Concretamente, las entidades financieras españolas tienen vencimientos de 72.000 millones de euros en 2009 y de 78.000 millones de euros el próximo ejercicio, de acuerdo al último Boletín Financiero de la entidad que preside Emilio Botín.
Según el Santander, el sistema financiero español "no va a tener problema a nivel agregado" para atender a dichos vencimientos, gracias a las facilidades de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) y las medidas articuladas por el Gobierno en apoyo de bancos y cajas.
En este sentido, el banco resalta el elevado margen de apelación al BCE con que cuentan las entidades españolas, estimado en 1,4 veces el actual, junto a las lineas del Ejecutivo pendientes de aplicación, en torno a 180.000 millones de emisiones con aval y 30.000 millones del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF).
No obstante, de cara a optimizar la gestión de liquidez, el Santander considera "deseable" que el BCE alargue los plazos a los que otorga liquidez. "A la espera de un gradual restablecimiento de los mercados, la liquidez del sistema deberá continuar siendo asistida", estima.
Durante los años previos a la crisis financiera, el sistema financiero español había centrado su estrategia de captación de recursos en la emisión de títulos a largo plazo, principalmente cédulas y fondos de titulización, lo que le dotó de una estructura de vencimientos diversificada en el tiempo, indica.
A su parecer, esto le ha permitido afrontar "con relativa comodidad" los problemas de restricciones de liquidez surgidos en el mercado financiero desde verano de 2007 y de manera más significativa desde otoño de 2008, con el cierre del interbancario, la aversión al riesgo, y las salidas de capital de los fondos de inversión.