MURCIA.- El Colegio Oficial de Psicología (COP) de la Región de Murcia
habilitó el pasado mes de marzo un servicio telefónico gratuito para
atender los problemas emocionales de la población general provocados por
la actual crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. Hasta ahora,
más de un 40 por ciento de las llamadas reflejan un estado emocional de
ansiedad, seguido de desesperación, angustia y miedo.
También aparecen otros estados como tristeza, soledad, duelo ante
la pérdida, culpa o falta de control, según se desprende del análisis de
las primeras 250 llamadas atendidas por este dispositivo del Colegio de
Psicología de la Región, disponible en el teléfono '697-445403' desde
las 9.00 hasta las 22.00 horas, de lunes a domingo.
El Colegio destaca que el área con más demanda se corresponde con
lo que ellos llaman de manera genérica 'emergencias', y los
profesionales que atienden el teléfono llegan en ocasiones a tener que
atender a personas con "pensamientos suicidas", seguido de dificultades
relativas a problemas de salud mental y adicciones.
El 10% de las personas que llaman al teléfono lo hacen tras una
pérdida, atravesando un proceso de duelo, y muy de cerca le siguen las
llamadas en las que aparecen problemas de educación o manejo de los
hijos en el estado de confinamiento. En este caso, el Colegio advierte
que de no abordarse estos problemas de manera adecuada, "pueden incluso
derivar en violencia intrafamiliar".
En menor medida, el Colegio Oficial de Psicólogos ha atendido
llamadas de intervinientes o problemas relacionados con violencia. "Sin
duda, una convivencia que se está extendiendo tanto en el tiempo con
personas con las que puedes tener problemas de relación puede conllevar
situaciones difíciles de afrontar, aunque también da la oportunidad de
poder mejorar la comunicación en el entorno familiar", añade el Colegio.
En cuanto al perfil de los llamantes, el Colegio de Psicología de
la Región ha detectado una mayor demanda por parte de las mujeres, que
representan hasta el 71,3 por ciento del total. En ocasiones, no sólo
piden ayuda para ellas, sino que también buscan orientaciones sobre
algún familiar cercano.
Además, el 50 por ciento de las llamadas corresponde a personas
con edades comprendidas entre los 35 y los 55 años, mientras que el otro
50 por ciento de las llamas se distribuye de manera similar entre las
franjas de edades inmediatamente inferior (menos de 35 años) y superior
(más de 55 años). Prácticamente el 90% de las personas que han llamado
pertenecen a la población general, y el 12% a un grupo de riesgo.
El Colegio puso en marcha este dispositivo el 28 de marzo y ha
contado con dos niveles de intervención. Detrás del teléfono
'697-445403' se encuentran los miembros del Grupo de Intervención
Psicológica de Emergencias y Catástrofes (GIPEC) que cuentan con una
dilatada formación y experiencia acreditada en el manejo de situaciones
críticas.
En esta primera atención se presta la ayuda que solicita el
llamante a través de pautas psicoeducativas, de contención emocional,
disminuyendo su angustia o resolviendo la dificultad que presenta. Se
trata de una atención breve que atiende la preocupación que plantea la
persona y que pueden ser resueltas en este primer nivel.
En ocasiones, la persona requiere una respuesta más específica,
para lo que se cuenta con un segundo nivel de intervención, detrás del
cual se encuentran más de 250 profesionales de la psicología que son
expertos en diferentes áreas de intervención.
El objetivo es dar una respuesta más específica en casos de duelo,
en situaciones críticas, en el ámbito educativo o del manejo de los
hijos, en el tratamiento de las personas y el entorno donde existe
alguna discapacidad, con problemas neurodegenerativos, etc
Asimismo, en este segundo nivel se presta atención específica a
intervinientes como las personas que se encuentran en los centros de
mayores, y se abordan problemas de salud mental o de adicciones, de
violencia de género o problemas de maltrato en el entorno doméstico, así
como la atención específica a personas especialmente vulnerables.
A este segundo nivel se derivan en torno a un 25% de las personas
que han solicitado ayuda en el dispositivo. En otras ocasiones la
derivación se realiza a los recursos con los que cuentan las diferentes
administraciones públicas.
El Colegio ha resaltado la profesionalidad de quienes atienden
este dispositivo, por su formación y experiencia. A este respecto,
advierte del daño que se puede hacer a una persona "cuando se le atiende
sin los conocimientos, formación y titulación adecuadas".
En este sentido, el Colegio lamenta que se está encontrando con
recursos ofrecidos a la ciudadanía en esta situación de crisis que no
son atendidos por profesionales de la psicología. "Por ello, insistimos
en que es necesario tener la certeza de quién está ofreciendo el
servicio", según el Colegio, que es garante de esa atención.
Cabe recordar que, desde que se declaró el estado de alarma el
pasado 13 de marzo, la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de
Psicología de la Región de Murcia comenzó a diseñar un dispositivo de
atención psicológica dirigida a atender las dificultades que a nivel
emocional y psicológico pudieran tener diferentes sectores de la
población.
El Colegio de Psicología, experto en la intervención en otras
situaciones de crisis, conoce bien la necesaria intervención precoz en
circunstancias que pueden generar angustia, miedo, desesperanza o
incertidumbre como las que está produciendo el confinamiento.
Asimismo, el Colegio es experto en gestionar el duelo que
atraviesan los que han perdido a un familiar con las condiciones tan
difíciles que ocasiona la pandemia, en la que los familiares y allegados
no pueden acompañar a sus seres queridos, dificultando el necesario
tránsito y despedida.
Igualmente, el Colegio dispone de las herramientas para gestionar
la soledad que pueden sufrir las personas que viven solas, o las
dificultades que a todo esto hay que añadir si se trata de atender a
personas con alguna dificultad específica y que puede generar
conflictos. Asimismo, explica que se necesitan de otras estrategias o
herramientas para poder atender necesidades especiales como puede ser
una demencia o un trastorno concreto.
El Colegio advierte que esta atención es necesaria tanto en la
actualidad como en los próximos meses, "porque se van a sumar todas las
dificultades ya señaladas con aquellas que va a ocasionar la pandemia a
nivel económico y que van afectar a muchas personas, especialmente a las
que se encontraban ya previamente en una situación de especial
vulnerabilidad".
El Colegio remarca que para la atención de todas estas personas es
necesaria la presencia de profesionales de la psicología especialmente
en tres ámbitos específicos: psicólogos clínicos en los centros de
atención primaria; psicólogos en los centros de servicios sociales; y
psicólogos en los centros educativos.
Según los primeros datos que llegan desde China, algunas de las
consecuencias psicológicas adversas del COVID-19 tienen que ver con
depresión, estrés, bajo estado de ánimo, sintomatología postraumática,
ira, miedo, ataques de pánico, falta de concentración o desesperanza,
entre otros.
"Si se acentúan o cronifican estos problemas emocionales pueden
dar lugar a problemas mentales a más largo plazo", advierte el Colegio.
Por eso cree que se hace "más necesaria" la presencia de psicólogos en
los diferentes ámbitos señalados para poder abordar la sintomatología y
las dificultades de manera temprana.