Que el presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, tiene en mente aislar al independentismo catalán a estas alturas no es que sea un rumor sino que ya es una realidad. ¿Cuáles han sido sus primeros movimientos de la legislatura? 

Una ronda de contactos con todas las formaciones políticas de las que ha excluído explícitamente al independentismo catalán e indicaciones a los suyos para acordar la composición de la Mesa del Congreso también aislando a los mismos. 

No son gestos baladíes sobre todo si se tiene en cuenta que, por ejemplo, Esquerra Republicana tiene 15 escaños y ganó las elecciones españolas en Catalunya y su participación en la legislatura debería ser importante si Sánchez no quiere tener que llegar a acuerdos con Ciudadanos.

Pero Sánchez, que dice sentirse escaldado de las relaciones con los independentistas en la anterior legislatura, no quiere ataduras y cuenta que los votos del independentismo ya los llegará a tener en un momento u otro "por necesidad o por peleas entre ellos". 

Ciertamente, la política es bien curiosa y que Sánchez actúe así justo la semana en que necesita que los independentistas le voten la candidatura de Miquel Iceta en el Parlament como senador autonómico para acabar siendo presidente del Senado es, cuando menos, sorprendente. 

Tiene incluso algo de masoquista, a menos de que no haya situado en el centro del debate a Iceta, que no tenía papel en esta campaña municipal, sin saber a ciencia cierta cómo acabaría su candidatura a la Cámara Alta. Conociendo a Sánchez nada es descartable, ni tan siquiera que haya querido quemarlo. 

El presidente del gobierno en funciones nunca deja de tener abiertas todas las opciones y quizás vale la pena recordar que aunque inicialmente le apoyó más que nadie, Iceta también tuvo sus flaquezas: se alineó con la expresidenta andaluza Susana Díaz.

Lo cierto es que la candidatura al Senado se le está poniendo muy cuesta arriba al primer secretario del PSC ya que cada día que pasa ERC y JxCat tienen más difícil de explicar a sus bases algo que hubieran podido cortar de raíz en el minuto uno apelando a la cortesía parlamentaria que ha permitido hasta la fecha que cada grupo eligiera como senador autonómico a quien quisiera dentro del cupo de que dispone. 

Pero explicar eso a estas alturas es harto imposible por dos motivos: nadie identifica tanto al PSC en la aprobación del 155 como Miquel Iceta y, en segundo lugar, el dirigente del PSC ha ido descartando una tras otra todas las sugerencias que se le han hecho desde el independentismo para facilitarle el acta de senador. 

A estas alturas, es obvio que darle el cargo gratis es mucho más difícil. Y el reloj sigue corriendo y la votación en el Parlament es este jueves. Casi parece un homenaje a la actriz fallecida este lunes, Doris Day, y una de las canciones que hizo célebre en la película de Alfred Hitchcock El hombre que sabía demasiado y que lleva por título Qué será, será..


(*) Periodista y director de La Vanguardia