BARCELONA.- Decenas de miles de peces aparecieron muertos en el mar Menor hace dos semanas, en un nuevo episodio de mortandad masiva provocada por los vertidos de nutrientes de origen agrícola (nitratos, fósforo). Es la consecuencia del proceso de eutrofización que sufre este enclave,
cuya recuperación requerirá un consenso político entre administraciones
hoy inexistente. Este es un decálogo que puede servir de base para
resucitar la laguna murciana y que hoy publica La Vanguardia.
1) Actuar en origen
Menos vertidos de nutrientes
Recuperar
la laguna costera del mar Menor requiere detener en origen el vertido
incesante de nutrientes (nitratos y fósforo) procedentes principalmente
de los fertilizantes usados en el riego. La Administración central pide
al Gobierno murciano que use sus competencias (agua, fertilizantes,
residuos, medio ambiente) para tomar medidas preventivas.
2) Uso de fertilizantes
Disminuir su aplicación
El
Gobierno murciano ha aprobado un decreto ley que prohíbe los
fertilizantes nitrogenados en una franja colindante con la laguna (en un
ancho de 1,5 km aproximadamente). “Pero tal vez esto no sirva para
nada, puesto que la mayor parte de la contaminación de origen agrícola
que llega hasta el mar Menor se origina mucho más lejos de esta franja”,
señala Pedro García, director de la Asociación Naturalistas del
Sudeste, que pide “mucho más”.
3) Regadíos ilegales
Identificadas 8.500 hectáreas
La
eliminación de los regadíos ilegales en el Campo de Cartagena es una
prioridad, tras años de un desarrollo agrario desordenado e
incontrolado. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS),
responsable de entregar el agua para riego procedente del trasvase del
Tajo al Segura, ha identificado 8.500 ha de tierras sin título para usar
el agua (de las 60.000 ha existentes).
La Confederación ha ido abriendo
expedientes a estas fincas para que dejen de usar indebidamente el
agua, pero la solución final depende del Gobierno regional de Murcia,
encargado de restituir el suelo a su estado original; es decir que
vuelvan a ser de secano.
De esta manera, si se lograra cerrar este grifo ilegal ,
se dejarían de arrojar 25 hm3de agua al año, una séptima parte del
total en la zona y se dejaría, y se evitaría las correspondientes
toneladas de fertilizantes nitrogenados, fósforos y demás.
4) Necesaria coordinación
Agilizar los expedientes de regadíos ilegales
“Estamos
avanzando en los expedientes que nos ha pasado la Confederación
Hidrográfica; pero no hay 8.500 ha de regadíos ilegales; hemos iniciado
la tramitación de 113 expedientes, y suman 2.130 ha”, dice Míriam Pérez,
directora general del mar Menor del Gobierno murciano.
Pérez admite que
aún no ha concluido ningún expediente de restitución; esgrime la
compleja la tramitación, pero recalca que “estamos actuando con la
máxima diligencia posible”. No obstante, el Ministerio para la
Transición Ecológica discrepa.
“Hasta la fecha, de la comunidad autónoma
de Murcia hemos tenido poca colaboración; la Fiscalía ha tenido que
instarle a actuar”, dice Hugo Morán, secretario de Estado de Medio
Ambiente.
5) Agricultores
Uso responsable del agua
Diversos
sectores recuerdan que la comunidad de regantes del Campo de Cartagena
es la responsable de la buena gestión del agua que recibe, y, por lo
tanto, es ella la que debe velar por los buenos comportamientos de los
agricultores. “Si un regante (ilegal) tiene agua es que alguien se la
da”, sentencia Morán. Los grupos ecologistas echan en falta una actitud
más activa de los agricultores “para expulsar del sistema” a quienes
riegan en exceso y sin derecho para ello.
6) Filtros verdes
La acción de la naturaleza
El
Campo de Cartagena es una gran superficie inclinada, en la que se han
eliminado las barreras naturales (árboles, setos), hasta el punto de que
hay fincas y superficies roturadas (en dirección al mar, para más inri)
que son colindantes con los arenales.
Cuando
llueve, toda la zona es una gran pista de desagüe, sin que haya
elementos naturales que detengan, aminoren o laminen el caudal. El
Gobierno regional habla de promover un “un anillo protector o cinturón
ecológico” en el entorno del mar Menor (“aún por definir”, dice Míriam
Pérez).
Hay coincidencia en que se precisa habilitar filtros verdes (para esos nutrientes) y abordar actuaciones de renaturalización del entorno entre otras soluciones basadas en la naturaleza.
7) Plan Vertido Cero
El Gobierno se desmarca
La
ministra Teresa Ribera considera que el Plan Vertido Cero –la respuesta
a la contaminación del mar Menor gestada en la etapa del PP– está
“desfasado” y prepara un nuevo plan estratégico para acotar las obras
previstas. El Gobierno murciano, en cambio, defiende a capa y espada el
viejo plan.
La parte del león del Plan Vertido Cero era una serie de obras hidráulicas centradas en pinchar el
acuífero y rebajar su nivel; y recoger también las aguas de la rambla
del Albaujón (5.000 kilos diarios de nitratos al mar Menor), con la
finalidad de llevar todos los caudales para ser descontaminados y luego
verterlos al Mediterráneo. Sin embargo, el Gobierno se desmarca de este plan, al haber obtenido informes con un mejor conocimiento de los focos que contaminan la laguna.
8) Mejorar el conocimiento
Reconsiderar y repensar las obras previstas
¿Por
qué el Ministerio está reenfocando el plan Vertido Cero. Este viejo
plan pivotaba sobre la premisa de que el mar Menor se contaminaba sobre
todo por la filtración desde acuífero (al que está conectado
subterráneamente). Por eso, proponía extraer el agua (y rebajar su
nivel) y canalizarla.
Sin embargo, un informe posterior del Ministerio
ha demostrado que el acuífero solo drena al mar Menor una octava parte
del agua estimada (y no drena fosfatos: uno de los detonantes de la
contaminación mortal) sino que llega sobre todo por arrastres
superficiales.
Tales descubrimientos obligan a redimensionar y a
repensar las obras hidráulicas previstas. Visto que los principales
focos de contaminación son los drenajes (vertidos) de riego y los
arrastres de las avenidas, más razón hay para una acción preventiva.
9 ) Acuífero contaminado
Primero de todo: dejar de verter
El
acuífero ya está contaminado (así lo ha declarado la CHS), y la UE
obliga a actuar. El Ministerio no descarta que al final se necesite
sacar el agua del acuífero; “pero lo primero que hay que hacer es dejar
de enchufar agua por encima de su capacidad”, dice Hugo Morán.
“No podemos plantearnos dimensionar una gran obra para resolver un
problema que no está resuelto en su origen. Una vez conocido el volumen
de agua que haya que gestionar, tomaremos la decisión de inversión
pública; pero no antes” añade.
“No se puede descartar una captación de
agua del acuífero, pero el proyecto no debe basarse solo en eso”,
coincide Pedro García (Anse), contrario a las soluciones solo
tecnológicas.
10) Planificación
Evitar impactos ambientales
Míriam
Pérez (y el Gobierno regional en tromba) pide una “acción urgente de la
Administración central” para captar las aguas que van al mar Menor
desde la rambla del Albaujón (convertida en un río), tratarlas y
verterlas en el Mediterráneo. Pero esa idea la rechazan los grupos
ecologistas, porque podría contaminar zonas protegidas del Mediterráneo.
“Lo que el Gobierno murciano nos pide con urgencia sería tanto como
cambiar de vertedero: pasar de verter las aguas con nutrientes al
mar Menor a hacerlo directamente al Mediterráneo”, dice el secretario
de Estado, Hugo Morán, que rechaza los atajos y las “actuaciones de
urgencia” que soslayen una cuidadosa evaluación ambiental del proyecto.