Creo recordar que era la mañana del domingo 26 de febrero de 2006 cuando saludé por última vez al ahora fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, a la salida de la misa de 11 en la puerta lateral izquierda de la catedral católica metropolitana de San Patricio, en la Quinta Avenida, de Nueva York, que había sido oficiada en inglés por el entonces cardenal-arzobispo Egan.
Iba acompañado del director de cine, José Luis Garci, y del periodista Luis Herrero. Y estaba allí, como excelente crítico de cine en la COPE además, por algo de Broadway y para nada como fiscal español en busca de algún sujeto de altura huído a los Estados Unidos.
Era a la sazón cónsul general de España en la ciudad de los rascacielos el excelente diplomático murciano, Juan Manuel Egea Ibáñez, miembro de una honorable saga familiar muy conocida en determinados círculos sociales de nuestra región y licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia.
Iba acompañado del director de cine, José Luis Garci, y del periodista Luis Herrero. Y estaba allí, como excelente crítico de cine en la COPE además, por algo de Broadway y para nada como fiscal español en busca de algún sujeto de altura huído a los Estados Unidos.
Era a la sazón cónsul general de España en la ciudad de los rascacielos el excelente diplomático murciano, Juan Manuel Egea Ibáñez, miembro de una honorable saga familiar muy conocida en determinados círculos sociales de nuestra región y licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia.
Ahora me veo a Torres-Dulce en busca de los presuntos delincuentes de 'cuello blanco' que anidaron durante tantos años en las cajas de ahorro y no le arriendo la ganancia con el melón que acaba de abrir porque el saqueo parece generalizado, a fondo y a bastantes niveles. Por esta tierra y colindantes a lo largo de la costa mediterránea sabemos, creo, de más sobre ello, y no sólo el batallador abogado Diego de Ramón o esa Comisión para denunciar la Corrupción, que acaba de nacer en Murcia al calor del movimiento 15-M y que la veo su perfecta coadyuvante. Delatores de buena fé no han de faltarle a don Eduardo para luchar contra la codicia y el latrocinio tan enquistados en estructuras viciadas y podridas por repletas de inmorales crónicos.
Como amigo de amigos comunes y conocedor de muchas víctimas sufrientes hasta yo le ofrezco mi modesta colaboración con la Justicia desde Murcia y Alicante por si sus fiscales anticorrupción en ambos lugares fuesen un poco escépticos -que no lo creo- para recibir denuncias fundadas que les muevan a investigar e informar a sus superiores jerárquicos, incluido don Eduardo, cuya honestidad y profesionalidad me constan a prueba de bomba. ¡Cómo se nota que la Merkel sabe de sobra que ciertos tipos de corrupción institucional enquistada son la raíz de la ruína de España! y a este paso de sus acreedores europeos.
No piense el lector que don Roberto López Abad es el único y la CAM una excepción. No. Lo que al fiscal general del Estado le ha puesto en marcha ha sido la sospechosa conducta pusilánime-permisiva del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, con las cajas de ahorro, casi sin excepción, durante su mandato. Y el saqueo a que siguen estando sometidas algunas por sus todavía directivos al aprobar indemnizaciones y pensiones multimillonarias a quienes se van iendo antes de que los echen por su desastrosa gestión cuando se destapa, pese a los excelentes y duraderos maquillajes contables en sus balances, blanqueados año tras año y ejercicio tras ejercicio.
Pienso, además, que la mala situación por la que atraviesa en España la Monarquía de la dinastía borbónica, a raíz del 'caso Urdangarín', aconseja demostrar a la sociedad española y europea, que el yerno del Rey Juan Carlos I no es el peor de los supuestos corruptos y que en España existe realmente la justicia para aquel que, en razón de su cargo o empleo importante-relevante, se cree impune por tanto que sabe y calla. El reto de La Zarzuela es demostrar ahora que no es así y que el esposo de la infanta doña Cristina es un aficionado y un chapucero para estas cosas del sucio dinero comparado con lo que circula por las cajas de ahorro mas osadas y menos profesionales en el vértice.
Digo ésto porque presumo que algún ilustre megalómano conocido por sus delirios de grandeza va a ser de los primeros en probar la nueva cicuta destilada al efecto y que ya puede despertar cien veces a De Guindos en Washington que, tras el informe del FMI y la defenestración de Rodrigo Rato, intuyo que tiene muchas papeletas para encontrar muy pronto su particular cadarso. Así que vaya encomendándose al mismo San Patricio, por patrón de su pueblo, con vistas a ese trance, que aquello que se le pase por alto a la Fiscalía sé de sobra quienes pueden corregirla con datos para aburrir y asombrar. Don Eduardo y su cruzada jurídica-civil se lo merecen.
No sé por qué pero apostaría doble contra sencillo que alguna de las dos denuncias presentadas en sendos juzgados de guardia de Murcia y Madrid hace más de un año por el letrado murciano Diego de Ramón contra el gobernador del Banco de España, a propósito de las cuotas participativas de la CAM, pudiese prosperar ahora pese a que Torres-Dulce parece querer dejarlo de lado -de momento y mientras siga siendo gobernador hasta el próximo 15 de julio- aunque no sé si podrá cuando alguien demuestre a partir de esa fecha algún presunto delito o supuestos delitos derivados de su activa pasividad supervisora y otras actitudes con las cajas, del todo más que sospechosas.
Posibles delitos de estafa, apropiación indebida o falsedad documental, de naturaleza societaria y fraude fiscal, son los supuestos penales que indaga la Fiscalía con ayuda de la Policía Judicial en las cúpulas de las cajas de ahorro y aledaños de sus particulares cloacas. Lo que no quiere decir que desprecie otros tipos penales colaterales en la comisión de los anteriores delitos.
Suficiente panoplia para ver entrar en nuestras cárceles más próximas a distinguidos ciudadanos que aspiran a pasar a la historia por lo que nunca han sido pese a pagar durante años 'espejos de blancanieves' con el dinero de todos los impositores aunque con cargo a la Obra Social al igual que los trajes del mejor corte y paño para circular regularmente por hoteles de cinco estrellas, ni una menos. Así que los periodistas vamos a tener carnaza asegurada para titulares durante los próximos, al menos, 72 meses, según cálculos de la Policía que ya anda en ello.
Pienso, además, que la mala situación por la que atraviesa en España la Monarquía de la dinastía borbónica, a raíz del 'caso Urdangarín', aconseja demostrar a la sociedad española y europea, que el yerno del Rey Juan Carlos I no es el peor de los supuestos corruptos y que en España existe realmente la justicia para aquel que, en razón de su cargo o empleo importante-relevante, se cree impune por tanto que sabe y calla. El reto de La Zarzuela es demostrar ahora que no es así y que el esposo de la infanta doña Cristina es un aficionado y un chapucero para estas cosas del sucio dinero comparado con lo que circula por las cajas de ahorro mas osadas y menos profesionales en el vértice.
Digo ésto porque presumo que algún ilustre megalómano conocido por sus delirios de grandeza va a ser de los primeros en probar la nueva cicuta destilada al efecto y que ya puede despertar cien veces a De Guindos en Washington que, tras el informe del FMI y la defenestración de Rodrigo Rato, intuyo que tiene muchas papeletas para encontrar muy pronto su particular cadarso. Así que vaya encomendándose al mismo San Patricio, por patrón de su pueblo, con vistas a ese trance, que aquello que se le pase por alto a la Fiscalía sé de sobra quienes pueden corregirla con datos para aburrir y asombrar. Don Eduardo y su cruzada jurídica-civil se lo merecen.
No sé por qué pero apostaría doble contra sencillo que alguna de las dos denuncias presentadas en sendos juzgados de guardia de Murcia y Madrid hace más de un año por el letrado murciano Diego de Ramón contra el gobernador del Banco de España, a propósito de las cuotas participativas de la CAM, pudiese prosperar ahora pese a que Torres-Dulce parece querer dejarlo de lado -de momento y mientras siga siendo gobernador hasta el próximo 15 de julio- aunque no sé si podrá cuando alguien demuestre a partir de esa fecha algún presunto delito o supuestos delitos derivados de su activa pasividad supervisora y otras actitudes con las cajas, del todo más que sospechosas.
Posibles delitos de estafa, apropiación indebida o falsedad documental, de naturaleza societaria y fraude fiscal, son los supuestos penales que indaga la Fiscalía con ayuda de la Policía Judicial en las cúpulas de las cajas de ahorro y aledaños de sus particulares cloacas. Lo que no quiere decir que desprecie otros tipos penales colaterales en la comisión de los anteriores delitos.
Suficiente panoplia para ver entrar en nuestras cárceles más próximas a distinguidos ciudadanos que aspiran a pasar a la historia por lo que nunca han sido pese a pagar durante años 'espejos de blancanieves' con el dinero de todos los impositores aunque con cargo a la Obra Social al igual que los trajes del mejor corte y paño para circular regularmente por hoteles de cinco estrellas, ni una menos. Así que los periodistas vamos a tener carnaza asegurada para titulares durante los próximos, al menos, 72 meses, según cálculos de la Policía que ya anda en ello.
"Todas aquellas actividades que, por parte de los
Consejos de Administración, órganos de decisión o personas que puedan
tomar decisiones hayan podido haber afectado al tráfico penal
societario" se están investigando, según explica el fiscal general. Las
diligencias responden a denuncias recibidas "o bien a documentación que
se nos ha presentado y obliga a la investigación", añade, lo que demuestra que muchos exempleados de espíritu cívico y democrático están filtrando todo o parte de lo que saben y puede inducir a la investigación ante el fuerte escándalo del que han sido testigos o tienen noticia o evidencia cierta a lo largo de tantos años.
Como se ha constatado, en algunos casos, que el dinero a directivos proveniente de indebidas indemnizaciones y, por otros conceptos legalmente muy discutibles, han acabado en paraísos fiscales, es por lo que la Fiscalía va a ser implacable en la recuperación de esos activos incorrectamente percibidos y su repatriación a España para su decomiso por el Ministerio de Hacienda, que tan falto anda de recursos por aquellos que debieron tributar en su día y no lo hicieron. Y es que a todo 'marrano', también al lorquino, le llega su 'sanantón', sí señor. Porque Torres-Dulce, estoy seguro, es un fiscal de una vez.
Imagen singular de San Patricio, esculpida en piedra, existente junto al crucero en la neogótica catedral católica metropolitana de Nueva York y fotografiada por Argárico el domingo 26 de febrero de 2006
Como se ha constatado, en algunos casos, que el dinero a directivos proveniente de indebidas indemnizaciones y, por otros conceptos legalmente muy discutibles, han acabado en paraísos fiscales, es por lo que la Fiscalía va a ser implacable en la recuperación de esos activos incorrectamente percibidos y su repatriación a España para su decomiso por el Ministerio de Hacienda, que tan falto anda de recursos por aquellos que debieron tributar en su día y no lo hicieron. Y es que a todo 'marrano', también al lorquino, le llega su 'sanantón', sí señor. Porque Torres-Dulce, estoy seguro, es un fiscal de una vez.
Imagen singular de San Patricio, esculpida en piedra, existente junto al crucero en la neogótica catedral católica metropolitana de Nueva York y fotografiada por Argárico el domingo 26 de febrero de 2006