“La candidatura Libertas-Ciudadanos a las elecciones
europeas de 2009, encabezada por el abogado Miguel Durán, no fue una
página menor de la intrahistoria de Ciudadanos, sino que ese partido hoy
es la proyección, en buena medida, de aquella iniciativa política, en
alianza con el multimillonario irlandés, Declan Ganley. Página oscura
que debe aclarar Albert Rivera, míster transparencia. Y ningún
momento mejor que ahora, en mítines, ruedas de prensa o en los debates
con los otros candidatos”. Quien así habla es Enrique de Diego,
periodista y fundador de Intereconomía que ha roto su silencio para
explicar a ELPLURAL.COM uno de los capítulos más oscuros de Ciudadanos,
el partido que según todas las encuestas podría disputar la victoria el
próximo 20 de diciembre al Partido Popular y al PSOE.
En declaraciones a ELPLURAL.COM, Enrique de Diego desvela
cómo se fraguó el pacto entre Ciudadanos y Libertas, qué papel jugó el
multimillonario Declan Ganley en la operación que sitúo como candidato
de la formación naranja a Miguel Durán, las vías de financiación de las
que supuestamente Albert Rivera se sirvió para promocionar su aventura
electoral y el papel que presuntamente jugó el presidente de
Intereconomía, Julio Ariza, en esta oscura operación que según de Diego
contó con el beneplácito del Partido Popular.
Un relato sobre el que Ciudadanos ha declinado pronunciarse.
La formación de Albert Rivera ha rechazado la posibilidad ofrecida por
ELPLURAL.COM de desmentir o matizar lo desvelado por Enrique de Diego,
quien en 2009 era uno de los rostros principales de Intereconomía y
comunicador clave de la llamada ‘caverna mediática’.
Por su interés informativo, este periódico ofrece a los
lectores la reconstrucción que de Diego ofrece sobre el pacto de
Ciudadanos con Libertas.
¿Por qué se fraguó el pacto entre Ciudadanos y Libertas?
“Esa candidatura era una más de las que se presentaban en cada nación
europea, bajo el patrocinio del multimillonario irlandés Declan Ganley.
Se trataba de llevar al Parlamento Europeo un grupo o lobby
pro-vida y eso indica el oportunismo proverbial de Albert Rivera que
entonces presentaba a Ciudadanos, en tiempos de vientos menos
favorables, como de centro-izquierda y llevaba en su programa una clara
postura favorable al aborto y a la eutanasia. Declan Ganley había puesto
en marcha Libertas como movimiento para impulsar el “no” irlandés en el
referéndum sobre el Tratado de Lisboa en 2008”.
¿Quién es Declan Ganley?
“Declan Ganley hizo su fortuna, tras la caída del Muro de Berlín,
con negocios con Letonia: importación de aluminio siberiano y
explotación de la riqueza maderera de la república báltica. De ahí, fue
expandiendo un imperio –Ganley Group of Companies y Rivada Networks- con
relación con el mundo de la comunicación a través de cable (…) Es un
multimillonario que se propuso llevar al Parlamento Europeo a un grupo
euroescéptico y con una postura clara a favor del derecho a la vida”.
¿Qué papel jugó Julio Ariza en el pacto entre Ganley y Rivera?
“En España, Julio Ariza consiguió ser el hombre de Ganley. Lo hizo
haciendo valer su condición de católico, su militancia provida y
presentándose como el propietario de un influyente grupo de
comunicación, que aseguraba la obtención de representación. La
candidatura fue el pacto de Julio Ariza y Albert Rivera, más un pequeño
partido, Unión del Pueblo Salmantino, que tenía una treintena de
concejales en pueblos pequeños. Albert Rivera obtenía, a cambio, un
trato de favor mediático por parte de Intereconomía, cuestión que
entonces le era fundamental”.
¿Cómo llegaron a tener tanta afinidad Ariza y Rivera?
“Ambos son exmilitantes del PP de Cataluña. Julio Ariza fue el
número dos de Alejo Vidal-Quadras, el secretario general del PP catalán.
Cuando, a petición de Jordi Pujol, José María Aznar descabezó al PP
catalán, Vidal-Quadras y Ariza encargaron una encuesta para conocer las
expectativas de voto en el caso de que rompieran con el PP y se
presentaran con unas siglas enfrentadas con el nacionalismo. Las
expectativas no eran malas: 4 diputados autonómicos. Pero Vidal-Quadras
prefirió pactar una sinecura en FAES y un puesto ulterior en la
Eurocámara, y también estaba en proceso de divorcio, así que quería
poner tierra de por medio. Vidal Quadras y Ariza abandonaron Cataluña
rumbo a Madrid, pero frente al poder tortuoso y esterilizante de los
Fernández dejaron un foco de resistencia en Nuevas Generaciones.
Fue a las juventudes del PP a las que se afilió Alberto
Rivera, con ficha de 10 de septiembre de 2002, avalada por los afiliados
18.813 y 24.221, con cuota de 30 euros anuales. Rivera permaneció como
militante del PP hasta tres meses antes de ser elegido presidente de
Ciudadanos, formación que surgía, con el lanzamiento de preclaros
intelectuales, precisamente para llenar el vacío dejado por el vidalquadrismo.
En noviembre de 2006, la secretaría de prensa de Ciudadanos emitió una
delirante y mendaz nota, en la que se decía que ‘Albert Rivera nunca ha
militado en ningún partido, nunca ha pagado ninguna cuota a ningún
partido político y nunca ha tenido carnet de militante alguno. La única
militancia en la que ha ejercido y ejerce es en el sindicato UGT. En
todo momento Rivera ha reconocido que, como muchas otras personas en
Cataluña, ha buscado su representación política en partidos
tradicionales y ha votado a CiU, PSC y PP en diversas elecciones sin que
de ello pueda desprenderse que ha sido militante en ninguno de esos
partidos’. Reescribía así su biografía Albert Rivera”.
¿Contaba la operación de lanzamiento de Ciudadanos-Libertas con el beneplácito del PP?
“Sí. Julio Ariza siempre pactaba este tipo de operaciones con el PP,
y específicamente con Mariano Rajoy, a quien vendió la operación como
una forma de frenar a UPyD, que en aquellos años iba con velocidad de
crucero, aunque había cometido el error de descuidar el flanco catalán,
centrada en Madrid, que es donde se atisbaba negocio y botín electoral.
De esa manera, Julio Ariza no se enfrentaba con el PP y podía participar
en una operación europea.
Libertas-Ciudadanos puede interpretarse como parte de ese
“juego sucio” de Julio Ariza en favor del PP y de Mariano Rajoy, del que
esperaba que fuera su cuerno de la abundancia. Con Libertas-Ciudadanos
se frenaba a UPyD, que no había conseguido consolidarse en Cataluña, en
favor de Ciudadanos, considerada una marca blanca del PP, alguien con
quien se podía pactar en el futuro. También, de paso, se cerraba
cualquier posibilidad a Alternativa Española, de Rafael López Dieguez,
que había hecho de la oposición al aborto su principal bandera, poniendo
en evidencia las contradicciones del PP en esa materia”.
¿Existía financiación para promocionar el pacto de Ciudadanos con Libertas?
“Dinero hubo. Y no poco (…) La clave es que iba a haber dinero, mucho
dinero, que Declan Ganley, el irlandés, como se le denominaba, con
alborozo esperanzado, en los pasillos del Grupo Intereconomía, era
inmensamente rico. Eso iba a catapultar a Intereconomía”.
Declan Ganley era una oportunidad de oro, un multimillonario
de chequera fácil y Albert Rivera estaba bien dispuesto a cambiar de
principios y a pasar del centroizquierda proclamado a la derecha
euroescéptica y confesionalmente católica. Quienes conocen personalmente
a Albert Rivera coinciden en definirle como un oportunista”.
¿Cómo se obtuvo el dinero para financiar esta aventura electoral?
“Miembros del equipo de investigación de Intereconomía, según numerosas
fuentes directas y solventes, viajaron a Dublín para recogerlo (he
contado este episodio en mi libro Dando caña).
¿Quién encabezó la candidatura Ciudadanos-Libertas? ¿Y por qué?
“Para encabezar la lista, Julio Ariza fichó a su amigo y abogado,
Miguel Durán, expresidente de la ONCE, con terminales periodísticas
dentro del Grupo, y, desde luego, no la mejor imagen para una oferta
regeneracionista, como la que se decía pretender”.
¿Cómo se produjo el “fichaje” de Miguel Durán?
“Fue Albert Rivera quien fichó, directa y personalmente, a Miguel
Durán como cabeza de lista de la candidatura Libertas-Ciudadanos a las
elecciones europeas de 2009. El presidente de Intereconomía, Julio
Ariza, actuó de mediador, los puso en contacto. La operación terminó por
concretarse en el restaurante Príncipe y Serrano, de la capital de
España, del Grupo Arturo, propiedad del expresidente de CEIM, Arturo
Fernández.
Lo de Duran con Libertas-Ciudadanos fue un fichaje exprés que
sorprendió a propios y extraños. Según declaró el propio Durán, “el
primer ‘input’ lo tuvo en enero pero dijo que no: ‘Yo estaba muy bien
con mis pequeños negocios y mis tertulias. Cuando ya me había olvidado,
el 24 de marzo, Julio Ariza me llamó para preguntarme si podía darle mi
teléfono a Albert Rivera, que estaba interesado en hablar conmigo. Quedé
a comer con Rivera el día 25. Me dijo que para hacer algo en las
europeas necesitaban a alguien con tirón, a un candidato que fuera
conocido, y que había pensado en mí’.
Al día siguiente, el ex presidente de la ONCE quedó a cenar con el
empresario irlandés Declan Ganley. Durán dijo lo siguiente del encuento:
‘Ganley me explicó por qué había votado ‘no’ al Tratado de Lisboa y yo
le dije que no iba a ser un candidato títere, que me gustaba el trabajo
en equipo’.
Finalmente, el 14 de abril, en el restaurante Príncipe y Serrano,
cerraban el acuerdo con la firma de dos ejemplares, uno en inglés y otro
en español. La firma se hizo en presencia tanto de Albert Rivera como
de Julio Ariza, quien, por cierto, tenía un amplio intercambio
publicitario con el Grupo Arturo, así que el almuerzo corrió a cargo de
Intereconomía”.
¿Quién es Miguel Durán?
“Miguel Durán lideró Tele 5 en su etapa más chabacana, la Tele 5 de
las Mama Chicho. Y luego había sido imputado por el juez Baltasar
Garzón, aunque el sumario terminó archivándose. Miguel Durán fue
presidente de Tele 5 y Onda Cero, como proyección de su cargo de
presidente de la ONCE y en calidad de hombre de Silvio Berlusconi. Durán
fue relevado en 1996 por cambio del accionariado. Fue imputado en 1998
por Baltasar Garzón y acusado por el fiscal Anticorrupción, Carlos
Castresana, quien le imputaba tres delitos continuados contra la
Hacienda pública, falsedad, otorgamiento de contrato simulado y
administración desleal, y pedía 14 años de cárcel y 133 millones de
euros. Fue absuelto por la Audiencia el 19 de abril de 2007. Durán
siempre argumentó que el objetivo era Silvio Berlusconi, cuya imputación
tuvo que dejarse en suspenso al acceder a la presidencia de Italia.
Pero aquello dejó una sombra de duda en la biografía de Miguel Durán.
Sus polémicas como presidente de la ONCE y luego en la oposición habían
sido agrias. Algunas de las más sucias artimañas se habían canalizado a
través de Intereconomía. Actualmente, Miguel Durán es el abogado de
Julio Ariza en el sumario por los ataques informáticos a la web
PrNoticias, de Pedro Aparicio. No era Durán un personaje sin aristas y
mucho menos una personalidad que sugiriera algo así, por alguna de sus
costuras, como regeneración”.
¿Qué papel jugó Durán en la coalición Ciudadanos – Libertas?
“Miguel Durán ejerció, en aquel tiempo, de militante, dirigente y
portavoz de Ciudadanos, de hombre fuerte de Albert Rivera. No fue un
personaje accesorio, sino que tomó parte activa en la formación, que
vivía un momento sumamente delicado, puesto que tenía tres diputados en
el Parlament, además de Albert Rivera, estaban José Domingo y Antonio
Robles, que abogaban por la integración en UPyD, formación entonces
mucho más fuerte. Albert Rivera se negaba. Años después, se volverían
las tornas”.
¿Qué opinión guarda Miguel Durán de su aventura política?
“Miguel Durán se quejaba, de continuo, de carencia de medios. Es
posible, y así lo apuntan las fuentes, que Julio Ariza considerara que
ese dinero (el aportado por Ganley), un millón de euros, era el mínimo
pago a la publicidad dada a la candidatura, con la presencia continua de
Miguel Durán en los programas de debate, y también con la proyección de
Albert Rivera, que pasó a ser un habitual, en su calidad de aliado
tácito del PP frente al ascenso de UPyD”.
¿Cómo acabó la aventura de Ciudadanos con Libertas?
“Fue un completo fracaso: obtuvo 22.903 votos, el 0,15 de los
emitidos. Los mejores resultados los obtuvo en Cataluña: Barcelona
(0,41%), Tarragona (0,28), Lérida (0,21), Gerona (0,20) y Salamanca
(0,37). Es un cadáver en el armario de Albert Rivera, que debe aclarar,
con pelos y señales, si quiere tener credibilidad en su reconversión de
galán centrista. Sería necesario que se hicieran públicas las finanzas
de aquella operación y que Albert Rivera, tan pulcro, en apariencia,
aclare su participación. Podría citarse, en la comisión de investigación
necesaria, a declarar a Declan Gauley y a quienes viajaron a Dublín. Y,
por supuesto, a Julio Ariza, Miguel Durán y Albert Rivera”.