PARÍS.- Las cerdas embarazadas de Europa serán más felices el año que viene,
aunque los consumidores de carne porcina pagarán más y algunos
criadores saldrán del negocio a medida que las nuevas leyes de bienestar
porcino complican el coste de los cereales para alimentación animal.
Las jaulas de gestación metálicas usadas para encerrar a las
cerdas embarazadas y facilitar su control estarán prohibidas a partir
del 1 de enero en el bloque de 27 naciones, 11 años después de que los
diputados votaran por primera vez sobre su prohibición.
Mientras que los grupos de defensa de los animales saludan la
iniciativa, se espera que el coste de aplicar esta prohibición obligue a
muchos ganaderos a salir del sector, provocando una menor producción y
precios más altos para las salchichas, chorizo y prosciutto europeos.
"Estamos al principio de una onda expansiva", dijo Jean-Michel Serres, presidente del grupo de productores francés FNP.
"Tendrá un impacto significativo en los precios del cerdo y
plantea problemas para la industria", advirtió sobre una prohibición que
en Francia estima que añadirá 650 euros a los costes por cerdo en un
sector donde muchos ganaderos ya están en equilibrio o tienen pérdidas.
Los ganaderos de la UE produjeron un récord de 22,7 millones de
toneladas en 2010, o más del 20 por ciento de la producción total
mundial. La cifra duplica al volumen de Estados Unidos, pero todavía
está lejos de los resultados de China, con 51 millones, según mostraron
datos de la UE y de EEUU.
Una nueva prohibición de la UE en las jaulas también llevó a
duplicar los precios de los huevos en algunos países a principios de
este año.
El aumento en los precios del cerdo probablemente no será tan
pronunciado ya que el sector tiene más capacidad para absorber el
incremento de los costes a través de su cadena de producción, y los
consumidores pueden cambiar fácilmente a otras carnes baratas como el
pollo.
Pero expertos de la industria contactados por Reuters dijeron que
buscarían asegurar al menos algo del incremento del 10 por ciento en
los precios que estiman que preservaría sus ya precarias ganancias.
Los ganaderos usan las jaulas en explotaciones intensivas para
ayudar con los a menudo tensos turnos de alimentación y tratar con
agresiones como los mordiscos en las orejas.
Pero los activistas a favor de los derechos de los animales dicen
que las cerdas sufren psicológicamente al ser separadas de otros
animales, y se ven afectadas por otras dolencias como la cojera.
En una reunión de autoridades ganaderas y de la industria la
semana pasada, la Comisión Europea predijo que entre el 3 y el 4 por
ciento de los criadores de cerdos detendrían la producción el año que
viene, dijeron dos fuentes en la reunión.
La producción porcina en la UE caería a su vez un 5 por ciento
durante los próximos tres años debido a la prohibición de las jaulas de
gestación - un uno por ciento este año, un tres por ciento en 2013 y un
uno por ciento en 2014, dijeron.
La Comisión declinó hacer comentarios sobre las estimaciones y
datos de la reunión. Algunos ganaderos ya se han visto obligados a salir
del sector debido al aumento de los precios de los cereales este año,
que supone un 30 por ciento de los costes totales, después de graves
sequías en Estados Unidos y en las regiones del Mar Negro.
El impacto de la prohibición diferirá mucho entre países. Reino Unido, Suecia y Luxemburgo ya habían prohibido estas jaulas.
En Reino Unido, que puso en vigor la prohibición en 1999, hubo
una caída del 40 por ciento en sus rebaños durante la pasada década, y
sus ganaderos eran incapaces de competir con países que no usaban ese
tipo de jaulas. Este año finalmente la producción se está recuperando.
Se espera que la producción se vea duramente afectada en
Alemania, el mayor productor de carne porcina de la UE, con una cuota de
mercado del 25 por ciento en 2010.
España, segundo productor, donde se espera que la producción
crezca entre un 5 y 10 por ciento este año gracias a las inversiones en
los mataderos, podría ver un descenso menor, de alrededor de un 5 por
ciento, dijo Miguel Ángel Berges, de Mercolleida.
Los criadores de la UE se han apresurado a adaptar sus granjas,
pero la Comisión espera que sólo 17 de los 27 estados miembros estén
preparados para finales de año, dejando a más de un tercio del bloque
desfasado a pesar de conocerse la prohibición con 11 años de antelación.
Los ganaderos en Alemania y España casi están listos pero en Francia no, según grupos de ganaderos y responsables.