MURCIA.- Ya no se trata sólo de saber cómo pagó Francisco Marqués sus numerosas propiedades inmobiliarias, sino también a qué sociedades fueron adquiridas. Cualquier dato, piensan los investigadores, puede ser relevante para conocer si el amplio patrimonio del ex consejero del Gobierno de Valcárcel tiene un origen legal, como él mantiene, aunque también haya admitido que una parte significativa la abonó con dinero negro, o si en algún caso puede corresponderse con pagos o recompensas de empresarios que tenían proyectos pendientes de tramitación en la Consejería de Medio Ambiente, según publica hoy 'La Verdad'.
En este sentido, uno de los datos que han llamado la atención de los investigadores es que las dos viviendas que Marqués posee en la localidad de Valencia, y que el pasado jueves fueron registradas por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF-BLA) del Cuerpo Nacional de Policía, le fueron vendidas por la promotora Hansa Urbana.
Esta sociedad impulsa uno de los mayores resort de la Región y del sur de Europa: Novo Carthago, un proyecto urbanístico consistente en levantar junto a la laguna del Mar Menor, en unos terrenos que ocupan 580 hectáreas, entre 2.000 y 3.000 viviendas, 1.500 plazas hoteleras (tendrá dos hoteles de cinco estrellas) y un centro de congresos. Una inversión que en el año 2003, cuando el proyecto fue presentado, se estimaba en casi 1.000 millones de euros (unos 160.000 millones de pesetas).
Dos pisos en dos años
Según las declaraciones realizadas por el ex alto cargo de la Comunidad Autónoma el pasado sábado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, Antonio Alcázar, la primera de esas viviendas en Valencia la habría adquirido en el año 2003.
Esa adquisición -cuya venta Marqués atribuyó en un principio a Realia, aunque luego señaló que había sido a Hansa Urbana- no ofrecería motivos para ser investigada, a priori, por cuanto en ese año 2003 el imputado era todavía consejero de Sanidad -un departamento sin competencias sobre la tramitación de Novo Carthago-, o bien ya había sido nombrado delegado del Gobierno en Murcia.
Es, sin embargo, en la segunda adquisición en la que los investigadores se están centrando ahora.
Según ha admitido el ex alto cargo, esta segunda compra a Hansa Urbana la hizo en el año 2004 y la vivienda no fue escriturada hasta el año 2006. Fue en ese periodo cuando el departamento presidido por Marqués -nombrado consejero de Medio Ambiente en julio del 2004 y hasta abril del 2006- tuvo que tomar algunas importantes decisiones sobre ese complejo urbanístico. La principal de ellas, tramitar la declaración de impacto ambiental de la urbanización. Ese informe favorable fue emitido en noviembre del 2005.
Todas estas fechas no pasaron desapercibidas para el juez Alcázar ni para el fiscal superior, Manuel López Bernal, que instaron a Marqués a dar explicaciones sobre ese aspecto. «Es cierto -admitió el imputado en delitos de cohecho, prevaricación y blanqueo de capitales- que la promotora de Novo Carthago es Hansa Urbana, a la que el declarante compró las dos viviendas de Valencia. Que las adquirió antes de conocer la existencia de Novo Carthago».
Marqués también fue interrogado acerca del precio que pagó por este inmueble, y se le preguntó en concreto cómo explicaba que el apartamento hubiera sido tasado, a efectos inmobiliarios, en el doble de lo que él asegura haber pagado. «No lo sé -dijo-; es posible que en esos dos años (desde el 2004 en que lo apalabró, hasta el 2006 en que lo escrituró) se produjera un aumento de valor». Y añadió que el piso adquirido en el 2003 «costó prácticamente lo mismo y es más grande».
La Policía Judicial trata ahora de confirmar si las explicaciones se corresponden fielmente con la realidad.
Contradicción
La segunda de las viviendas que Marqués adquirió a Hansa Urbana, promotora de Novo Carthago, la apalabró en el año 2004 y la escrituró en el 2006. El mismo periodo, mes arriba, mes abajo, en que asumió la cartera regional de Medio Ambiente.
En ese mismo periodo, además, su consejería tuvo que adoptar importantes decisiones para que Novo Carthago siguiera adelante (como así ocurrió, al contrario de lo que pasó con el plan urbanístico que se proyectaba en unos terrenos colindantes, en Lo Poyo, que quedó paralizado).
En su declaración, Marqués aseguró que cuando compró las dos viviendas de Hansa Urbana en Valencia, en los años 2003 y 2004, «no conocía la existencia de Novo Carthago».
Este periódico ha comprobado, sin embargo, que ese gran proyecto urbanístico fue presentado, a bombo y platillo, el 12 de junio del 2003, con la asistencia del propio presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, y de varios de sus consejeros, y tuvo una gran repercusión por los medios regionales.
Documento fortuíto
En previsión «de que pudiera ocurrir una desgracia», Francisco Marqués dejó una carta manuscrita dirigida a una de sus hijas. En este documento le daba algunas indicaciones sobre cómo actuar si algo malo le ocurría y, al parecer, le informaba de las propiedades y posesiones que había ido acumulando. Este documento fue hallado por los policías judiciales que registraron su domicilio de Murcia, el miércoles pasado.
Estaba dentro de un libro y ha permitido a los investigadores conocer algunos datos de interés. Uno de ellos, por ejemplo, que el ex alto cargo del Gobierno popular había constituido una sociedad, denominada Arroba House S.L., junto a un amigo, Antonio G.Z.. El objetivo era dedicarla «a la intermediación en la compraventa inmobiliaria».
Marqués reconoce su amistad con ese promotor y dice que, como no tenía en ese momento los 50.000 euros que tenía que depositar para formar parte de la sociedad, fue su amigo quien le hizo ese ingreso. Sin embargo, admite que no firmó documento alguno. «Fue como un adelanto», justificó ante el juez.
Respecto de esa sociedad, el ex alto cargo indica que forman parte de la misma otras personas, entre ellas un notario. «Que cree que hay una escritura -añade-, aunque el declarante no ha firmado nada y no ha entregado ningún poder a nadie».
Otra de las sociedades por las que el magistrado lo interrogó es Watercrest Investment INC, con sede en Panamá, de la que Marqués señaló que se constituyó hace un año y medio «con la finalidad de poder realizar operaciones de importación y exportación de productos de perfumería».
A la espera de Trinitario Casanova
El empresario Trinitario Casanova, responsable de la promotora que pretendía urbanizar en La Zerrichera, podría ser uno de los próximos en tener que comparecer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, responsable de la investigación. En concreto, los investigadores están tratando de concretar la relación que pudo existir entre Casanova y Francisco Marqués -que ocupó el cargo de consejero de Medio Ambiente hasta 2006- durante la tramitación del expediente de reclasificación de la finca de La Zerrichera, según 'La Opinión'.
Una de las pistas, de momento, ha llevado a los investigadores hasta Suiza. La Policía Nacional trata ahora de comprobar si ambos hicieron juntos un viaje al país helvético. El nombre de Casanova, además, aparece en una de las conversaciones intervenidas por la Policía Nacional. En ella -mantenida entre el ex director de Calidad Ambiental, Antonio Alvarado, y el ex director general de Carreteras, Fernando Mateo-, el primero insinuaba que Casanova había presionado a algún político. "Te lo digo yo -subrayó Alvarado-. Seguramente tiene a algún político cogido por los huevos y esperaba más de él. Es la única explicación que tengo".
Estas explicaciones, finalmente, las tendrá que dar Trinitario Casanova ante el juez. No obstante, no hay todavía una fecha para su comparecencia.El objetivo es determinar si Marqués pudo haber influido -a cambio de una comisión- para que la finca, protegida por la Unión Europea, se convirtiese en urbanizable. El Grupo Hispania, que compró los terrenos por cerca de 30 millones de euros y después los vendió a la Kutxa por 105 millones de euros, tenía previsto levantar una urbanización de 4.000 viviendas, campo de golf y un hotel de lujo.
Para tratar de averiguar si Marqués pudo haber recibido dinero por esta operación -el ex consejero está imputado por cohecho, prevaricación y blanqueo de capitales-, los agentes del grupo de Blanqueo de Capitales de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional (UDEV) realizaron una exhaustiva investigación sobre sus cuentas que reveló un importante incremento patrimonial en los últimos años.
El pasado sábado, ante el juez, el ex consejero atribuyó este incremento a una serie de herencias y donaciones familiares y a la venta de varias fincas e inmuebles. Precisamente, el juzgado de instrucción número 3 de Murcia ha abierto una invstigación sobre la filtración de la declaración de Francisco Marqués ante el instructor del caso La Zerrichera hecha el pasado sábado, según informó anoche el TSJ.
Silencio del PP
Cuando el juez Alcázar le preguntó a Marqués el pasado sábado «en qué podría tenerle presionado el señor Casanova», el ex consejero contestó lo siguiente, de forma literal: «Que en nada. Que en esa conversación el declarante (Marqués) interpretó que (Alvarado) se estaba refiriendo al declarante y al presidente; y que la expresión «gran mullidor» creía que se refería al Presidente».
Ruiz Vivo aseguró que su partido «no hará ninguna declaración sobre lo que se ha publicado porque son filtraciones que pueden o no ser ciertas. No tenemos ninguna constancia oficial de que eso sea así».
¿Quién es el 'gran muñidor'?
El presidente regional insiste en que el asunto está en manos de la Justicia, que ha decretado el secreto de sumario. «Hay que preguntar al juez. ¿Qué quiere que yo le diga? Si se supone que estamos en sumario secreto, qué quiere que yo le cuente. No sabemos cómo están las cosas», respondió a Valcárcel en Yecla sobre las investigaciones judiciales que se están acometiendo.
Por otro lado, no dudó al reconocer que el ex consejero Francisco Marqués fue de su entera confianza. «En mi gobierno todas las personas son de mi confianza. Si cualquier presidente tuviera personas en las que no confía, ese presidente sería un perfecto imbécil». Valcárcel aseguró que está dispuesto a contestar a todas las preguntas que se le quieran realizar sobre este tema.
Tras la información publicada ayer por 'La Verdad', la atención mediática se centró por entero sobre el presidente de la Comunidad Autónoma. Y ello porque Francisco Marqués, en su declaración ante el juez, dejó una frase que no ha caído muy bien en el seno del Gobierno regional ni en su presidente.
Lo hizo el ex alto cargo cuando el magistrado instructor del 'caso Zerrichera' le preguntó sobre una conversación entre el ex director general de Calidad Ambiental, Antonio Alvarado, y el secretario general de la Consejería de Política Social, Fernando Mateo. Ambos, en esa charla, que estaba siendo interceptada por la Policía, aseguraban que el dueño de La Zerrichera, Trinitario Casanova, «seguramente tiene a algún político cogido por los huevos y esperaba más de él».
Más adelante, Alvarado insistía en que en todo ese caso había alguien a quien se refería como «el gran mullidor (muñidor)». Añadía que había una persona «que debería estar y no está, porque está ganando mucho dinero todos los meses» y se quejaba de que «nos está arrastrando a muchos, unos por arriba y otros por abajo».
Cuando el juez Alcázar le preguntó a Marqués el sábado «en qué podría tenerle presionado el señor Casanova», el ex consejero contestó lo siguiente, de forma literal: «En nada. Que en esa conversación el declarante (Marqués) interpretó que (Alvarado) se estaba refiriendo al declarante y al presidente; y que la expresión gran mullidor creía que se refería al Presidente».