MADRID.- El Banco de España ha defendido su labor como
supervisor bancario, caracterizada "siempre por tratar de cumplir con
los mejores estándares internacionales de rigor, independencia y calidad
técnica, en un momento particularmente delicado en relación con la
puesta en marcha de la supervisión única europea".
En un comunicado de su Comisión Ejecutiva, el organismo presidido por Luis Linde
niega, ante las informaciones aparecidas sobre afirmaciones contenidas
en el informe elaborado por la Asociación de Inspectores de Entidades de
Crédito del Banco de España, que "dada su vaguedad y naturaleza" pueden poner en entredicho su tarea supervisora, niega "posibles irregularidades relativas a actuaciones supervisoras concretas identificadas por la Asociación".
Además, reafirma la práctica constante de la propia Inspección y
del organismo "en lo que se refiere a su total y absoluta colaboración
con los Tribunales de Justicia y el Ministerio Fiscal respecto a la
persecución de posibles conductas delictivas en el ámbito de sus
competencias".
Asimismo, recuerda que el informe, cuya elaboración estaba
prevista en el Memorando de Entendimiento (MoU) suscrito entre las
autoridades españolas y europeas y que ha elaborado una Comisión
presidida por el consejero Angel Luis López Roa con participación de un
equipos de miembros de la dirección general de Supervisión, de la
dirección general de Regulación y Estabilidad Financiera y de la
Auditoría Interna del Banco de España y que ha contado con la
colaboración de dos representantes de autoridades supervisoras europeas,
se entregó dentro del plazo fijado de finales del mes de octubre y que
su contenido y recomendaciones están siendo analizados por el Banco de
España y las autoridades europeas.
En concreto, el objetivo del informe, que ha recogido diversas
propuestas y sugerencias del documento presentado por la Asociación de
Inspectores de Entidades de Crédito, es realizar un diagnóstico de los
procedimientos supervisores del Banco de España con la finalidad de
identificar carencias y formular propuestas de reforma.
El informe detalla el alcance y la forma en que ha trabajado la
Comisión, las aportaciones que ha utilizado - incluidas las
recomendaciones de terceros independientes y los trabajos recientes de
distintos foros internacionales sobre mejores prácticas supervisoras-,
el análisis de las innovaciones recientemente introducidas en los
procedimientos supervisores del Banco de España y los trabajos
específicos realizados por la propia Comisión.
Así, la Comisión Interna plantea, entre otras, propuestas de
mejora en áreas como el establecimiento de un marco estandarizado para
la adaptación de medidas supervisoras en función del perfil de riesgo de
las entidades de crédito, el seguimiento continuado 'in situ' en
entidades relevantes o la formalización de las actuaciones supervisoras.
Respecto a este último aspecto, el informe propone, entre otras
cosas, fortalecer el procedimiento de planificación de las actuaciones
inspectoras, así como el procedimiento de seguimiento del cumplimiento
de los escritos de requerimientos y observaciones.
Asimismo, recomienda que, una vez finalizada la actuación
supervisora 'in situ', el equipo inspector entregue a la entidad
inspeccionada un documento resumen de las situaciones observadas que
requieran corrección o hayan sido corregidas durante la inspección.
El Banco de España explica que, aunque el documento definitivo es el escrito de observaciones/requerimientos aprobado por la Comisión Ejecutiva, el objetivo de este texto es anticipar dichas situaciones, para que las acciones de corrección "se acometan sin demora".
En esta línea, propone que en las actuaciones de seguimiento 'in
situ' se elabore semestralmente un informe resumen sobre los trabajos
realizados, en el que se incluyan todos los ajustes y deficiencias
observados, a partir del cual se propondrá a la Comisión Ejecutiva
el correspondiente escrito de requerimientos u observaciones, en el que
se incluirán todos los ajustes y deficiencias detectados en el
semestre, incluidos los ya subsanados.
La institución además sugiere dar mayor formalidad al requisito
del Banco de España, aprobado en octubre de 2011, de que cualquier
discrepancia entre informes fuera informada a los superiores
jerárquicos, incluso a la Comisión Ejecutiva. Para ello, propone incluir en un apartado específico en el Informe a la Comisión Ejecutiva
de la Dirección General de Supervisión y en el Informe del departamento
para el director general de supervisión sobre cualquier discrepancia.