MURCIA.- El exjefe de Infraestructuras de Adif para la zona de Levante José
Luis M.P., investigado en el presunto fraude en obras del AVE que podría
superar los 15 millones, declaró al ser detenido que el dinero que
obtenía por sus trabajos lo llevaba a Suiza "hasta que se cansó de ello y
lo dejó en su casa o en cajas fuertes".
Según se recoge en las diligencias judiciales, el exalto cargo del
Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) prestó declaración
en febrero pasado, aunque hasta ahora no se conocía el contenido de sus
manifestaciones por el secreto que pesaba sobre la causa.
Durante el interrogatorio, que se prolongó durante más de cuatro
horas y media, este ingeniero manifestó que durante una etapa de su vida
profesional, desde 1975 hasta 2006 o 2007, cobró en dinero negro
trabajos realizados para diversos estudios o urbanizaciones y a partir
de entonces "no cobró, ya que paró".
Este investigado admitió que los dos millones de euros en metálico
que "afloró" en 2012 a través de la amnistía fiscal procedían de sus
trabajos y que hasta 2009 los llevaba a Suiza.
Según las diligencias de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en
los registros llevados a cabo en inmuebles de su propiedad y en cajas
fuertes bancarias fueron intervenidos 147.000 euros, 55.680 francos
suizos, casi 45.000 dólares estadounidenses y 1.130 canadienses y 180
rublos, junto con 8 pesos argentinos.
Esa regularización fiscal fue uno de los primeros indicios tenidos en
cuenta por los investigadores de la presunta percepción de este
investigado de fondos procedentes de los sobrecostes de las obras de
reposición de infraestructuras hidráulicas afectadas por el tramo del
tren de alta velocidad comprendido entre Crevillente y
Murcia.
Para el juzgado de instrucción de Murcia que investiga el presunto
fraude, este exjefe de Adif podría ser "uno de los principales
implicados en la trama" defraudatoria, que se habría repartido
supuestamente los fondos procedentes de la emisión de facturas falsas
por los sobrecostes aprobados, algo que él niega.
A lo largo del interrogatorio, se acogió en varias ocasiones a su
derecho a no declarar, como cuando los agentes quisieron saber qué
relación tenía con una sociedad radicada en Suiza que era titular de la
mayoría de participaciones de otra de la que uno de sus hijos fue
nombrado administrador.
Al responder a otra cuestión sobre ese mismo hijo, indicó que era
pintor y socio de un bar de copas y que creía que vendía poco, pero que
vivía "de sus propios ingresos".
Los agentes le preguntaron entonces cómo se explicaba que fuese
partícipe de una sociedad que es propietaria de 28 inmuebles en Orense, a
lo que se limitó a contestar que "será porque se lo ha regalado su
madre".
Al darle la palabra a su abogado defensor, este comentó que dada la
edad del investigado -más de 70 años- y la duración de esta diligencia,
habría manifestaciones que sería preciso matizar en su momento, máxime
-añadió- si se tienen en cuenta las limitaciones que imponía el secreto
de las actuaciones que todavía estaba vigente.
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