MURCIA.- El Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM) ha presentado este lunes, en rueda de prensa, la Memoria socioeconómica y laboral correspondiente a 2010, de la que se extrae que "se está saliendo de la crisis y la caída se ha frenado", aunque se pone de manifiesto que durante este año "no se va a generar empleo, ya que no hay capacidad de crecimiento para ello".
Así lo ha puesto de manifiesto el vicepresidente de este órgano, José García, quien tras reconocer que "se ha tocado fondo en la medida en que el decrecimieno se reduce y a partir de ahora se empieza a no seguir cayendo, no quiere decir que haya garantías de que se haya tocado fondo", de manera, ha lamentado, que la creación de empleo "no se ve tan a corto plazo".
Ante este escenario, ha resaltado la necesidad de que la Región "aproveche el tirón del entorno de otros países europeos y del conjunto de la OCDE para potenciar las exportaciones" que en 2010 consiguió un crecimiento del 13,6 por ciento, acercándose a los 5.000 millones de euros.
En el capítulo del turismo, ha destacado que registra "los primeros índices de recuperación al incrementarse tanto el número de viajeros como las pernoctaciones y, en mayor medida, en caso de los extranjeros". Sin embargo, ha subrayado que "no cambia el modelo turístico basado en el turismo de costa, que congrega al 53 por ciento de las pernoctaciones hoteleras".
Otra de las propuestas que se recoge en la Memoria es la necesidad de "promover un gran acuerdo entre Gobierno regional, agentes sociales y partidos políticos para consensuar medidas que permitan superar los graves problemas que afrontamos y las necesarias reformas, sistema financiero básicamente, para procurar que fluya el crédito".
En opinión de García, "el primer paso para ello es el diálogo social y todo indica que la voluntad de las partes implicadas está puesta de manifiesto".
El control del déficit público teniendo en cuenta la singularidad derivada en este ejercicio del terremoto de Lorca y la "prudente" política de endeudamiento seguida en años anteriores por varias regiones, entre ellas Murcia, son otras de las consideraciones que se recogen en la Memoria.
Apunta a ciertas "debilidades" estructurales de la economía murciana que "acrecientan la gravedad de la crisis e impiden que se haya reanudado el crecimiento económico"; razón por la que la industria, a juicio del CESRM, "debe ser un sector estratégico en el desarrollo regional y especialmente su componente agroalimentario".
Tras hacer una breve mención al mercado de la vivienda, destacando el "desplome" de la edificación residencial, se resalta la importancia del sector del turismo también como "estratégico" para a corto plazo poder promover el "relanzamiento de la economía", constituyendo la Paramount "un impulso destacado por la nueva vía de negocio que representa y la indudable repercusión internacional que comportaría a todo el sector".
También la potenciación del turismo rural "debiera ser un objetivo importante en aras a la dinamización del sector turístico regional", al tiempo que hacen referencia al "déficit" de infraestructuras de transporte y especialmente en ferrocarril, siendo ésta una de las "principales limitaciones" de la economía murciana.
De ahí, que recogen una inclusión a la defensa del Corredor Mediterráneo, siendo un "proyecto prioritario para el desarrollo de la Comunidad" y manifestando, así, que comparte el contenido de la denominada 'Declaración de Murcia en defensa del corredor ferroviario mediterráneo', aprobada el pasado 29 de junio.
Por su parte, Julio Mamblona, también vicepresidente del mencionado órgano, se ha referido al mercado de trabajo, cuyas conclusiones "suenan a parte de guerra".
Y es que, ha señalado, "la principal consecuencia del apenas avance económico que hemos tenido no ha evitado una nueva destrucción de empleo y una importante elevación del número de parados".
Aunque la pérdida de ocupación "se ha suavizado en el conjunto regional, hay unos 9.000 ocupados menos que en 2009, cuando se perdieron 50.000 empleos".
La destrucción de empleo, que según ha dicho afecta de manera indiferente tanto a hombres como mujeres, "ha repercutido en los menores de 35 años, a excepción del sector agrícola, que se convierte en una especie de refugio para el empleo durante la crisis al haber generado 17.000 puestos de trabajo entre 2008 y 2010".
En términos generales, ha puntualizado que todos los sectores aún pierden ocupación, "con cierto vigor en industria, con un 7 por ciento; y de forma moderada, construcción y servicios, que baja un 3 por ciento".
Durante 2010, en términos laborales, la destrucción de empleo "se acentuó en los asalariados fijos, aunque solo trabajadores temporales son los principales perjudicados, que se cifran en 57.000 menos desde que alcanzaron su máximo nivel de ocupación en el segundo semestre de 2007".
"La situación se ha invertido en 2010, y se destruyen unos 16.500 puestos de trabajo de asalariados fijos, y la consecuencia es la pronunciada elevación del nivel de temporalidad laboral".
En lo que respecta al empleo público, reprueba que "haya retrocedido sin distinción entre el estable y el temporal", ya que, ha precisado, "el 44 por ciento que alcanza la tasa de paro juvenil y la temporalidad llega el 64 por ciento del 44 por ciento que hay en paro", de forma que son los jóvenes "la gran lacra y tragedia en cuanto al acceso al empleo en esta Región".
En cuanto al paro de larga duración, ha destacado que "casi la mitad de los desempleados llevan más de un año en esa situación, unas 87.000 personas y una quinta parte llevan dos años como mínimo".
Se ha hecho también una alusión al "ineficaz" resultado de la reforma laboral para proporcionar la creación de empleo, ya que "el 92,2 por ciento de todos los contratos que se han hecho en la Región son de carácter temporal, lo que supone un nuevo aumento de la tasa de temporalidad de un 0,6 por ciento con respecto a 2009".
Mientras que el portavoz de los consejeros del Grupo 3º, José Luján, ha remarcado que desde el año 1998 a 2007 "se produce un aumento de casi 35.000 empresas, llegando hasta las 100.000 mientras que en los dos primeros años de la crisis se destruyen cerca de 7.900 empresas".
En el capítulo de las nuevas tecnologías en la Comunidad, se pone de relieve la "importante" progresión en cuanto a equipamientos y utilización de las Tic "pero todavía la desigualdad es significativa en relación con el promedio español".