La
globalización económica está muerta en opinión
del economista irlandés de la Universidad de Princenton, Michael
O'Sullivan, exasesor del banco Credit Suisse y autor del
libro “La Nivelación”
cuyo subtítulo es “¿Qué viene después de la
globalización?”. No todos coinciden con su visión del
futuro; sin embargo, la crítica lo considera uno de los libros más
interesantes.
Además, la consultora “Capital Economics” ha
publicado una nota de investigación titulada “El final
de la globalización”, que explica cómo 150 años de
globalización podrían haber alcanzado un pico significativo en los
últimos años, debido a la guerra comercial contra China. No
obstante, “Capital Economics” cree que no hay
una relación directa entre este estancamiento y la guerra
comercial, ya que la tendencia empezó antes de que se desatara
dicho conflicto económico.
La globalización ha propiciado el crecimiento económico y la
reducción de la pobreza, pero este proceso está en crisis por
múltiples razones: el ‘Brexit’, la elección del
presidente Trump, la guerra de Siria, la crisis de Ucrania, y la
crisis financiera de 2008. En los años posteriores a la caída del
“telón de acero”, quizás
hubo globalización económica, financiera y, hasta cierto punto,
tecnológica, pero no se globalizaron ni las instituciones ni las
ideas, ni mucho menos se globalizó la solidaridad internacional.
El final de la globalización económica está provocada por dos
sucesos fundamentales: la guerra comercial, y el cuestionamiento de
la hegemonía del dólar. Durante décadas, las élites han
distorsionado las ideas de democracia, globalización y derechos
humanos, con el fin de propagar su influencia por el mundo,
ganando mercados y suprimiendo sistemas políticos soberanos.
Ahora, la llegada del presidente Trump, en el seno del propio
liberalismo, se percibe por muchos expertos como una prueba de la
quiebra de esas ideas.
Ésta es la razón por la que miles de personas se unieron hace
tiempo a una campaña de recaudación de firmas que exige al
presidente Trump prohibir cualquier actividad de George Soros
y su familia, privarlo de la ciudadanía, y expulsarlo del país. El
especulador financiero y fundador de la “Open Society
Foundations” es acusado de manipular y sobornar a las élites
para propagar sus ideas.
MOMENTO HISTÓRICO
Opina el economista Michael O'Sullivan que el mundo de hoy se
encuentra en un momento histórico en el que se vislumbran dos
acercamientos a la vida pública. Por un lado están los países con
ideas democráticas basados en la economía de mercado y, por el
otro, aquellos con mayor presencia estatal en la sociedad y en la
economía.
A su juicio, existen países ‘niveladores’, con
libertades y derechos, y países y estados ‘leviatán’,
con menos libertades, que controlan el crecimiento, y ambos
deberían suscribir un acuerdo para conciliar sus
valores diferentes.
A juicio de Michael O'Sullivan se avecina un nuevo orden
multipolar emergente, en el cual tendrán poco protagonismo
instituciones bilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional, y tenderán a extinguirse, mientras que los
Estados-Nación se agruparán más por regiones con
poder económico y cultural.
Los principales defensores del multilateralismo han sido poderes
intermedios como Canadá, Australia, Suiza y los países
nórdicos. Sin embargo, los países más poderosos
actúan de modo unilateral, mientras que los países más
pequeños tienen poco poder directo en las relaciones
internacionales.
Para Michael O'Sullivan, Estados Unidos, la Unión Europea, China
y la India, serán las potencias dominantes más probables. Otros
países como Rusia, Gran Bretaña, Australia y Japón tendrán
que buscar su lugar en el mundo, mientras surgen nuevas coaliciones.
Sin embargo no menciona al bloque ibero-americano que, a mi
juicio, será una de las potencias mundiales en el futuro. Todos
los países pequeños se agruparán en regiones
geográficas, como la Unión Europea, para formar potencias
mundiales.
¿QUÉ ES LA GLOBALIZACIÓN?
La globalización es un proceso económico, tecnológico,
político, social y cultural a escala mundial, que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países
del mundo uniendo sus mercados, sociales y culturales, a través de
una serie de transformaciones sociales y políticas que les dan un
carácter mundial.
Sin embargo, la globalización económica es un proceso por el
que las economías y mercados adquieren una dimensión mundial con el
desarrollo de las tecnologías de comunicación, de modo que dependen
cada vez más de los mercados externos, y menos de la acción
autocrática de los gobiernos.
También se refiere a la creciente
integración económica de economías nacionales, regionales y
locales a través de una intensificación de las transacciones
fronterizas de bienes, servicios, tecnologías y capital.
LA TERCERA OLA
La tercera ola de la globalización comenzó a
finales de la década de 1980, impulsada
principalmente por los avances tecnológicos y el desplazamiento de
la mano de obra y del capital en todo el mundo a las regiones más
rentables.
“La Tercera Ola”
es un libro muy famoso publicado en 1979 por Alvin Toffler.
Con aire futurista, se basa en la historia de la Humanidad para
describir la configuración que tomará el mundo, una vez superada
la era industrial, lo que significa a la vez la superación de
ideologías, modelos de gobierno, economía, comunicaciones y
sociedades estructuradas alrededor de la producción centralizada
como en el industrialismo capitalista y comunista.
Alvin Toffler llama primera ola a la que surgió con la
revolución agrícola (desde el año 8000 A.C. hasta el siglo XVII).
La segunda ola surge durante el siglo XIX, con la Revolución
industrial. La tercera ola se manifiesta en los cambios que ha vivido
el mundo en los últimos 40 años, que han roto muchos paradigmas.
Mientras que el hemisferio occidental consumió durante tres décadas,
el hemisferio oriental fabricó los bienes de consumo, pero este
orden está cambiando a medida que el comercio mundial ha tocado
techo.
LA CUARTA OLA
La cuarta ola es una incógnita que no se ha definido bien
todavía. Uno de los
ingredientes fundamentales de la cuarta ola de la
globalización, serán
las economías emergentes que
no sólo serán exportadoras
de materias primas sino de productos manufacturados.
Además, la cuarta ola de la globalización
será el escenario de un crack económico y político en la
sociedad mundial, caracterizado por la caída de Occidente
frente a las economías emergentes, y los efectos de la crisis
financiera internacional.
La primera revolución industrial permitió pasar a la producción
mecanizada, gracias a novedades como el motor a vapor de agua, entre
1760 y 1830. Para la tercera hubo que esperar a mediados del siglo
XX, con la llegada de la electrónica y la tecnología de la
información y las telecomunicaciones. Ahora, el cuarto giro trae
consigo una tendencia a la automatización de la manufactura.
Lo que tenemos ahora se llama “Revolución 4.0”.
Alemania fue el primer país en establecer una estrategia de alta
tecnología en su programa de Gobierno, desde 2013, para llevar su
producción a una total independencia de la mano de obra humana.
Se basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura
física con ‘software’, sensores, nanotecnología, y
tecnología digital de comunicaciones. Es decir, robotización
industrial.
BAJA EL COMERCIO MUNDIAL
Según datos de la Organización Mundial de Comercio, el índice de
comercio mundial para finales del 2019 ha disminuido del 2,6% al 1,2%
debido al complejo panorama económico mundial, mientras que la
proyección del PIB ha caído del 2,6% al 2,3% para el mismo periodo.
Esta situación ha afectado de forma negativa a los mercados
emergentes, que son característicos de la región latinoamericana.
Así, en América Latina, se prevé que caerá el 2% el valor de las
exportaciones regionales de bienes para el final de este año.
Concretamente, en América del Sur se proyecta una mayor caída en el
valor de sus exportaciones para el mismo periodo, que puede alcanzar
el 6,7%, lo que representa un cifra de 34.850 millones de dólares,
según datos de la CEPAL.
(*) Periodista