MADRID.- Más larga, más cara y más exhaustiva. Cada vez se está poniendo más fea
la cosa para los vehículos más contaminantes y los que están en peor
estado. Junto a las iniciativas que están desarrollando algunas ciudades
para prohibir la entrada de estos vehículos, Barcelona, Madrid o más
recientemente el archipiélago balear, entre ellas; la nueva ITV (Inspección Técnica de Vehículos) también viene a poner su granito de arena para controlar las emisiones, publica hoy Cinco Días.
Javier Llamazares, director general de Fesvial (Fundación para la
Seguridad Vial), asegura que la implantación del sistema de diagnóstico a
bordo del vehículo (OBD, por sus siglas en inglés), que permitirá
entrar en las centralitas electrónicas de los vehículos, “puede dejar
fuera del parque a muchos vehículos porque el control de las emisiones
será más exhaustivo”.
Aunque desde AECA-ITV (Asociación de Entidades Colaboradoras de la
Administración en la Inspección Técnica de Vehículos) y Conepa
(Confederación Española de Profesionales de Automoción) aseguran que los
vehículos más viejos,
pero bien mantenidos, no serán rechazados en la inspección, todo apunta
a que a “los más contaminantes les va a tocar pasar por el taller para
abordar las deficiencias”, afirma Llamazares.
A su juicio, “los diésel, anteriores al año 2000, serán los más
perjudicados, aunque habrá un periodo de seis o siete meses para
adaptarlos”. Pero Arturo de Miguel, responsable técnico de RACE (Real
Automóvil club de España), lo hace extensible a los diésel anteriores a
2006, “aunque dependerá de la marca y el coche”.
Además, todo apunta a que la nueva inspección técnica de vehículos
será más cara a partir de mayo, cuando entra en vigor, porque será más
larga y compleja por las inversiones que tendrán que hacer los centros, y
también porque el acceso a las centralitas de los automóviles necesitan
el permiso de los fabricantes, que, en muchos casos, supone pagar a la
marca, hasta ahora solo aplicable a los talleres. Estos ya llevan años
entrando en las centralitas de los vehículos y haciendo análisis de
gases, sobre todo en los diésel durante las revisiones pre-ITV.
Airbag, ESP
Otra de las novedades de las nuevas inspecciones es el mayor control de los sistemas de seguridad de los vehículos.
Algo valorado muy positivamente por Jesús Monclús, director de
prevención y seguridad vial de la Fundación Mapfre, es la verificación
de los sistemas de seguridad (ESP, ABS, airbag, sistema de
identificación, kilometraje, sistemas de alumbrado, o señalización).
Vital “para que sigan funcionando correctamente toda la vida útil del
coche porque ayudan a reducir el riesgo de lesiones casi un 50%”,
aclara.
Las inversiones de las estaciones de ITV es uno de los factores que
puede influir en la subida de los precios, entre otras cosas, porque
“harán falta varias máquinas (aún no existe una multimarca) para hacer
la diagnosis”, afirma Arturo de Miguel, técnico del RACE. Y el coste de
cada una puede alcanzar los 2.500 euros, a lo que hay que sumar las
actualizaciones anuales que suponen unos 700 euros más cada seis o siete
meses. Además, el personal ahora tendrá que tener categoría de técnico
de automoción, lo cual también supondrá un coste para las estaciones.
Desde el año 2000, los vehículos de gasolina, y desde 2003, los
diésel, están obligados a incorporar un euroconector (toma de diagnosis)
para acceder a la centralita del vehículo. Gracias a la OBD, las
estaciones tendrán acceso a la válvula que redistribuye los gases de
escape del vehículo (EGR), cuya configuración decide el fabricante del
vehículo para tener más o menos emisiones de óxido de nitrógeno (NOx),
las partículas más contaminantes, señala.
Una válvula que hasta ahora podía ser manipulada (abrierta o cerrada)
e incluso anulada por expertos con el software necesario, en caso de
avería, ya que el precio de reparación es muy elevado. Hasta 1.400 euros
puede costar la reparación de la EGR, una de las piezas que más falla,
sobre todo en los diésel con la última tecnología. Manipular su
configuración a partir de mayo supondrá no pasar la ITV.
“La diagnosis a bordo, además de entrar en el kilometraje de los
vehículos y descubrir los avisadores de radares, detectará los software
maliciosos, para evitar episodios como el dieselgate”, señala
Ángeles Rojo, responsable jurídica de RACE. E Industria quiere
asegurarse de que esto no vuelva a ocurrir. En AECA-ITV avanzan que se
está preparando una norma para que la ITV compruebe si los coches
llamados a revisión por Volkswagen han sustituido el software para superar las pruebas de homologación.
Otro de los elementos que el vehículo tendrá que tener impoluto es el
filtro de partículas, que –asegura De Miguel– “falla mucho en los
diésel porque se usan mucho en las ciudades y solo se limpian en
recorridos largos por carretera”. La otra opción es pasar por el taller
para cambiarlos.
“Evidentemente, si un filtro de partículas o una válvula EGR no
funcionan hay que limpiarlos o reponerlos”, dicen en Conepa, partidaria
del control de la electrónica de los vehículos al igual que de los
neumáticos o los frenos. “Lo que nunca se debe hacer es desconectarlos
ya que están para cumplir una misión y los vehículos han sido
homologados con ese fin”.
Otra de las novedades es que aunque se haga la ITV un mes antes, se
respetará la fecha de vencimiento marcada. Además el conductor podrá
elegir pasar la segunda revisión en otra estación, y se respetarán los
plazos de la ITV si el vehículo ya la ha pasado en otro país europeo.
Solo habrá que volver a pasarla si se ha sufrido un accidente que afecte
a elementos vinculados a la seguridad del vehículo como el chasis o el
motor.
Asimismo, los coches de renting de uso privado,
matriculados a nombre de un conductor, ahora tendrán que pasar la
revisión cada cuatro años en lugar de cada dos. Un cambio que excluye a
los rent a car y a las flotas de renting para uso profesional de varios conductores, que seguirán pasándola cada dos años.
Añadir elementos como bolas para remolques, baca, sujeciones para
bicicletas, o ruedas más anchas o diferentes a las del coche tendrá que
estar autorizado por la ITV y figurar en la tarjeta técnica del
vehículo, de lo contrario podrá ser sancionado. Además, la antigüedad
para que un coche sea considerado clásico y se pueda beneficiar de una
inspección diferente, a partir de mayo, será de 30 años.