse como candidato; vamos, desde el segundo día al suponer que Pedro Antonio Sánchez no podría escapar de las garras de un TSJ renovado y un fiscal superior que lo había pillado en falta. ¿Qué mensaje le mandaba nadie desde fuera? Habla de una encuesta propia en la calle a partir de la cual él, y solo él, interpetraba que era el favorito de las gentes que le saludaban y le decían lo guapo que era y lo bien que lo estaba haciendo. Parece que no va con él la pérdida por el PPRM de 145.000 votos en la Región de Murcia el pasado 24-M, estando en el partido desde 1983.
Otra de sus faltas de dignidad política, aún no explicadas por Garre, fue aceptar el cargo de presidente de la Comunidad Autónoma manteniendo imputados en su Gobierno, como Antonio Cerdá. Por eso luego tenía escaso valor hablar de lo que debían hacer imputados del PP como Cámara o Bascuñana cuando él no largaba a los que tenía dentro. Incoherencia total y absoluta por parte de un presidente que adjudicó la concesión de una, tan onerosa como inservible, televisión autonómica de forma, encima, escandalosa y que en el verano de 2014 no quiso abrir por imagen política los comedores escolares a los niños más necesitados de la Región. Y aún dice que su gestión gustaba mucho y que se hubiese premiado con más votos de haberse presentado. ¿De verdad se cree Garre todo lo que dice para quedar bien en nuestra pequeña Historia? Porque olvida, puede que a propósito, que la corrupción estalló en el seno de su Gobierno de la mano de su consejero preferido, Juan Carlos Ruíz y la almendra de sus colaboradores, al aparecer en la 'trama Púnica', según la Policía.
Tiene además la jeta de decir este hombre, yerno de marino mercante destacado por cierto, que él llegó al cargo de presidente de la Comunidad Autónoma por aclamación de la Junta Directiva del PPRM a la vez que obvia que ese órgano interno funciona 'a la búlgara' haciendo seguidismo al jefe Ramón Luis y a su secuaces como Antonio Sánchez Carrillo. La realidad es que entró como interino y se lo creyó. O Susana Cler se lo hizo creer. O su consuegra, la magistrada apeada en el último momento de la presidencia del TSJ a renovar, a la que suponía muy bien informada. Se hizo pues su composición de lugar y le pasó como al general Armada el 23-F. Garre pensó que, dadas las circunstancias, un eventual estado de necesidad agradecería un 'elefante blanco' como él. Pues se equivocó al echarle un pulso a un Valcárcel no tan desnortado por pasar la semana en Bruselas o Estrasburgo.
Al fracasar en su intento, juega a acloparse en el Senado (el cromo que dice le falta) por designación de una Asamblea Regional donde durante tanto tiempo fue vicepresidente 1º para hacerle el trabajo sucio a Ramón Luis y sus supuestos negocios, y al que ahora llama veladamente mezquino por no hacer lo que Garre quería como compensación a sus servicios prestados y apartarle de la renovación del PPRM... a sus 63 años y más de 30 en cargos procurados por este partido y sus dirigentes. ¿Dónde está la ética política de la que tanto presume y hace gala como ex presidente? Parece un sarcasmo que diga ahora, sin empacho alguno, que no necesita la política para comer y que señale a otros como dependientes de la política.
Ataca a Valcárcel y parece, sólo parece, que salva a un Pedro Antonio Sánchez sin oficio ni beneficio profesional al justificarlo por su vocación política en exclusiva, cuando critica a quienes hacen de la política su vida y no tienen vida fuera de la política, olvidando en cambio a su querido Juan Carlos Ruíz. ¿No son suficientes 30 años cobrando y en el machito para convertirse en un profesional de la política que ya no pensaba ni de lejos reabrir aquel bufete ya tan lejano en el tiempo? Con una caradura impresionante este Garre afirma, sin rubor alguno, que depender profesionalmente de la política es un error. También cree, pensando en los mismos parece, que hay personas en esta región que están de más pero no tiene la gallardía de decir quienes son con sus nombres y apellidos aunque estén en la mente de todos en los que tienen que estar.
Dicho todo lo anterior, cabe añadir que Garre no es un corrupto. Aunque también hay que decir que no ha hablado de la corrupción de gentes del PPRM mientras le han procurado el cargo político para vivir (caso similar al de la concejal murciana Nuria Fuentes). Y ha adorado a ese Valcárcel que ahora denuncia en Madrid ante la Cospedal para congraciarse con un Pedro Antonio Sánchez a punto de tirarlo por la borda, si no lo ha hecho ya, después de dejar el 'delfín' hacer a Valcárcel el trabajo más penoso con su sucesor en San Esteban, como es su anulación política por doquier.
Porque Garre ya es, sin remisión, un político amortizado y sin sitio ni valedores en su partido. Reabre el bufete porque sabe que ya no le queda otra más que la venganza con 'v'. Y, en parte, sigue viendo como acabar con su otrora valedor aliándose con el diablo y utilizando todo lo que encontró en los cajones donde más daño le puede hacer. Como abogado sabe bien dónde y cuando. Lo cierto es que magistrados y fiscales aprovecharán agosto para adelantar trabajo con el material proporcionado por probos y honrados funcionarios, dios sabe a la orden de quien, que también han trufado de documentos comprometedores a la Oposición murciana más radical. ¿Hablamos de que Garre es un caballero respecto a su contexto vital de los últimos 30 años? Esperemos acontecimientos.