El ministro explicó que Fomento utilizará la "actualización" que se realiza en el plan "no sólo para contemplar las actuaciones que es imprescindible ejecutar, sino para decirle al país aquello que no puede asumir como país, aquello que no es necesario".
"Todo no se va a poder hacer simultáneamente, y todo lo que está planteado en el PEIT no es imprescindible", declaró en el pleno del Congreso. "Probablemente todas las comunidades autónomas sientan un agravio particular, pero no son tiempos para jugar a los agravios, aquí todos tenemos que arrimar el hombro", solicitó el ministro.
"Prefiero hacer esperar a una autovía, que a un estudiante por su beca o a un parado que necesita un subsidio", indicó en referencia a las actuales prioridades del Gobierno en gasto público.
El PEIT se lanzó en 2005 con una inversión total de 250.000 millones de euros en infraestructuras hasta 2020 para, entre otros objetivos, construir 9.000 nuevos kilómetros de AVE y 6.000 kilómetros de carreteras de alta capacidad.
Pese a todo, Blanco se comprometió a "hacer más con menos", a que el ajuste "impacte lo menos posible a proyectos prioritarios", entre los que incluyó el AVE y el resto del ferrocarril, y a que la cartera de obra pública contratada pendiente de ejecutar se mantenga en el entorno actual de unos 30.000 millones de euros.
Para ello, anunció que presentará en este mismo mes su anunciado plan de inversión extraordinaria de 15.000 millones de euros en colaboración con la iniciativa privada, el BEI y el ICO, y la puesta en marcha de una batería de medidas en Fomento para revisar "cada euro" que se gaste en el Ministerio.
En este sentido, avanzó que Fomento contará en tres meses con un plan de eficiencia para reducir al máximo el coste de las obras públicas, "para construir los mismos kilómetros con menos recursos sin repercutir en su seguridad y funcionalidad". Además, se comprometió a que cada proyecto del Ministerio vaya acompañado de un plan de viabilidad.
En paralelo, el Ministerio se dotará con su propio plan de austeridad para revisar todas sus políticas de gasto, "racionalizar su estructura y la de las empresas dependientes, el número de altos cargos y los niveles salariales.
"Lo que se exige al sector privado lo haremos nosotros. Predicaremos con el ejemplo", aseguró. "La crisis debe constituir también una oportunidad para dar un importante salto en la eficiencia", destacó.