MURCIA.- El nivel de vida, medido en términos de poder adquisitivo de la renta por habitante, ha crecido con notable intensidad tanto en la Región de Murcia (44,1 por ciento), como en el conjunto nacional (45,4 por ciento) en el periodo 1985-2008, según se desprende del informe hecha pública en la Memoria Socioeconómica y Laboral del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM).
El crecimiento económico, sin embargo, ha beneficiado relativamente en mayor medida a las clases más favorecidas de la sociedad. Entre 1999 y 2006, la mitad de la población más rica de la Región de Murcia ha aumentado su participación en la renta total, en detrimento de la otra mitad más pobre.
Así por ejemplo, el 20 por ciento más rico de la población ha aumentado su participación del 33,5 por ciento al 38,4 por ciento de la renta total en la Región de Murcia; mientras que el 20 por ciento más pobre ha pasado del 10,3 por ciento al 7,3 por ciento.
El territorio, la edad, el sexo, y sus diferentes combinaciones son clasificaciones explicativas de las disparidades observadas de renta. En el año 2006, el ingreso neto anual medio de los hogares constituidos en la Región de Murcia representa el 90,4 por ciento del promedio nacional.
En aquellos hogares cuya persona responsable de la vivienda es una mujer, el ingreso neto anual medio se sitúa en el 78,4 por ciento del ingreso medio de los hogares cuya referencia es un hombre, frente al 85,1 por ciento del promedio nacional.
Esta brecha de género se amplía con la edad de la mujer: si la persona responsable de la vivienda es una mujer mayor de 64 años, el ingreso medio del hogar supone sólo el 63,7 por ciento del ingreso medio de los hogares encabezados por un hombre.
Los resultados confirman que el crecimiento económico no garantiza la reducción de las tasas de pobreza. Las tasas de riesgo de pobreza, en un contexto macroeconómico tan favorable, han permanecido inalteradas a lo largo del periodo 2004-2007.
En promedio, aproximadamente, la tasa de pobreza se ha situado inalterablemente en torno al 25 por ciento de la población residente en la Región de Murcia. Otro tanto ha ocurrido en el país, aunque a un nivel más bajo, del 20 por ciento del conjunto de la población española.
No obstante, la acción pública tiene un efecto destacado en la reducción del riesgo de pobreza. Si se descontaran las transferencias monetarias públicas, es decir, pensiones o seguro de desempleo, el 40,6 por ciento de la población murciana viviría por debajo del umbral de pobreza.
La eliminación de las transferencias monetarias públicas afectaría en mayor medida a las mujeres, ya que la tasa de riesgo de pobreza se elevaría al 44,2 por ciento de dicho colectivo en la Región de Murcia.
Asimismo, se observa que la incidencia de las transferencias monetarias públicas sobre la tasa de pobreza es menor en la Región de Murcia. En 2006, por ejemplo, las transferencias han provocado una reducción de 15,2 puntos porcentuales en la tasa de pobreza, frente a 19,1 puntos porcentuales de caída en el conjunto del país.
En el periodo 2003-2007, se aprecia también una pérdida de eficacia de las transferencias monetarias públicas en la reducción de la pobreza. En 2003, la tasa de riesgo de pobreza antes de transferencias se situaba en el 48,4 por ciento de la población, frente a una tasa de riesgo de pobreza después de transferencias del 24,5 por ciento, lo que supone una reducción de unos 24 puntos porcentuales.
En 2007, dichas tasas de riesgo de pobreza se sitúan en el 40,6 por ciento y el 25,4 por ciento, respectivamente; suponiendo una reducción importante por menor, de 15 puntos porcentuales.
En el año 2006, la tasa de riesgo de pobreza en la Región de Murcia se situó en el 15,4 por ciento de la población total, según el estudio del CES. Los grupos más afectados son las mujeres mayores de 65 años, con una tasa de riesgo del 40,9 por ciento, y las niñas, cuya tasa de pobreza alcanza el 39,4 por ciento.
Los resultados confirman además la importancia del trabajo en el hogar, ya que la tasa de pobreza está negativa y fuertemente correlacionada con el tiempo potencialmente activo que dedican los hogares al trabajo.
En la Región de Murcia, el 79 por ciento de los hogares con hijos dependientes y en los que ninguno de sus miembros trabaja está en riesgo de pobreza, frente al 68 por ciento de promedio nacional. Esta podría ser una causa explicativa de la incidencia de la pobreza infantil.
El desfase relativo de la renta baja mediana, o gravedad de la pobreza, en la Región de Murcia alcanza un nivel del 35 por ciento del umbral de pobreza nacional, que se sitúa en 2006 en 7.203 euros, frente al 31,3 por ciento de promedio nacional. Los grupos con mayor desfase relativo son las mujeres de 16 a 29 años (35,5 por ciento), y los hombres de 45 a 64 años, (35,4 por ciento).
Un 14,9 por ciento de las personas residentes en la Región han sido pobres durante los tres años que componen el panel de datos del primer fichero longitudinal de la Encuesta de Condiciones de Vida (ciclos 2004, 2005 y 2006), frente al 7,4 por ciento en el conjunto del país. Asimismo, el 41,1 por ciento de los residentes ha sido pobre en alguno de los años 2004 a 2006, frente al 31,6 por ciento de promedio nacional.
El 14,2 por ciento de los hogares de la Región de Murcia declaran no disponer de ordenador porque no se lo pueden permitir frente al 7,6 por ciento en España. El 13,9 por ciento de los hogares de la Región responde que llega a final de mes con mucha dificultad, frente al 10,3 por ciento de promedio nacional.
El porcentaje de hogares murcianos afectados por problemas de delincuencia, violencia o vandalismo, es el 23,5 por ciento frente al 18 por ciento en el conjunto nacional.
La medida sintética de vulnerabilidad a la exclusión social refleja un riesgo superior en la Región de Murcia, reproduciéndose los patrones del riesgo de pobreza. El colectivo más vulnerable es de las mujeres mayores de 64 años, cuya tasa de riesgo es del 61 por ciento.
Si se atiende a la intensidad del trabajo en el hogar, el 84,6 por ciento de los hogares sin hijos dependientes en los que no trabaja ninguno de sus miembros está en situación de alta vulnerabilidad a la exclusión social.
Los municipios donde la proporción de población, que percibe prestaciones de este tipo, duplica la media regional se sitúan básicamente en la comarca del Valle de Ricote (Albudeite, Ojós y Ricote) y Moratalla. Los datos, que se refieren al año 2006, muestran a continuación, con una incidencia relativa superior al 1,5 de la media regional, la mayoría de municipios de las comarcas del Noroeste y Río Mula.
El rango de valores extremos lo ostentan Torre Pacheco, con una tasa de pobreza estimada de 25 por ciento, que representa la tasa más baja, y Ricote, con una tasa de riesgo estimada del 26,5 por ciento, el valor más alto de tasas estimadas de pobreza.