jueves, 27 de julio de 2023

Agricultores españoles: «La UE nos exige unas normas fitosanitarias que no demanda a Marruecos»


MADRID.- Los agricultores españoles llevan reclamando desde hace años que se establezcan las mismas medidas para los productos de dentro de la Unión Europea como para los que vienen de países terceros.

El trabajador del campo destaca que la Unión Europea exige a los agricultores comunitarios una serie de medidas fitosanitarias por la salud de los consumidores que, sin embargo, no demanda a países terceros. 

 «Estos se rigen por sus propias normas, por lo que si en esos países están autorizados esos productos, se pueden vender aquí». 

Por ello, atendiendo al caso reciente de las sandías, ven con buenos ojos traer producto extranjero si no hay suficiente producción en España. No obstante, recalca que los agricultores españoles se preocupan «por la salud de los consumidores», motivo por el que la UE «debería poner las mismas condiciones a los productos que vienen de fuera».
 
Igualmente, se muestran exhaustos y señalan que los trabajadores del campo están ya «cansados de pelear». «Llevamos muchos años exigiendo esas cosas y Europa lo que nos dice es que no pueden ser tan estrictos porque hay que ayudar a esos países, y es algo que nosotros no entendemos. Queremos tener peso en Bruselas para que a los españoles nos escuchen, y no que los cuatro o cinco lobbies de países del centro de Europa sean los que dominen la situación agraria», denuncian.
 
Andrés Góngora, de la ejecutiva de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), destaca que la alerta sanitaria de las sandías procedentes de Marruecos viene a certificar lo que llevan denunciando muchísimos años, que los productos que vienen de fuera «están producidos en condiciones diferentes con herramientas fitosanitarias diferentes», motivo por el cual se ha emitido esta alerta sanitaria.
 
Desde COAG se muestran indignados por este acontecimiento y exigen a España, a Francia y a la UE que se conozca el nombre del importador, no solo la retirada de la mercancía: «Tiene que instaurarse un régimen sancionador contundente para aplicar a este tipo de empresas que están inundando nuestros mercados con productos de muy mala calidad».
 
 Este lunes los medios de comunicación nos hacíamos eco de una alerta sanitaria que afectaba a un lote de sandías proveniente de Marruecos que contenía altos niveles de metomilo, un pesticida no autorizado en la Unión Europea (UE).
 
A pesar de que el sistema de alerta rápida para alimentos y piensos de Europa (RASFF) emitió la alerta el pasado día 14 de julio, la organización de consumidores Facua lo difundió esta semana, subrayando los efectos adversos en la salud que podría suponer la ingesta de las frutas contaminadas.
 
Este episodio ha reavivado una demanda sostenida de los agricultores españoles.
 
El metomilo es una sustancia que está erradicada desde hace mucho tiempo en la agricultura española. Se usa como pesticida y puede tener consecuencias graves en algunos casos. Los síntomas de intoxicación por esta sustancia son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores, debilidad muscular y visión borrosa.

El Supremo rechaza la suspensión del caudal ecológico del Tajo que pedían Murcia y la Diputación de Alicante


MADRID.- El Supremo ha rechazado la petición de la Región de Murcia y de la Diputación de Alicante de suspender de manera cautelar los caudales ecológicos escalonados en el río Tajo previstos para 2026 y 2027 entre la presa de Bolarque, en Guadalajara, y el embalse de Valdecañas, en Cáceres. Los jueces, como ya hicieron con un recurso similar de la Generalitat Valenciana en mayo, no ven necesaria la urgencia en la toma de esta decisión. 

La preservación de un mínimo de caudales ecológicos para mantener la vida en los ríos fue aprobada por el Consejo de Ministros a finales del pasado mes de enero. Fue la Comunitat Valenciana la primera en recurrir. Luego llegaron los recursos de Murcia y la Diputación de Alicante. Se da la circunstancia que al frente de la Diputación de Alicante, cuando presentó el recurso, estaba Carlos Mazón, hoy president de la Generalitat Valenciana por el Partido Popular.

El plan del Gobierno central incluía subir el mínimo de seis metros cúbicos por segundo que debe llevar el Tajo a su paso por la localidad madrileña de Aranjuez para enviar al Segura, una cantidad que subirá hasta los 8,65 metros cúbicos en 2027.

Frente al interés de preservar los ecosistemas fluviales, el sector del regadío en Alicante, Región de Murcia y Almería dice que, si se garantiza ese caudal ecológico –que es obligatorio legalmente–, su industria es inviable. 

En defensa de los intereses del sector del regadío han salido sus respectivas administraciones, de ahí la presentación de recursos para intentar retrasar la medida. Por contra, el Ejecutivo de Castilla-La Mancha –comunidad que cedería el agua– aplaude que el Tajo lleve más caudal.

En enero, cuando se aprobó el caudal ecológico, la vicepresidenta tercera Teresa Ribera reafirmó “el compromiso de este Gobierno con el levante, la España más seca”.  

“La fijación por primera vez de un caudal ecológico en el Tajo, nos obliga a imaginar para que eso no suponga ningún riesgo para la disponibilidad de recursos en las cuencas que han contado hasta ahora con el agua del trasvase. Alicante, Murcia y Almería tendrán agua”, añadió.  

La pérdida de poder adquisitivo lleva a los españoles a la ruina


MADRID.- Según los datos recogidos por El Debate del estudio IX Monitor Adecco, el incremento de los salarios en España en el último año ha sido del 4 % (el segundo mayor incremento registrado desde 2008), hasta situarse en los 1.822 euros. Sin embargo, se observa que el salario medio registra una pérdida en el poder de compra de un 7 % de poder adquisitivo.

Durante los últimos cinco años, se ha acumulado una caída del poder adquisitivo de la remuneración media del 2,5 %. Esto supone una pérdida de aproximadamente 44 euros por mes o, lo que es lo mismo, 523 euros anuales comparándolo con las estadísticas de 2017.

Salarios y precios

La relación entre precios y salarios es un aspecto muy importante de cara al consumo y a la economía en general. Según las estadísticas del INE, en el último trimestre de 2022 y en los tres primeros meses de 2023, el consumo de los hogares se redujo en un 1,6 % y un 1,3 %, respectivamente. No obstante, y a pesar de que los salarios están aumentado más rápido que la inflación, el poder adquisitivo perdido no se recuperará al completo.
 
El hecho de aumentar los precios en un momento de inflación se conocer como efectos de segunda ronda, que se definen como efectos inflacionarios producidos por los propios efectos derivados de una inflación original y que son provocados por las subidas en los costes. En el caso de nuestro país, la inflación es menor que la de Francia o Alemania porque los efectos de segunda ronda son más bajos.

Sectores afectados

En el desglose por sectores del año 2022, del informe de Adecco, se muestra que las tres actividades más afectadas y en el que el salario medio perdió mayor poder de compra fueron Industria, Construcción y el sector Servicios.
 
El salario medio de la construcción fue el más perjudicado, con una reducción del 5 %, que se traduce en aproximadamente 85 euros menos por mes o 1.022 euros por año. Las grandes empresas pagan salarios más elevados, pero eso no implica que su poder de compra sea más favorable, más bien al contrario, ya que entre 2017 y 2022, estas empresas fueron las más afectadas, con un -6,1 %. Por contra, las pequeñas empresas han sufrido menos estos efectos (-0,8 %).
 
Por sectores, las grandes empresas constructoras han perdido un 13,9 % de poder adquisitivo, frente al 9,4 % de las industriales y el 5,2 % de las dedicadas a Servicios. Las empresas de tamaño medio han perdido un 9 % en Industria, un 5,7 % en Construcción y un 1, 4 % en Servicios.
 
Por su parte, las pequeñas empresas han experimentado una pérdida del 3,6 % en Industria, del 4 % en Construcción y son las únicas que han mejorado durante este periodo en el sector Servicios, con un +0,3 %.

Salario medio por comunidades

Todas las comunidades han perdido poder adquisitivo desde 2017. Extremadura (1.487 euros), Canarias (1.568 euros), Murcia (1.581 euros) y Castilla y León (1.621) son las que menor salario medio tienen en comparación con la media española, situada en 1.822 euros anuales.
 
Las comunidades que superan la media son Cataluña (1.954 euros), Navarra (1.971 euros), País Vasco (2.099 euros) y, en primer lugar, la Comunidad de Madrid, con 2.139 euros mensuales de media.

Tres comunidades autónomas alcanzan el pleno empleo y otras cuatro lo rozan


MADRID.- Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el empleo creció en España hasta superar por primera vez los 21 millones de trabajadores, a la vez que el desempleo descendió hasta cifras históricas del 11,6% de media nacional.

Si bien el descenso del paro ha sido generalizado, no se ha comportado de la misma forma en todas las comunidades autónomas. Si en algunas lo hizo de forma notable, en otras los datos se han quedado más cortos. Quienes más redujeron el desempleo han sido Balears(58,16%), Navarra (27,39%), La Rioja (26,34%), Asturias (18,75%) y Catalunya (17,28%). Sin embargo lo han hecho en menor medida otras como Andalucía (-0,17%) o Aragón (-3,68%).

Según los datos hechos públicos por el INE esta jueves, tres comunidades autónomas han reducido en número de parados por debajo del 8%, cifra que el Gobierno ha puesto como marca para decretar el pleno empleo. Estas regiones son Balears (7,15%), Euskadi (7,13%) y La Rioja (7,46%).

Otras cuatro comunidades que se han quedado a las puertas de ese porcentaje y podrían alcanzar el pleno empleo en breve son Cantabria cuya tasa de paro fue del 8,12% en el segundo trimestre de 2023. También se acercó Catalunya, que marcó un desempleo del 8,44% en el mismo trimestre. A estas dos las siguen con unas décimas más Aragón, que se quedó con un 8,59% de desempleo y Navarra, con un 8,79%.

En las antípodas de estos datos están regiones como Ceuta y Melilla, que según datos de la EPA, con un 27,37% y un 19,42% respectivamente. 

Este máximo de contrataciones y el mínimo histórico de desempleados vienen a consolidar una tendencia positiva registrada por la EPA en las últimas encuestas y continúan la tendencia del último año, cuando el empleo creció en 588.700 personas, un 2,88%.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que los datos de la EPA son el "reflejo de la fortaleza y el dinamismo de la economía española que favorece a familias y empresas".

Cifras ya casi desconocidas desde 2008

En el segundo trimestre se aceleró la creación de empleo, con un incremento de la ocupación de más de 600.000 trabajadores. La población activa se incrementó en 238.600 personas hasta las 23.819.200 personas, alcanzando también un nuevo máximo histórico.

La ocupación alcanzó las 21.056.7000 personas en el segundo trimestre de 2023, lo que supone un récord histórico de personas trabajando, según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el segundo trimestre del año se aceleró la creación de empleo, con un aumento de 603.900 trabajadores, lo que, unido al aumento de la población activa, que también alcanza un nuevo máximo y se sitúa en 23.819.200 personas, y la reducción de la tasa de paro hasta el 11,6 %, reflejan el dinamismo y cambio estructural del mercado laboral, la eficacia de las reformas adoptadas y la fortaleza de la economía española.

El paro se redujo de abril a junio en 265.300 personas, un 11,68 %, (-6,61 % con datos corregidos de estacionalidad), El número total de desempleados se situó en 2.762.500 personas y el paro descendió hasta el 11,6 %, la tasa más baja desde 2008.

Hay que destacar también que en el segundo trimestre ha aumentado la ocupación y descendido el paro en todas las Comunidades Autónomas, reduciéndose también en casi 140.000 el número de hogares con todos sus miembros en paro.

Durante el trimestre ha seguido reforzándose la estabilidad del empleo, con un incremento de los contratos indefinidos de 410.000, frente a los 95.400 temporales, lo que ha permitido que la tasa de temporalidad se mantenga en el mínimo del 17,3, que acerca a España a la medida europea.

Asimismo, hay que señalar que todo el empleo creado en el segundo trimestre ha sido en el sector privado, con 610.100 trabajadores más y un descenso de 6.200 del sector público. En estos meses el número de trabajadores autónomos se incrementó en casi 100.000 personas.

En este contexto de mejora del empleo, es especialmente significativo el aumento de la población activa, que en este periodo se incrementa en 238.600 personas hasta alcanzar los 23.819.200 trabajadores, poniendo de manifiesto la confianza de los trabajadores en encontrar un puesto de trabajo pese al difícil entorno exterior.

Ocupación

La ocupación se incrementó en 588.700 personas en el último año (+2,88 %), hasta situarse en 21.056.700 personas, la cifra más alta de la serie histórica. En el último trimestre la ocupación aumentó en 603.900 personas (+2,95 %). En términos desestacionalizados, creció un 1,4 %.

El empleo en términos interanuales registró el mayor crecimiento en el sector Servicios, con 658.000 ocupados más y Construcción, con 20.800 y bajó en Industria en 50.500 personas y en Agricultura en 39.600. En el segundo trimestre del año, el sector Servicios creó la mayor parte del empleo, con 606.000, seguido de Construcción, con 60.900 más, Agricultura, con 1.500, mientras que descendió en Industria, con 64.500 ocupados menos.

Por lo que respecta a las Comunidades Autónomas, la ocupación aumentó en todas las regiones en los últimos 12 meses. Los mayores aumentos se produjeron en Cataluña, con 133.000 ocupados más, Andalucía, con 101.600 y la Comunidad Valenciana, con 72.700.

También en el segundo trimestre aumentó la ocupación en todas las Comunidades. Los mayores incrementos se dieron en Cataluña, con 132.700 empleados más, Islas Baleares, con 108.100 y Madrid, con 77.300.

Sigue la positiva evolución del empleo indefinido con un incremento de 1.3140100 personas en los últimos 12 meses, mientras que el temporal disminuyó en 764.300. En el segundo trimestre esta tendencia continuó, con un alza de 410.100 asalariados indefinidos y 95.400 temporales. De esta forma, la tasa de temporalidad disminuye hasta el 17,3 %.

También siguió aumentando el empleo a tiempo completo, con un incremento de 559.200 personas en el último año, muy por encima del empleo a tiempo parcial, que aumentó en 29.500 personas. En el segundo trimestre se mantiene esta tendencia, con un aumento de 561.500 trabajadores a tiempo completo, frente a los 42.500 a tiempo parcial, lo que ha permitido que la parcialidad se reduzca hasta el 13,52 %.

Por género, el empleo femenino se ha incrementado en 308.200 personas en el último año y continuó creciendo en el primer trimestre, con 271.800 mujeres más ocupadas. Por su parte, la ocupación masculina en términos interanuales también se elevó en 280.500 trabajadores y en 332.200 en el último trimestre.

Desempleo

El paro se redujo en 157.000 personas en el último año (-5,38%), con una disminución de 365.300 personas en el segundo trimestre (-11,68 %) hasta las 2.762.500 personas, reduciéndose la tasa de paro hasta el 11,6 %, la más baja desde 2008. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del -6,61 %.

En términos interanuales, el paro desciende en Agricultura, con 13.500 parados menos y en Construcción, con 6.200 desempleados menos. Por el contrario aumenta en Servicios, con 64.700 parados más, y en Industria, con un incremento de 2.800. En el segundo trimestre del año, el desempleo se reduce en todos los sectores, especialmente en Servicios, con 208.600 parados menos.

Por Comunidades Autónomas, todas registran descensos del paro en el último año. Los mayores descensos en términos anuales se produjeron en Canarias, con 25.200 menos, Cataluña con -23.700 y Galicia, con un descenso de 19.700.

Estas cifras se registraron tras un último trimestre en el que también se redujo el paro en todas las Comunidades. Las mayores bajadas se dieron en Cataluña, con 70.400 parados menos, Islas Baleares, con 68.600 menos y la Comunidad de Madrid, con 49.900.

Durante el segundo trimestre ha seguido reduciéndose la tasa de paro femenina, que se situó en el 13,2 %, la menor desde 2008, y la tasa de paro masculino descendió hasta el 10,27 %. También sigue bajando el paro juvenil, que se sitúa en el 27,9 %, de nuevo la menor tasa desde 2008.

¿Quién ha ganado las elecciones? / Santiago Alba Rico *


España es un país difícil. La derecha lo quiere simplificar. Es ese, desde los Reyes Católicos, su impulso histórico: lo llamaré el "método Procusto", por el mitológico ladrón que ajustaba el cuerpo de sus huéspedes, sierra o martillo mediante, al tamaño de la cama; o también "método Gordias", en referencia al complicadísimo nudo que Alejandro Magno, sin tiempo que perder, cortó de una cuchillada para conquistar la Frigia. La derecha quiere decidir el tamaño de España. La derecha quiere deshacer el nudo llamado España a golpes de espada.

Como sabemos, hay dos figuras retóricas que utilizamos con frecuencia, de manera cotidiana y banal, y de las que a veces abusan los periodistas y los políticos. Tenemos, por un lado, la sinécdoque, que consiste en nombrar la parte por el todo o viceversa; y tenemos la prosopopeya, mediante la cual atribuimos cualidades humanas a una entidad o concepto abstracto. 

Sin ellas sería muy difícil hablar y casi imposible dar la mayor parte de las noticias; pero su uso esconde a veces trampas conceptuales potencialmente engañosas. "Los españoles votan a la derecha" o "los españoles votan a la izquierda" son sinécdoques a través de las cuales solemos resumir un resultado electoral, olvidando que los partidos que pierden las elecciones también están compuestos de españoles. "España vota a la derecha" o "España vota a la izquierda" son, por su parte, prosopopeyas que se representan España como una persona vida dotada de una única voluntad.

Si pretendemos titular las elecciones del pasado domingo mediante estas dos figuras retóricas, hay que reconocer que tan legítimo es que Feijóo declare que "España y los españoles han votado al PP" (pues ha sido, por los pelos, el partido más votado) como que Sánchez y Díaz afirmen que "España y los españoles rechazan las políticas reaccionarias del PP y de Vox"" (toda vez que, en efecto, el resultado no da a la derecha una mayoría suficiente para formar Gobierno). 

¿Quién ha ganado entonces las elecciones? No las ha ganado, no, la derecha, pese a la exigua ventaja en votos de Feijóo sobre Sánchez,  pero tampoco —seamos un poco sensatos— las ha ganado la izquierda, por muy grande que sea nuestro alivio desde el pasado domingo.

¿De quién ha sido la victoria? Las elecciones, digamos la verdad, las ha ganado la dificultad. Y eso es manifiestamente bueno. Pues si aceptamos, como sostengo en el primer párrafo, que España es un país difícil (una radical complejidad histórica y territorial, un nudo endiablado), podemos rematar todos estos tropos poéticos afirmando que "España ha elegido la dificultad" o, valga decir, que "España se ha votado a sí misma" o, a modo de colofón retórico, que "España ha ganado las elecciones". 

Esto es lo realmente bonito e incómodo del 23J: España quiere ser difícil, aunque no quepa bien en el lecho de Procusto; pide ser desatada con cuidado, como un nudo enrevesado, y no ser forjada en un molde de un solo hachazo. Este "querer ser difícil" es lo que a veces se llama, con otro nombre, democracia.

Bienvenida sea, pues, esta dificultad precariamente victoriosa que la derecha, desde don Pelayo, quiere simplificar de un tajo. Bienvenido sea un resultado electoral que reivindica —también por los pelos— la complejidad democrática sobre la simplicidad retórica y autoritaria. Bienvenido sea ese país difícil que asoma a veces entre las costuras y que nunca acabamos de construir.

España, sí, es un país difícil y lo es por muchas razones. Algunas las comparte con el resto del mundo: neoliberalismo revolucionario, desigualdades sociales, descrédito de las instituciones democráticas. Pero frente a las crisis globales cada país reacciona recapitulando y actualizando su propia historia. No sé si la de España es la más triste, como lamentaba Gil de Biedma, pero está quizás en el top 10.

El miedo que muchos hemos pasado en las semanas anteriores a las elecciones y el alivio con que respiramos desde el domingo pasado tiene mucho que ver con este regüeldo o regreso del estilo hispano: ausencia de élites democráticas, alianza entre los intereses económicos y el pensamiento reaccionario, negación radical del otro en nombre de una España encogida y homogénea en la que precisamente España —la España difícil que ha sacado la cabeza en las últimas décadas— no cabe.

Paradójicamente la derecha española ha llamado siempre "España" a una idea abstracta muy simple y "anti-España" a la difícil España realmente existente. Nuestra derecha se ha radicalizado, como la estadounidense, la italiana o la brasileña, pero lo ha hecho de una manera muy castiza, mediante un negacionismo patriótico que niega precisamente la endiablada dificultad de España. 

Esta es la paradójica dificultad adicional de un país difícil y mal construido: la de una derecha premoderna que quiere simplificar todas las dificultades: las relaciones entre los cuerpos, las relaciones entre los territorios, las relaciones entre los poderes, las relaciones entre las clases, las relaciones entre las memorias.

Así que convendría no olvidar algunas cosas. La primera: que esa derecha simplona y radical no ha ganado, pero tampoco ha perdido las elecciones. El domingo pasado no consiguió los votos necesarios para gobernar el Estado, pero gobierna la mayor parte de las instituciones locales y autonómicas y, sobre todo, opera ya en una sociedad antropológicamente más neoliberal, más reaccionaria y menos democrática.

Tampoco conviene olvidar —en segundo lugar— que la España difícil que ha ganado las elecciones (por utilizar la sinécdoque abusiva banal) no es de izquierdas: el escrutinio visibiliza de hecho la España republicana y federal que aún no existe de derecho. En España no hay, como se cree, un bloque de derechas enfrentado a un bloque de izquierdas.

Hay una derecha castiza, nacional, simplificadora y radical, enfrentada a una constelación territorial e ideológica diversa: formada —es decir— de dos izquierdas españolas (PSOE y Sumar, una más moderada y otra más transformadora), tres izquierdas nacionalistas no homologables entre sí (ERC en Catalunya, Bildu en el País Vasco y BNG en Galicia) y dos derechas nacionalistas, vasca y catalana, cuyos programas no se reducen al pragmatismo económico (PNV y Junts).

La España difícil es tanto de izquierdas como de derechas; por eso es ya republicana y federal y por eso, frente a la España simplona de Procusto y Alejandro, es mucho más democrática. España, de hecho, lo sabemos, no puede gobernarse democráticamente sin los nacionalismos centrífugos, de izquierdas y de derechas, a los que habrá que agradecer que, en una coyuntura difícil (y a veces con un ejemplar sentido de la responsabilidad), estén ayudando a las izquierdas españolas a salvar la democracia y el derecho en España.

A cambio, el futuro Gobierno de coalición —si, como espero, llega a formarse— debería hacer explícita de una vez por todas la dificultad nuclear de nuestro país y movilizar todos los medios a su alcance para convencer a los ciudadanos de que la democracia —la complejidad negociadora, el nudo desatado a muchas manos— es mucho más satisfactoria, pacífica y eficaz que cualquier simplificación patriótica. 

Frente a la tentación de la simplicidad, alimentada por buena parte de los medios de comunicación, necesitamos una pedagogía de la dificultad: un patriotismo de nudos y lazos y no de tajos y atajos.

El verdadero desafío para ese Gobierno será el de construir una sociedad menos neoliberal, menos reaccionaria y más democrática que deje hablar y votar, pero no mandar, a los simplificadores. 

La España difícil que se ha votado a sí misma no se va a imponer en los próximos cuatro años como pluralidad de destino en lo territorial, pero el PSOE de Sánchez (del otro mejor no hablar) no debería olvidar que, más allá de sus negociaciones con Junts, la democracia en España seguirá estando en peligro mientras no se haga retroceder al mismo tiempo el neoliberalismo, el oscurantismo mediático y el castizismo institucional y territorial. 

La España difícil debe ser, de manera simultánea, un hecho electoral y un proyecto de futuro.

Pero la España difícil —por último— es ese conglomerado de cálculos, desencantos y temores que ha comparecido, de manera inesperada y en el último minuto, en unas elecciones en las que muchos votantes de izquierdas han votado a regañadientes y sin esperanza de representación. 

El PSOE no debe olvidar, por ejemplo, a los muchos votantes de Sumar que le han prestado el voto en provincias donde solo el partido de Sánchez podía obtener escaños. Una parte de Sumar está hoy dentro del PSOE y eso debe reflejarse en los acuerdos de Gobierno y en las leyes. 

Sumar, por su parte, no debería olvidar a los muchos abstencionistas convencidos que le han prestado el voto por temor a las políticas simplificadoras de la derecha radical. Si Sumar quiere comprometer para siempre a ese electorado intermitente de izquierdas tendrá que llevar su programa económico y social al Consejo de Ministros, sí, pero también ofrecer a los jóvenes que se politizan una organización acogedora, plural y democrática: el país difícil no puede ser aún federal y republicano, pero nuestras organizaciones políticas sí.

El 23J fue un alivio, no un triunfo. Ahora toca trabajar, atando y desatando nudos, para formar un gobierno que represente y defienda la España difícil y democrática y deje poco a poco sin habitantes, mediante leyes mejores y mejor defendidas, esa España simplificadora y autoritaria que la derecha castiza radicalizada (racista, machista, homófoba y neoliberal) va a seguir tratando de imponernos, con democracia o sin ella.

 

(*) Escritor, filósofo marxista y ensayista

 

https://blogs.publico.es/dominiopublico/54407/quien-ha-ganado-las-elecciones/ 

miércoles, 26 de julio de 2023

Con una circunscripción única, Sánchez no necesitaría a Puigdemont para ser investido


MADRID.- El sistema electoral español divide el territorio nacional en 52 circunscripciones electorales, una por provincia más Ceuta y Melilla, y a cada una de ellas le corresponde un determinado número de escaños en el Congreso de los Diputados en función de su población. 

Es un mecanismo que favorece la representación de las provincias menos pobladas porque todas tienen asegurado un mínimo de dos diputados, pero que también recibe muchas críticas: hay quienes denuncian la sobrerrepresentación de los partidos nacionalistas y otros que censuran el exceso de poder que otorga a los grandes partidos nacionales.

¿Pero qué hay de cierto en todas esas críticas? ¿Cambiaría algo el dibujo del Congreso con una sola circunscripción electoral para toda España? Para salir de dudas, 20 Minutos ha realizado una simulación repartiendo los 350 escaños de la Cámara Baja bajo una hipotética circunscripción única, según los resultados de las elecciones generales de este domingo 23J y manteniendo el sistema de reparto que establece la Ley d'Hont. Este sería el resultado:

  1. PP: 120 (-16)
  2. PSOE: 115 (-7)
  3. Vox: 45 (+12)
  4. Sumar: 45 (+14)
  5. ERC: 6 (-1)
  6. Junts: 5 (-2)
  7. Bildu: 4 (-2)
  8. PNV: 4 (-1)
  9. PACMA: 2 (+2)
  10. BNG: 2 (+1)
  11. Coalición Canaria: 1 (0)
  12. CUP: 1 (+1)

Como se puede apreciar, los dos grandes partidos, PP y PSOE, serían los más perjudicados porque perderían 16 y 7 escaños, respectivamente. El PP se mantendría como primera fuerza en el hemiciclo, pero caería de 136 a 120 diputados, mientras que los socialistas pasarían de 122 a 115, en segunda posición.

En el lado opuesto aparecen Vox y Sumar, los grandes beneficiados de la circunscripción única, ya que ambos escalarían hasta los 45 diputados. La formación de Abascal ganaría 12 escaños y la de Yolanda Díaz, 14.

Perderían representación los principales partidos nacionalistas vascos y catalanes porque Junts y Bildu cederían dos diputados, mientras que PNV y ERC entregarían uno. Sin embargo, la CUP, que se ha quedado sin representación tras las elecciones del 23J, lograría mantenerse en el Congreso con un escaño. También el BNG ganaría un escaño y se situaría con dos, mientras que Coalición Canaria mantendría su escaño.

La circunscripción única permitiría, asimismo, la entrada en el Congreso del partido animalista PACMA, que obtendría dos diputados, y dejaría fuera a Unión del Pueblo Navarro (UPN), que el 23J logró un escaño.

Pero más allá de las subidas y bajadas de cada partido, la circunscripción única dibujaría un panorama mucho más esperanzador para Pedro Sánchez que para Alberto Núñez Feijóo de cara a sus posibles investiduras. Mientras que la suma de PP y Vox se quedaría en 165 diputados y Feijóo seguiría incluso más lejos que ahora de la mayoría absoluta (176), a Sánchez sí le darían las cuentas.

De hecho, eliminando las 52 circunscripciones, Sánchez ya no dependería de Puigdemont para ser investido presidente del Gobierno porque al PSOE le bastaría con los votos de Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG para lograr la mayoría absoluta. La ahora imprescindible abstención de Junts, no sería necesaria.

Con la regla del 3% solo quedarían cuatro partidos

En la simulación anterior hemos eliminado la exigencia de alcanzar un mínimo del 3% de los sufragios para poder obtener un escaño. Es una norma recogida en la ley electoral y que se aplica en cada una de las 52 circunscripciones, pero que si se aplicara en una circunscripción única borraría del arco parlamentario a todas las formaciones de ámbito autonómico.

Es decir, desaparecerían del Congreso los partidos nacionalistas porque solo lograrían representación aquellos partidos de ámbito nacional, ya que el umbral del 3% se situó en las recientes elecciones generales en 734.476 votos y el partido nacionalista más votado, ERC, solo alcanzó los 462.883 sufragios.

Aplicando la regla del 3% en una circunscripción única, los 350 escaños de la Cámara Baja se distribuirían de la siguiente forma:

  1. PP: 130
  2. PSOE: 124
  3. Vox: 48
  4. Sumar: 48

Con estas reglas del juego, el gran beneficiado sería Feijóo, que podría ser investido con los votos de Vox al alcanzar los 178 diputados. En cambio, la unión del PSOE y Sumar se quedaría en 172 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta.

Desfile de muertos vivientes en el cementerio de la derecha política


MADRID.- “Colapso en el PP ante unos datos muy por debajo de las expectativas y que no estaban en ningún cálculo”, decía una frase en la crónica de la noche electoral en la sede de Génova publicada en ABC en la noche del domingo. No la busquen ahora. Desapareció en una edición posterior cuando alguien decidió que daba una imagen muy negativa del ambiente en la sede del partido, según advierte www.eldiario.es

Luego aparecieron hasta catorce personas en el balcón del PP para fabricar una imagen de victoria. Alberto Núñez Feijóo se rodeó de trece guardaespaldas a ver si socializaba la culpa. Una de ellas vestida de rojo, Isabel Díaz Ayuso, exhibía una mirada enigmática. No podía ocultar que todo ese jolgorio sólo encubría el fracaso de Feijóo.

Al día siguiente, el PP mantuvo la ficción. Los resultados habían demostrado que la idea de España del PP, incluso si le sumamos la de Vox, no era compartida por la mayoría de los españoles. Antes de admitir que el país al que se dirigen no es el que de verdad existe, Borja Sémper situó al PP en la posición de víctima. Colocó al PSOE y Vox en los extremos y les hizo responsables de “un escenario políticamente muy endiablado fruto de la polarización”. 

Que el PP no acepte su responsabilidad en la polarización acaecida en esta legislatura, también llamada crispación, es prácticamente un fenómeno extrasensorial. Es una escena sacada de una película de zombis. Son muy peligrosos, pero no se puede sostener que sean capaces de pensamientos racionales.

El sentimiento de perplejidad, de palparse los huesos después de un choque frontal a más de cien kilómetros por hora, se extendía como un virus en la derecha mediática. Habían construido un gólem demoníaco llamado Sánchez al que veían controlado por la antiEspaña y que sólo podía acabar siendo destruido por las fuerzas del bien.

Fabricaron nuevas evidencias de esa corrupción. Denunciaron que se estaba cocinando un inmenso fraude en el voto por correo, aunque ahí sólo seguían la senda marcada por dirigentes del PP, algunos de los cuales daban por hecho en una fecha tan cercana como el 17 de julio que medio millón de personas se quedaría sin votar. Cuando eso no funcionó, un incendio en un túnel ferroviario el mismo domingo les volvió a excitar. Ni un día sin conspiración. Está en su naturaleza.

El escritor Andrés Trapiello se volvió loco al escuchar a la gente gritar “¡no pasarán!” por la noche ante la sede socialista de Ferraz. Antonio Ferreras no paraba de mencionar el “Gobierno Frankenstein”, una terminología obviamente partidista y favorable a la derecha. Jorge Bustos se quedó estupefacto al ver que los españoles no piensan igual que los columnistas de derecha. José Antonio Zarzalejos estaba tan dolido que pareció anunciar un largo periodo de abstinencia periodística, ya que había descubierto que el país que imaginaba no existía.

En Telecinco, Ana Rosa Quintana protagonizó en directo la pataleta del día, indignada porque Sánchez estuviera tan sonriente la noche anterior. Estaba tan crecida que había anunciado unos días antes que sólo había pedido una entrevista para el lunes, la del líder del PP como vencedor. Al final, se tuvo que conformar con Cuca Gamarra, lo que le debió de parecer un bajón.

“El ridículo que hemos protagonizado muchos columnistas ha sido de órdago a la grande, a la chica, a los pares y al juego”, escribió Alfonso Ussía consiguiendo por primera vez en su vida el asentimiento de la izquierda y la derecha. Fue un raro momento de lucidez que probablemente no dure mucho. Otros pensaron que era más inteligente echar la culpa a los españoles: “Por qué últimamente nos gusta tanto hacernos daño”, dijo Ignacio Varela, un fanático del antisanchismo. 

En la izquierda, Sumar intentó aprovechar el impulso de los resultados para asumir protagonismo a la hora de recabar el apoyo de Junts al Gobierno de coalición. Lo mismo esa labor le corresponde al presidente en funciones. El partido de Carles Puigdemont ha dejado claro en tantas ocasiones que no apoyará a nadie que no le garantice un referéndum de independencia que parece difícil que sea un socio viable. Eso en el caso de que se pueda establecer una posición clara sobre lo que hará Junts, un partido / movimiento que tiene más líderes que estrategias. O que tiene una por cada día de la semana.

Los socialistas no dieron la impresión de tener mucha prisa en desenredar el asunto de la gobernabilidad, sobre todo si Sumar o ERC les hacen parte del trabajo incómodo. “No habrá repetición electoral”, dijo Sánchez el lunes a los dirigentes socialistas. No explicó cómo va a conseguirlo. Pero, claro, si PerroSanxe, Mr. Handsome o Pedro el Bello te dice que te vayas tranquilo de vacaciones después de una escapada en el límite que ya quisiera Houdini, como para decirle que no.

“Es el PP quien está hablando ahora consigo mismo. Vamos a dejar que se cuezan un poco en su propia salsa”, dijeron fuentes socialistas a este diario.

Es una salsa bastante aguada. Feijóo reunió a la Junta Directiva Nacional del PP para comunicarles que habían ganado las elecciones. Algunos aún no lo tenían muy claro. Aparentó ser el político que recibirá el encargo de formar Gobierno y de ahí que explicara que había estado en contacto telefónico con líderes de otros partidos. 

Pasaron unas pocas horas y el PNV le envió un mensaje para decirle que lo que ya debería saber, que nunca estará en una mayoría de investidura en la que participe la extrema derecha. Tampoco había que ser un genio de la política.

“España necesita moderación y entendimiento”, dijo. Evidentemente, nada de derogar el sanchismo. No había tanto sentido del humor como para seguir en esa línea. Ahora toca reclamar el apoyo socialista con la intención de dinamitar su obra legislativa. Las caras de los dirigentes del PP eran reveladoras de su escaso entusiasmo. Les valen para el próximo funeral al que tengan que asistir.

Díaz Ayuso parecía tranquila con muchas miradas pendientes de ella. Si el escenario es una repetición electoral en diciembre, el PP no se planteará cambiar de montura. Otro fracaso o victoria incompleta abriría escenarios muy diferentes. La presidenta madrileña tampoco está en condiciones de alardear de haber avisado. 

Dos días antes de las elecciones, este era su pronóstico: “Creo que esto está sentenciado. Sánchez dimitió directamente en mayo y todo lo que estamos viviendo en la campaña es una broma, una pantomima, una gran mentira”.

La derecha ha vivido en una broma infinita en esta legislatura. Nunca es tarde para despertar.

¿Puede frenarse el frenesí turístico? Los vecinos de las zonas más atestadas piden menos visitas


MADRID.- En 2022, visitaron Canarias casi 15 millones de personas entre extranjeros y peninsulares, una cifra que Turismo de Canarias prevé —y confía— superar este año. Este sector supone más del 20% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad. Es la principal industria.

Lo que no se tiene en cuenta, según el filósofo Marco d’Eramo, autor de El Selfie del mundo: una investigación sobre la era del turismo (Anagrama), es que “aunque el fin del turismo sea tan inmaterial como un atardecer en la Acrópolis, posibilitar este servicio inmaterial requiere una infraestructura tan pesada y contaminante como la industria química: construcción de aviones, astilleros para cruceros, cementeras, carreteras, estaciones de esquí… el turismo es la industria que mueve decenas de otras industrias”. 

Superar cada año las cifras de visitantes implica decisiones como la destrucción del Puertito de Adeje, uno de los últimos espacios del sur de Tenerife libres de cemento. Y es que el archipiélago es finito: su extensión es solo cuatro veces superior a la del municipio de Cáceres, pero alberga 24 veces su población: más de dos millones de ciudadanos. 

En junio pasado, cientos de personas convocadas por una decena de colectivos sociales y ecologistas se manifestaron en Arona (al sur de Tenerife) para pedir una moratoria turística, una ecotasa y una ley de residencia. Es hora de decir basta, repetían.   

A 2.000 kilómetros, en la otra punta del país, la consigna que portan algunos colectivos es la misma: decrecimiento. Asier Basurto, miembro de la plataforma ciudadana BiziLagunEkin de San Sebastián, quiere que cada mes deje de celebrarse el aumento en la afluencia de turistas a la ciudad. 

“Este dogma era incuestionable desde hace 6 o 7 años pero, con lo que está pasando [desde la capitalidad cultural de 2016], gente de todo tipo de color político ha llegado a entender que crecer más no es buena noticia”. Se refiere a datos que describen cómo la vivienda se convierte en más inaccesible y se termina por expulsar a la vecindad. 

Que una plataforma para el decrecimiento como BiziLagunEkin surja en una ciudad cuyo consistorio abandera el llamado turismo de calidad no es casualidad. Pese a que el modelo San Sebastián quede muy lejos del turismo de borrachera, los vecinos también se enfrentan a la ocupación masiva de las calles, el ruido, las basuras, el tráfico o la convivencia con los pisos turísticos.

Asier Basurto sostiene que la denominación “turismo de calidad” no es más que un eufemismo para hablar de un turismo de rentas altas. El aeropuerto de Hondarribia tiene sobre todo “entrada constante de jets privados de ricos que vienen a comer a los restaurantes [de alto standing] de Donostia y la provincia”. Desde luego, el aeródromo ha batido sus récords de vuelos particulares este 2023. 

En la Costa del Sol, el Ayuntamiento de Málaga ha apostado desde los años 90 del siglo XX por el llamado turismo de museos. Allí se ubican, entre otros, el Thyssen, el Museo Ruso, el Picasso, el Centro de Arte Contemporáneo o el Pompidou. En ese contexto, la plataforma de alquiler Airbnb cuenta en el distrito Centro malagueño con 4.778 pisos para alquiler vacacional, frente a tan solo 1.700 viviendas. Hay diez pisos en Airbnb en el distrito por cada niño censado en el barrio.

También en esa web de alojamientos turísticos Málaga resulta ser la ciudad más buscada del mundo para 2023. Y la vivienda de alquiler está por las nubes. Según el portal inmobiliario Pisos.com, la subida del alquiler en la provincia en el primer trimestre fue la segunda mayor de España, quintuplicando la media nacional. 

Es, en palabras de Kike España, “una oportunidad especulativa enorme”. Este malagueño cofundó en 2021 la librería asociativa Suburbia desde el convencimiento de que “las lecturas y la producción de conocimientos son fundamentales para intervenir y para entender el entorno en el que estamos”.

Para España, la operación 'Málaga ciudad de museos' –el lema turístico hasta el año pasado– “ha sido un fraude y un engaño a la ciudadanía”. Pone como ejemplo los proyectos Urban del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), destinados a promover el desarrollo sostenible de barrios en crisis y cuyos fondos, opina, han servido para allanar el camino de la turistificación del Centro en lugar de destinarse a barriadas periféricas. 

Kike España tiene claro que la culpa no es del turista: “Más allá de que la persona sea más o menos respetuosa, estar solamente un día en un sitio, no tener una densidad de relaciones con los vecinos y no conocerlos de nada te hace más despreocupado (...) Lo que para una persona que está un día no es muy grave –poner un poquito más alta la música, hacer un poco más de ruido…– hace que se deteriore un barrio”. 

A quien sí reprocha es al Ayuntamiento por haber destruido el corazón de su ciudad con la mcdonalización de espacios como la calle Larios: “Ahora mismo el centro histórico de Málaga es un parque de atracciones, un decorado de cartón-piedra donde la vida es insustancial, un lugar solamente para el espectáculo”.

Frente a administraciones netamente turistófilas, el Ayuntamiento de Barcelona ha estado los últimos ocho años con Ada Colau al frente haciendo bandera de la regulación (no así del decrecimiento). Ya en julio de 2015 se congelaron las licencias de alojamientos turísticos en una ciudad, Barcelona, en la que hasta los turistas consideran que hay demasiados turistas, según un informe de la UOC.

Aun así, el antropólogo especializado en conflicto urbano José Mansilla reconoce la dificultad de la gobernanza turística en tiempos de redes sociales. “Antiguamente todo estaba basado en campañas de promoción a través de ferias de turismo o de inserción de publicidad en faldones en la prensa escrita o cuñas en la radio. Cuando cada uno de nosotros es un potencial emisor, eso es imposible”. 

El vecino Martí Cusó denuncia que en los últimos años se ha virado hacia un discurso de repartir el turismo en los barrios, que “al fin y al cabo es crecimiento”. Es un problema de ciudad, no un asunto del Gòtic, la Barceloneta o Gràcia.

“El turismo es el rostro del capitalismo”, señala antes de reivindicar iniciativas como la articulación de la Asamblea de barrios por el decrecimiento turístico, que logró que en el barómetro municipal el turismo fuera el principal problema de la ciudad en 2017. Aboga, como el donostiarra Basurto, por un decrecimiento no traumático para la población pero, en todo caso, recuerda que si no ocurre por las buenas, la crisis climática nos estallará en la cara y nos obligará a decrecer igualmente.  

¿Es posible que las administraciones contemplen el decrecimiento turístico con menos miedo? Además de las demandas de la sociedad, la información y la transparencia aportan claridad. El consenso académico va desplazando el concepto de la “capacidad de carga” (los turistas que supuestamente caben en una ciudad; 28 millones en Barcelona en 2019) por el de “límite de cambio aceptable” (el umbral hasta el cual aceptamos que un destino turístico experimente cambios sin comprometer su integridad cultural, ambiental y socioeconómica).

 Estos conceptos son políticos, no técnicos. Por lo tanto, fijar cuántos visitantes queremos debería ser fruto de un debate y una toma de decisiones democráticas entre los actores implicados que están en las antípodas del dogma de maximización de visitas actual. 

En palabras del filósofo Marco d’Eramo, el problema radica en que el turismo está asociado a nuestra idea de libertad. ¿Qué hacer cuando todo el mundo quiere viajar pero nadie quiere turistas? 

Marruecos sanciona a los responsables de exportar sandías con 'metomilo' a España


RABAT.- Marruecos ha tomado medidas contra los responsables de la exportación de sandías con exceso de restos de metomilo a la Unión Europea (UE) mediante la suspensión de sus licencias sanitarias y de exportación, informaron fuentes de la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria (ONSSA).

Las fuentes indicaron que los efectivos de ONSSA abrieron una investigación en cuanto recibieron una notificación del Sistema comunitario de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) sobre la presencia de restos de un plaguicida, el metomilo, por encima de los niveles permitidos, en sandías procedentes del país magrebí y exportadas hacia España.

"Se ha podido identificar el campo en cuestión y hacer un rastreo del envío de las sandías exportadas, y se han realizado investigaciones para determinar el canal de comercialización del pesticida", explicaron las fuentes.

A raíz de las investigaciones se tomaron medidas mediante la suspensión de la licencia sanitaria a la unidad de embalaje de las sandías y la licencia de exportación del responsable de enviar este producto a la UE.

Las fuentes precisaron que se trata de una sola carga de sandías y "no todas las exportaciones destinadas a este mercado".

Al mismo tiempo, las fuentes de ONSSA subrayaron que desde principios de 2023, Marruecos solo ha registrado cinco notificaciones de la Rasff sobre frutas y verduras procedentes de Marruecos de un total de 497 alertas emitidas por este sistema sobre las verduras y frutas importadas en Europa desde todas las regiones.

La Comisión Europea (CE) ha alertado recientemente sobre la presencia de sandías procedentes de Marruecos con restos de metomilo, por encima de los niveles permitidos, tras recibir un aviso de España mediante el sistema Rasff.

La notificación se produjo el día 14, con actualización el día 20, mediante el sistema Rasff, por el cual España comunicó la alerta a la CE, quien a su vez remitió la información al resto de los países de la UE.

Los londinenses encabezan los vuelos al aeropuerto de Corvera este verano


MURCIA.- De entre las 9 rutas que opera Ryanair al aeropuerto de Murcia en este verano, las más populares son Londres-Stansted, Manchester y Dublín. Así lo revela la propia aerolínea, que señala que está observando un gran número de reservas para este verano.

Esta temporada, Ryanair operará 9 rutas con más de 80 vuelos semanales desde y hacia Murcia manteniendo más de 370 puestos de trabajo locales y mostrando un crecimiento significativo con más de 1,5 millones de pasajeros transportados desde el inicio de las operaciones en 2019. 

La compañía suma 9 rutas en total en el aeropuerto de Corvera con especial importancia en el Reino Unido. Al fin y al cabo, Inglaterra compone 7 de los destinos programados para este verano, a lo que habría que sumar el trayecto con Dublín y la conexión con Palma de Mallorca.

Así, dentro del país británico ofrece conexiones con Birmingham, East Midlands, Londres Stansted, Machester, Luton, Bournemouth y Glasgow Prestwick.

Esta programación transporta a más de 470.000 pasajeros al año, a la vez que mantendrá más de 350 puestos de trabajo locales. De hecho, con una cuota de mercado del 53%, Ryanair está considerada la aerolínea más importante del aeropuerto de Corvera.

"Por fin ha llegado el verano y no hay mejor manera de relajarse que escapando a un destino increíble a precios inmejorables. Para todos los turistas murcianos que aún no han reservado una escapada de verano, ahora es el momento de visitar una capital europea para una emocionante escapada urbana", ha declarado Elena Cabrera, Country Manager de Ryanair para España y Portugal.

Abascal: "Vox debe tener una Vicepresidencia en Murcia y una parte importante del Gobierno"


MURCIA.- "La gente que ha votado a Vox tiene derecho a la representación política. A nivel nacional y en Murcia". Santiago Abascal no varía ni un milímetro su postura para la Región de Murcia. Ni siquiera después de las elecciones del 23J. Ya lo prometió el pasado jueves en la capital del Segura, ante miles de simpatizantes congregados en la Plaza Cardenal Belluga, y lo sigue manteniendo ahora: "Lo dije en Murcia en el mitin: pasase lo que pasase nuestra posición no iba a variar, y no va a variar", respondía en una entrevista con OK Diario

El líder nacional de Vox fue, además, muy claro. Considera que, puesto que su formación obtuvo cerca del 18% de los votos, debe tener responsabilidades de Gobierno. "Con ese porcentaje de voto no se puede invisibilizar a Vox y pedirle que se abstenga", en referencia a las peticiones del PP, que quiere gobernar en solitario, excluyendo a Vox. 

A su juicio, y teniendo en cuenta que en 2019 "Ciudadanos tuvo cuatro consejerías con el 12%" y si bien "no es una cuestión de números", entiende que un partido que tiene "la mitad de fuerza que el otro debe tener la Vicepresidencia y una parte importante de las áreas de Gobierno. 

"Y en función del acuerdo, ya se verá si son dos, cuatro o cinco Consejerias", añade. Para él, no es tan importante el número sino el hecho de que el "PP respete a los electores de Vox".

"O los respeta o tendrán que votar otra vez", sostiene, firme, culpando a los populares de una posible repetición electoral. "Son ellos los que deciden ir a unas elecciones, no nosotros, que creemos que es un error ir a elecciones, pero tampoco tenemos miedo".

De esta forma, el propio Abascal respalda el rechazo de José Ángel Antelo, el líder regional de Vox, a la última oferta planteada por el PP, que proponía un acuerdo programático e incluso planteaba la posibilidad de ofrecer cargos de representación parlamentaria (como un puesto de la Mesa de la Asamblea) e institucionales (como un senador autonómico). 

 "Eso es plantear un nuevo insulto a Vox", zanjaba Abascal.

Vox dice 'no' a la oferta de Miras de un senador o un cargo de la Mesa


MURCIA.- El bloqueo se mantiene en la Región de Murcia. La amenaza de una repetición electoral crece cada día un poco más. Todo ello a pesar de los recientes intentos del PP de buscar un acuerdo y todo ello a pesar de que Vox sigue extendiendo su mano. Los contactos se reanudaron este martes tras quince días sin entendimiento, inmersos ambos en la campaña electoral tras la segunda y fallida votación de investidura del 10 de julio

Desde entonces nadie rompió el deshielo ni mucho menos nadie dio su brazo a torcer. Todo quedó emplazado para después de las elecciones nacionales. Y ahora, conocido y analizado -de sobra- el resultado de las urnas, los primeros movimientos para desbloquear la situación han quedado en saco roto.  

Vox rechaza la última oferta del PP: no quiere cargos institucionales como senadores o puestos en la Mesa de la Asamblea. Tampoco quiere un mero acuerdo programático sin responsabilidades de Gobierno. Quieren formar una coalición, tal y como llevan pidiendo desde el 28M, tal y como lleva negándose el PP desde aquella noche electoral.

Fernando López Miras no quiere una repetición de las elecciones. Lo trasladó el lunes en el seno de Génova, en la reunión que mantuvo el PP para diseccionar la amarga victoria -por insuficiente- de Alberto Núñez Feijóo. El lorquino está dispuesto a intentarlo hasta el final. Y ordenó mover ficha este martes, a su regreso de Madrid. 

Su hombre de confianza en la negociación, Joaquín Segado, portavoz parlamentario del PP, llamó a uno de los escuderos de José Ángel Antelo y portavoz adjunto en la Cámara, Rubén Martínez Alpañez. Segado le ofreció celebrar este miércoles una reunión con los equipos negociadores -López Miras incluido- para avanzar y desbloquear la investidura, explican fuentes populares a Murcia Plaza.

El PP vuelve a plantear un acuerdo programático, como el que lleva proponiendo desde junio y que ya presentó formalmente en la Asamblea en la primera sesión de investidura. Un pacto de medidas, con actuaciones y políticas concretas. Pero no incluye Consejerías ni Vicepresidencias. 

A esa exigencia no está dispuesto López Miras a claudicar. Considera que sería faltar a su principal compromiso de la campaña autonómica: prometió una mayoría suficiente para gobernar en solitario y considera que la tiene, por lo que se niega a compartir el Consejo de Gobierno con Vox. Es su barrera roja. 

En cambio, sí se abre a otras posibilidades como "prueba de su voluntad de desbloquear" la investidura. Vería factible que se ponga encima de la mesa la opción de ofrecer cargos políticos de representación parlamentaria e institucional, como sería entregar un senador autonómico a Vox. 

Cabe recordar que en esta incipiente legislatura la Asamblea Regional tiene que nombrar a dos de los seis senadores que le corresponden a la Región (los otros cuatro parlamentarios fueron designados en las elecciones de forma directa). 

Y no sólo un senador. El PP incluso estaría dispuesto a valorar la idea de renunciar a un puesto de la Mesa de la Cámara. Las mencionadas fuentes aducen a este diario que la idea de entrar en la Mesa era una reivindicación "muy demandada por Vox"; por eso no descartan ceder un asiento a cambio de la investidura.

 Este gesto sería un paso significativo, porque el PP perdería el control del órgano de gobierno de la Asamblea. Recordemos que los populares se hicieron con tres puestos, Presidencia incluida (en poder de Visitación Martínez), mientras que los otros dos quedaron en manos del PSOE, la segunda fuerza del Parlamento. Aquella jugada provocó la indignación de Vox. 

Fue el primer choque sonado entre ambos partidos y fue la primera vez que se deslizó el temor de una repetición electoral: "Génova ha decidido que en la Región de Murcia hay que ir a elecciones", dijo un "perplejo" Antelo

Sin embargo, ninguno de estos gestos colma a Vox, que continúa sin ceder sus pretensiones: quieren formar una coalición, ni más ni (tampoco) menos. "Sólo nos sentaremos para formar Gobierno de coalición", explican fuentes de Vox ante la invitación del PP de sentarse en una negociación. No gustó además en Vox que la llamada no se dirigiera a Antelo, que es "el interlocutor". 

Denuncian que se han enterado por los medios pese a que el PP insiste en que llamó a Martínez Alpañez. "A Antelo no le han llamado y si quieren reunirse para hablar del Ejecutivo deben llamarlo a él", insisten desde Vox. La llamada tampoco se produjo en la noche de este martes, por lo que Vox no cambia sus actos previstos para este miércoles. "No nos damos por enterados por lo que aparezca en medios y por lo tanto este miércoles Vox sigue con su agenda", exponían.

Es la segunda vez que Vox vuelve a rechazar una propuesta del PP. Dio calabazas a un acuerdo programático y las vuelve a dar ahora. Su líder nacional, Santiago Abascal, dio su palabra en Murcia ante miles de afines y reafirmó su compromiso de mantenerse firme una vez que han transcurrido las elecciones. O coalición o nada. 

Es la gran línea que separa a las dos formaciones, junto con la Ley de Protección y Recuperación del Mar Menor. El PP se niega a modificarla -"ni un paso atrás en la protección de la laguna"- y Vox quiere derogarla o al menos retocarla. 

La oposición (PSOE y Podemos Izquierda Unida), mientras tanto, observa incrédula todos los dimes y diretes. Está convencida de que es un teatrillo. Con todo, lo cierto es que PP y Vox tardaron en sentarse de manera oficial. No lo hicieron hasta el 5 de julio, un mes después de las elecciones autonómicas

Sí hubo un acercamiento oficioso días antes de la constitución de la Asamblea, que tuvo lugar el 14 de junio. Segado aseveró que Vox les había pedido la Presidencia de la Asamblea para Alberto Garre (el expresidente de la Comunidad, fichaje de Vox y su hombre más experimentado en la Cámara), mientras que Vox lo niega y, según la versión de Antelo, el PP no ofreció nada y sí "pidió todo a cambio absolutamente de nada".

En aquella reunión en la sala Narciso Yepes de la Asamblea, que duró más de una hora, hubo "puntos en común", pero no un gran acuerdo. Ambos llegaron enfrascados al debate de investidura, que se saldó con sendos fracasos. 

Vox incluso ofreció in extremis un pacto con 12 medidas, una Vicepresidencia y dos Consejerías (de las que se ha especulado que podrían ser Familia y Agricultura, un extremo no confirmado oficialmente por Vox). Aquella propuesta fue rechazada de plano por el PP. 

"No es negociable la protección del Mar Menor", alegaban sobre el primer punto, que pedía derogar o modificar la norma. El propio López Miras la tachó de "inasumible" porque contiene una "barbaridad" como sería a su juicio derogar la Ley del Mar Menor. Lo dijo en un acto con Alberto Núñez Feijóo y José María Aznar

El guion, por tanto, no varió en las dos votaciones de investidura: Vox cumplió su palabra y votó en contra, junto con el PSOE y Podemos Izquierda Unida. Y el proceso volvió a reiniciarse, regresó al punto de partida. 

El Parlamento está facultado para cursar tantas propuestas de investidura considere, siguiendo el procedimiento (ronda de contactos con los portavoces parlamentarios, propuesta de investidura de la presidenta de la Cámara, reunión de la Junta para ordenar una fecha), pero, eso sí, nunca podrá exceder el plazo de dos meses marcado desde la primera votación investidura. Es decir, tienen tiempo hasta el 7 de septiembre. 

Agosto no es hábil, aunque la Diputación Permanente, que se este lunes se reúne, puede habilitarlo para dar más oxígeno.

El 23 de julio tampoco ha ayudado a despejar el escenario. Desde el PP sostienen que las elecciones generales demostraron que son el partido más votado en la Región, con más de 300.000 apoyos murcianos, mientras que Vox es ahora la tercera fuerza, como así deslizó López Miras

Y desde Vox argumentan que su formación creció en 43.000 votos (pasó de 118.546 sufragios el 28M a 162.481 el 23J). Si esos votos se extrapolan en escaños en la Asamblea, Vox ganaría un diputado y el PP perdería dos escaños. Todo ello se añade a la lista de argumentos esgrimidos desde el primer día: el PP defiende que está avalado por la legitimidad del 42,84% de los votos del pasado 28 de mayo; Vox arguye que Ciudadanos, con el 12%, obtuvo cuatro Consejerías mientras que ellos lograron el 17,72%, su mejor porcentaje de todo el país.

El bloqueo permanece. Y mientras tanto el Gobierno regional (y todo su ramillete de altos cargos) continúa en funciones.

Los votos del 23J harían retroceder a López Miras en dos escaños y darían un diputado a Vox


MURCIA.- Las elecciones del 23 de julio no han despejado el bloqueo en la Región de Murcia. El PP se mantiene como primera fuerza y Vox queda ubicado en la tercera posición, por detrás del PSOE. Tal y como sucedió en batalla autonómica del 28 de mayo. Pero el reloj de la repetición electoral sigue descontando los días. La fecha límite es el 7 de septiembre: si no hay un presidente investido, la Región se vería abocada a una nueva cita con las urnas. Mientras tanto, el Gobierno regional continúa en funciones, recuerda Murcia Plaza.

Pero, ¿qué pasaría si se produjera una repetición electoral y los murcianos votaran como este domingo en la Región? Antes de nada, conviene advertir de que la extrapolación de los votos de unas elecciones autonómicas a unos comicios generales nunca constituye una ciencia exacta. 

El comportamiento de los votantes no es idéntico. Ni siquiera cuando hay poco tiempo de diferencia entre dos convocatorias electorales. Así sucedió en 2019, un año que acogió hasta cinco elecciones distintas: los murcianos no votaron igual en las regionales que en las nacionales.

Además, influyen otros factores como que ciertas candidaturas locales relevantes no se presentan en una cita nacional. He ahí el ejemplo de MC Cartagena, cuya bolsa de 19.720 votos autonómicos se tuvo que repartir este domingo entre otras candidaturas, ya que no se presentan en unas generales. 

Y, por supuesto, la variable más relevante: la participación no es la misma, mucho más elevada en una contienda nacional que en las autonómicas. La participación del 23J fue del 70,78%. Acudieron a votar 751.682 personas en la Región. El 28M arrojó una abstención del 34,75%, esto es, votaron 678.670 ciudadanos

PP y PSOE bajan pese a ganar votos

Aun así, teniendo en cuenta todas estas reservas, la extrapolación concede una cierta perspectiva, un termómetro del pulso electoral y su tendencia. Por ello, asumidos estos riesgos, si se extrapolaran de manera directa los votos del 23J, aplicando una simulación con el método D'Hont, el PP perdería dos escaños pese a tener más votos y caería de 21 a 19 diputados mientras que Vox ganaría un representante y se quedaría con diez parlamentarios. 

Sumar sería el gran beneficiado, pues obtendría cuatro escaños frente a los dos que cuentan actualmente Podemos Izquierda Unida. El PSOE, que al igual que el PP crece en votos, se dejaría un diputado y se quedaría en 12 en la Asamblea Regional.

Esto se debe al aumento de la participación y especialmente al amplio crecimiento porcentual de Vox y Sumar frente a los moderados progresos del PP y PSOE. Vox crece de los 118.546 apoyos del 28M a los 162.481 del 23J. Es decir, pasa del 17,7% al 21,8%. De nuevo se vuelve a confirmar que los resultados de Vox suelen tener más recorrido en una contienda nacional, y eso que en el 23J han perdido un diputado con respecto a 2019.

Sumar también ha mejorado notablemente los resultados autonómicos. En mayo, donde hubo dos papeletas, Podemos Izquierda Unida consiguió 31.340 votos, el 4,68%, y Más Región Verdes Equo apenas recibió 8.687, el 1,29%. Ahora, aglutinadas bajo una misma candidatura, Sumar, y con el aumento de la participación, obtienen 70.900 sufragios, el 9,52%. Si la izquierda se une y hay movilización, mejoran sus resultados.

Populares y socialistas también ganaron votos, pero en menor proporción. El PP crece de los 286.571 a los 306.999 respaldos. Sin embargo, el porcentaje es menor: del 42,84% al 41,24%. En el PSOE sucede un fenómeno similar. Los socialistas registraron 171.271 apoyos en mayo; ahora obtienen 187.971. Porcentualmente bajan del 25,6% al 25,25%.

La extrapolación, insistimos, no es una medida certera pero permite obtener un termómetro. Y este refleja que el PP podría perder escaños si vuelve a unas elecciones. Vox podría ganar representación si consigue convencer a su electorado nacional de que le apoye en unas autonómicas. El PSOE sabe que tendría que trabajar mucho para mantenerse. Y Sumar encuentra la moraleja de que la unidad tiene premio en la asignación de escaños.

La alcaldesa María Cánovas (PP) se alía con Vox para gobernar Alhama de Murcia en coalición


ALHAMA DE MURCIA.- PP y Vox han llegado a un acuerdo en Alhama de Murcia para que la formación de Santiago Abascal entre en el Gobierno local y garantice así una estabilidad suficiente para sacar adelante las propuestas en el Pleno. La nueva coalición, que será un tripartito -también está el partido independiente Alhama@una-, suma mayoría absoluta en el Ayuntamiento. 

El pacto llega un mes y diez días después de que María Cánovas tomara posesión como nueva alcaldesa de Alhama de Murcia y decidiera gobernar en minoría

Ganadora de las elecciones del pasado 28 de mayo con ocho concejales, los mismos que el PSOE -anterior inquilino de la Alcaldía-, Cánovas se quedó a tres ediles de la mayoría absoluta, situada en 11 en Alhama. 

Desde entonces había dirigido el Consistorio con el único respaldo del edil de Alhama@una, Toni Sibina. Ahora, con la incorporación al Ejecutivo de los dos concejales de Vox, José García y Francisco Alcaraz, se asegura la mayoría absoluta.

Alhama, con un censo de 22.700 vecinos, fue gobernada por el PSOE entre 2015 y 2023. La anterior alcaldesa, Mariola Guevara, que sustituyó al exlíder del PSOE regional Diego Conesa, venció en 2019 con mayoría absoluta, pero perdió las elecciones del pasado 28 de mayo por apenas 320 votos.

Seis coaliciones de PP y Vox en la Región

Con esta alianza, ya son seis los municipios gobernados por PP y Vox en coalición. Ambos partidos se dieron la mano para desbancar al PSOE en cuatro poblaciones ganadas por los socialistas: Molina de Segura, Cieza, Las Torres de Cotillas y Puerto Lumbreras. 

En las localidades en las que venció el PP, solamente La Unión decidió pactar con Vox. Los nueve restantes (con plazas tan significativa como Cartagena y Lorca) emprendieron gobiernos en solitario. 

Ahora se suma Alhama, cuya alcaldesa ha visto imposible gobernar en minoría.

No en vano, sus nuevos socios rechazaron en el Pleno la aprobación de las remuneraciones de los concejales, uno de los primeros pasos que deben dar los Consistorios cuando echan a andar los mandatos. Vox, de hecho, había criticado la actitud de la alcaldesa popular por despreciar el "acuerdo con su socio natural, Vox".