La situación había devenido así en insostenible y era la sentencia de muerte política anunciada de un secretario general ya sin fuerza ni poder en Madrid.
Julio ha sido un mes de reflexión sobre Murcia en Ferraz y Moncloa. Los meses anteriores habían sido un ir y venir de progresistas murcianos a despachos socialistas de Madrid para informar y dar su opinión sobre la depresión del partido de Saura, porque ya estaba dejando de ser el partido de Zapatero y Blanco en Murcia.
Las alarmas llevaban semanas encendidas y ululando a todas horas pero el mermado líder seguía vendiendo que todo estaba bajo control y que había que ocupar el centro para arrebatar votos a mogollón a un Valcárcel sin crédito y bajo sospecha. Las encuestas de intención de voto lo remataron definitivamente y cerraron su accesibilidad al Gobierno central tras el episodio de la Confederación Hidrográfica del Segura, donde el mendaz político que es Zorita intentó acuchillar a Zapatero en el bajo vientre del PSRM.
Por cierto, Valcárcel debería estar tanto o más preocupado que Saura por su futuro político. Porque si Zapatero echa ahora el resto con el PSRM, la siguiente fase es desalojarlo a él de San Esteban aunque tenga que matar moscas a cañonazos. Seguro que él me entiende mejor que nadie lo que quiero decir porque el muy bravucón de feria lleva meses con el pañal pegado al culo como todo cobarde que sabe la tiene hecha.
El final de todo no será solamente pues para esa especie de cañamón de Pacheco, al que le faltan dos palmos y un timbre más grave de voz, sino para toda una superestructura que interfiere el funcionamiento de la democracia en la Región de Murcia. Hasta creo que otro caído será el actual coordinador de Izquierda Unida, José Antonio Pujante, por no dar la talla tampoco con lo del puticlub de Sevilla y arrugarse luego ante los grandes intereses de la derecha neofascista murciana. Debiera estar listo de papeles si le encuentran sustituto.
La cuestión es que a un PSRM sin rumbo ni destino, Ferraz lo ha puesto por fin boca abajo y dentro de tan solo un año casi nadie lo reconocerá de la catarsis que se va producir por decisión de Zapatero-Blanco-Pajín tras meses de recabar información de progresistas murcianos con independencia de criterio.
Por eso la otra gran víctima política de todo ésto es el todavía delegado del Gobierno, Rafael González Tovar que, como Saura, lleva meses jugando en Murcia contra los intereses políticos del inquilino de La Moncloa, tal vez captado por el resentido de Fuentes Zorita, antiguo jefe de filas de ambos en el Ayuntamiento de Murcia y la Comunidad Autónoma respectivamente.
Una vez abierto el melón por Ferraz y decidido que la regeneración urgente del PSRM debe ser pilotada por una mujer capaz del partido con acreditada trayectoria y capacidad de trabajo, la reunión reciente de la Ejecutiva regional fue un espectáculo donde Begoña García Retegui fue puesta al límite por los que ya se saben próximos a amortizar.
Pero esta médico de familia, acostumbrada a tratar con todo tipo de gente, aguantó bien el chaparrón y se agarró al recurso de la legitimidad para dar ese paso adelante que le insinúa Zapatero. Los capos del partido acababan de sacar sus navajas pero la vasca no se achantó aunque tuvo que morderse la lengua en aras de la estrategia marcada por Blanco.
Algunos de esos capos actúan por cuenta propia o de unos cuantos facinerosos políticos como ellos, pero otros están a lo que mande cierta derecha económica local, sin valores ni principios morales. De ahí que hasta el 6 de octubre ya se sepa que va a ocurrir de todo -espero que sin llegar al magnicidio- con el objetivo de conjurar la regeneración del partido de Zapatero en Murcia y aumentar así sus posibilidades de permanecer en La Moncloa hasta 2016. Porque toda la estrategia está más enfocada a ganar posiciones en las elecciones generales de 2012 que a tratar de remontar todas las encuestas respecto a 2011.
Lo normal sería que la virtual candidata suceda posteriormente a Saura en la secretaría general del PSRM, con independencia de cual sea el resultado electoral frente a Valcárcel pese a las asistencias externas, que me consta se activarán inmediatamente después del verano tras su puesta a punto la pasada primavera. Valcárcel también me entiende, y su hermano y el socio, espero que todavía más. Muerto Jara no se acabó la constancia por quienes tomaron el relevo, que no son, obviamente, ni Saura ni Paco Oñate, otro vicario del traidor Zorita.
Obligado Saura ahora a jugar el papel de capataz de Pepiño y Leire, en contra absolutamente de su voluntad porque no puede ni ver a Begoña Retegui, aparece ¡oh casualidad! un primer voluntario desde Calasparra para disputar el delfinato y ya se habla de un segundo sin ninguna proyección pública, un tal Joaquín López, en realidad puesto en circulación desde la sombra por el propio Saura en un ataque de rebeldía contra su sino y la negativa de aquellos '40 sabios' de los que un día habló como tabla de salvación personal pero que nunca logró reunir porque sabios no sé, pero tontos, desde luego, no parece que sean.
El problema del alcalde de Calasparra, Jesús Navarro, es su imagen poco socialista y las amistades que frecuenta, como el prenda de presidente de la Autoridad Portuaria y ladrilleros diversos a cual menos recomendable. No parece nada de fiar y muchos menos para los que saben su afinidad con el corrupto senador Hurtado o, el no menos, ex alcalde de Lorca, quien tampoco puede ver a la Retegui.
No parece casualidad que ante el giro de los acontecimientos el virtual candidato del PSRM a la alcaldía de Lorca, el inefable ex comunista Manuel Soler, aspirante a todo hasta el pasado fin de semana, se esté pensando renunciar y evitar así que pueda salir algo gordo en la campaña electoral y queden perjudicados así sus numerosos intereses económicos dentro del término municipal.
Otro candidato parado en seco por los acontecimientos y un tal José Luis Mazón -que le vino a Ferraz como anillo al dedo- es Rafael González Tovar, próximo, además, a cesar como delegado del Gobierno, a finales de septiembre o comienzos de octubre, por filtrar reiteradamente información interna sensible a elementos locales de la derecha más extrema en plan Fuentes Zorita. Su sustituto podría ser ahora alguien de la confianza personal de Zapatero, un cualificado funcionario del Estado capaz además de desactivar las potenciales candidaturas municipales de los sectores escindidos del PSRM y evitar así una sangría de votos progresistas, con clara ventaja añadida para las fuerzas murcianas de la reacción.
Como nadie en Madrid, y pocos en Murcia, se fían de Tovar, su precampaña para apuñalar a Saura y ser el candidato le ha traído problemas por todas partes, comenzando por el veto de Cartagena y la advertencia muy reciente de la propia Retegui por intentar hasta el último minuto minar la estrategia de Moncloa-Ferraz para regenerar el PSRM y ponerlo a punto para las elecciones generales de 2012. En su derrota, Tovar se ha llevado por delante hasta la potencial carrera política de su hija, María González Veracruz, actual vocal de la Ejecutiva federal pero profesionalmente una más que discreta bióloga protegida en otros tiempos , eso sí, por el malogrado José Ramón Jara.
El protegido de Saura es el tal Joaquín López, un abogado imberbe del Bajo Guadalentín, sin perfil profesional ni político, parece que poroso, y que intereses ajenos al PSRM tratan de vender ahora en la prensa subvencionada como un 'mirlo blanco' para la ocasión. Todas las fuerzas externas de la reacción van a tratar de construir sobre él una alternativa a García Retegui para seguir teniendo de rodillas al partido de Zapatero en Murcia. No hay que olvidar que gracias a su concurso se originó la cadena de escisiones en determinadas agrupaciones y que en todos los casos de corrupción del PP llevados por el PSRM a los tribunales apretó sin ahogar. ¿Quintacolumnista? Si no lo es, lo parece.
Es un personaje a imagen y semejanza del propio Saura, quien durante todo el tiempo que ha estado al frente del PSRM sin Jara como vicesecretario general y sucesor natural, ha frenado un montón de iniciativas políticas rentables electoralmente para los socialistas murcianos para no perjudicar intereses de la derecha más grosera. Esa es la explicación teórica del suelo electoral alcanzado por el partido durante la época del actual secretario general, que tiene la vista puesta en sacar tajada personal de su conducta cuando acabe su vida política.
Si se detiene uno a analizar el discurso de Saura se ve enseguida que es monocorde, monotemático, plagado de generalidades sobre el ladrillo y la especulación pero sin molestar a nadie concreto; exactamente igual que hace Pujante, de IU, y la prensa subvencionada para simular las funciones propias que se les suponen. Saura ha sido un gran impostor, como Hurtado, Ramón Ortíz o Miguel Navarro. Nada de incordiar a la derecha de la ciudad de Murcia ni a la mafia.
Saura cree que su entreguismo a esas fuerzas y a grupos de presión pasa desapercibido o no se nota pero se equivoca. Cuando ha tratado de llevar la farsa a zonas de mayor credibilidad implicando a terceros para seguir engañando a Ferraz, ha conseguido el efecto contrario y ha hundido más la marca PSRM desde el punto de vista electoral. ¿Era ese su objetivo oculto o es tan inepto como aparenta?
El partido de los socialistas murcianos está sumamente débil, dividido y sin la más mínima credibilidad ante el electorado; ideal para Valcárcel y algo que irritó siempre al diputado Bermejo quien, por cierto, ha dejado de venir por Murcia desde hace meses al ver que Saura ha dejado a Zapatero casi sin partido en esta región-circunscripción electoral.
Ahora la situación ha empeorado con las escisiones en media docena de agrupaciones socialistas aunque lo que más preocupa en Ferraz es la provocada en Cartagena por cualificados militantes capaces de controlar desde fuera esas agrupaciones abandonadas y que jueguen a la contra en los procesos electorales que se avecinan.
Ese proceso provocado desde Princesa por incapacidad política ha sido el detonante de la desautorización a Saura y de la puesta en marcha de una estrategia que pasa por el relevo a corto plazo en la Delegación del Gobierno por su incompetencia para reparar el daño causado a las siglas desde la sede del partido.
¿Qué es lo que ahora desea Ferraz aunque diga con la boca pequeña, pero lo diga en pleno mes de agosto, que no va a intervenir pero que quiere a Retegui al frente del PSRM? Comenzar la poda de testas y huevos de cara a 2012 para afrontar esas elecciones con una organización renovada en Murcia y capaz de sumar escaños en vez de restar, como hasta ahora. Vamos, nadie del pasado excepto una mínima continuidad para poder reconocerse y ser reconocidos, como Rosa Peñalver, actual presidenta del PSRM, y persona bastante cercana a Zapatero.
Saura se resiste, Retegui no es su candidata aunque lo sea de Ferraz y de los apoyos de la militancia que pueda reunir pese a la campaña de propaganda en contra que ya se avecina en casi todos los medios de comunicación regionales, creo que con tres o cuatro excepciones. Ya hemos visto algo de la estrategia de acoso y derribo de la vieja guardia (Jesús Navarro) y también de la del 'aparato' de Princesa si se atreve finalmente: el tal Joaquín López, actual vicario de Saura y joven más que ambicioso.
El actual secretario general busca con esa posibilidad de un 'don nadie' asegurarse en las primarias una alternativa a los Hurtado-Miguel Navarro-Ramón Ortíz si Retegui se cansa y se retira de la contienda. O ponerselo difícil a la vasca fraccionando al cuerpo electoral interno y debilitar así la legitimidad que pudiera lograr la candidata de Ferraz, incluso forzarle a una retirada por insuficiencia de apoyo ya que sabe que la segunda fase de esta estrategia es relevarle a él mismo al frente del PSRM.
Por todo lo anterior no es difícil preveer la feroz pero sutil campaña mediática que unos y otros le van a montar en la prensa local controlada a la candidata de Ferraz para evitar que consiga el apoyo mayoritario de la militancia y Zapatero muerda el polvo de la tierra murciana. Fuerzas enquistadas del PSRM que no dan clavo e incapaces de alcanzar el futuro, y fuerzas retardatarias de la sociedad murciana a las que no interesa ningún tipo de impulso capaz de derribar a su monigote ya se mueven para conjurar e impedir la regeneración cierta de la alternativa.
Quizá no calculan bien que el siguiente zapatazo de Ferraz sería disolver el PSRM y crear una gestora presidida por persona de su confianza, aparte de darle un susto de muerte a quien todos estamos esperando. Y hasta aquí por hoy.