MURCIA.- La historia se repite. La Autopista del Mediterráneo no llegó a Murcia hasta un buen puñado de años después de concluir en Alicante. Ahora parece que con el AVE puede suceder lo mismo tras una nefasta gestión de las autoridades regionales murcianas por ausencia en sus planes estratégicos de política ferroviaria realista desde el inicio de la crisis económica en nuestro país, al volcarse más bien sobre el proyecto aeroportuario de Corvera, ahora demostrado igualmente inviable en régimen de competencia con San Javier.
El AVE llegará a la ciudad de Alicante el próximo día 18, confirmándose así las últimas previsiones de la ministra de Fomento, Ana Pastor, gracias al esfuerzo inversor sustentado en una cadena de decisiones políticas de su antecesor en el cargo, el socialista José Blanco, que aceleró licitaciones y plazos de ejecución de la obra civil entre Albacete y Alicante, de 168 kilómetros de longitud, con excepción de un pequeño tramo, que a punto ha estado de echar al traste los dieciocho meses de retraso sobre las previsiones iniciales.
Con este nuevo tramo de ferrocarril para el AVE, y con la excepción de las obras para la llegada del mismo a todas las capitales gallegas, la exigencia europea de recortes en inversiones para infraestructuras no urgentes, obliga a parar o relantizar la mayoría de ellas, hasta el punto de eludir la construcción en Alicante de una nueva estación 'ad hoc' y tener que conformarse 'sine die' con obras de adaptación de la actual, por cierto aún sin acabar a escasos días de la inauguración oficial de la línea la tarde del 17 de junio.
Dicho ésto, por lo que a Murcia se refiere, lo previsto ahora como caramelo para entretener a quienes han perdido el sentido de la realidad de las cosas pese a no poder doblegar el déficit público regional, es poner en funcionamiento dentro de unos meses un tren lanzadera desde la Estación del Carmen con Alicante-Término, y parada en el aeropuerto de El Altet, para enlazar con el AVE tras un trayecto suplementario de treinta minutos de duración.
Las obras en la vía férrea Murcia-Alicante, actualmente en ejecución, no tienen, en principio, más sentido que procurar una infraestructura de ancho ibérico, doble y electrificada, más barata que la requerida para un AVE como el de Sevilla, Málaga, Valencia, Gerona, Zaragoza o Barcelona, exigible y apta para ese tren lanzadera que Murcia recibe como premio de consolación en tiempos de crisis.
Lo que sí es cierto, es que una vez doblada y electrificada la vía Murcia-Alicante, será posible el paso de trenes mejores que el 'Euromed' y que 'Talgos' de última generación podrían poner a un paso de Murcia ciudades como Valencia o Barcelona por las vías del AVE a partir de Alicante.
Mientras no encuentre financiación comunitaria en Bruselas el corredor ferroviario de mercancias entre Algeciras-Málaga-Almería-Murcia-Cartagena-Alicante-Valencia-Castellón-Tarragona-Barcelona-Francia, el AVE no tendrá asegurada su llegada a nuestra comunidad autónoma mediante ese previsto tercer carril de ancho europeo y estándares de alta velocidad, según coinciden en señalar diferentes versiones de fuentes solventes tanto de Fomento como de Adif.
Tan solo unos pocos miles de murcianos, los de Yecla, tendrán ya mismo una parada del AVE a 20 kilómetros de su casa, concretamente en Villena. Los de Jumilla también parecen afortunados al tener la misma parada aunque un poco más lejos. Por algo aquello de que los últimos serán los primeros...