La pregunta se la oí esta semana a un murciano relevante por si mismo y, seguro, que se la puede haber hecho mucha gente después de que Pedro Antonio cayese en la trampa de acudir a la UCAM convocado por Mendoza para escenificar el teórico apoyo de la extrema derecha de los católicos murcianos, los más integristas y trentinos del país, que nada tienen que ver con el nuevo espíritu vaticano ni con la mayoría de quienes así se consideran aquí.
La respuesta, obviamente, es que votar al PP en Murcia es votar a favor de los intereses inconfesables de Mendoza pero no sólo de Mendoza. Ballesta, más retorcido politicamente que el lumbrerense, no fue, engañado, a la UCAM porque se entiende con Mendoza desde sus tiempos de rector en la UMU y luego como consejero de Educación. Pero Sánchez dió la talla de su bisoñez política apareciendo, nada más tomar posesión como consejero de Universidades, como un satélite en la órbita de Mendoza, hasta dar la sensación de ser un monigote en sus manos a cambio de su apoyo en el incierto viaje a San Esteban.
Pero Pedro Antonio Sánchez se percibe hoy, tras acudir a ser ungido por Mendoza, como un polichinela de otras personas, instituciones y empresas, hasta el punto de quedar identificado el votarle a él con extender un voto en blanco a determinados personajes impopulares conforme ha ido avanzando la particular crisis de la Región de Murcia y su decadencia en menos de una década de abusos, ilegalidades y expolios.
Votar a Pedro Antonio Sánchez es hacerlo por José Luis Mendoza pero también por Carlos Egea, Tomás Fuertes, Clemente García, Sánchez Carrillo, Ramón Luis y Carlos Valcárcel, Vicente Martínez-Pujalte y su cuñado Antonio Cerdá, Joaquín Bascuñana, Francisco Marqués, Miguel Ángel Cámara, Pilar Barreiro, Pedro José Pérez Ruiz, Francisco Jódar, Pérez Templado, Martínez Moya, Pascual de Riquelme, Pedro García-Balibrea, José María Albarracín, Ángel Martínez, Miguel del Toro, Francisco Celdrán, Andrés Ayala, José Joaquín Peñarrubia, Jesús Samper, José Ballesta, Tomás Zamora, Juan Morales, Juan Ramón Avilés, Santiago Martínez, Salvador Huertas, José Dasí, José García-Carrión, Jaime García-Legaz, Pedro Hernández Filardi, Pedro Espinosa, Manuel Claver, Luis del Rivero, Alfonso Garcia, Mariano Roca, Fernando Berberena, Pascual Parrilla, Manuel Martínez, Pepín Liria, Juan Antonio Pedreño o monseñor Lorca Planes entre algunos otros.
Por algo será que muchos militantes, simpatizantes y votantes del PP en la Región de Murcia no se ocultan para decir 'urbi et orbe' que no votan a Pedro Antonio porque no es el candidato del partido sino de una mafia incrustada entre nosotros y nada dispuesta a ceder los resortes de poder, ahora a favor de sus intereses y, si puede ser, también durante los próximos cuatro años y así hasta alcanzar el cuarto de siglo de dominación pública de la sociedad murciana con el aplauso de sus propias víctimas. La estrategia de Mendoza utilizando a la ultraderecha católica murciana era, además, impedir el trasvase de votos de la derecha del PP hacia los candidatos de 'Vox'.
Pero la desesperación debe ser considerable cuando el políticamente amortizado Ramón Luis Valcárcel ha llegado a decir hoy delante del mismo Rajoy, sin que el jefe del Gobierno se inmutase, que quien no vote al PP, a Pedro Antonio y a Ballesta, está apoyando indirectamente a los demás partidos -tachados de extrema izquierda- y que entre ellos los hay a los que apoya ETA, no se sabe muy bien si lo hacía en referencia indirecta al cabeza de lista de 'Podemos' Óscar Urralburu por ser navarro, o a otros, en la recta final de una campaña electoral en la que el PP murciano no ha dejado de caer en intención de voto.
Pero no sólamente personas se benefician del voto a Pedro Antonio sino también empresas e instituciones como la UCAM, CROEM, Fundación Cajamurcia, Grupo Fuertes-El Pozo, Sacyr, La Generala, Llao-Llao, Lina, Paloma, Intersa, Orenes, Villegas, Ricardo Fuentes e Hijos, Grupo Huertas, Cámaras de Comercio, COEC, CECLOR, Real Murcia, Obispado de Cartagena, Hefame, Trimtor, García Carrión, Opus Dei, Cabildo Superior de Cofradías, Cofradía de Jesús, Cofradía de la Sangre, Colegio Oficial de Farmacéuticos, Colegio de Periodistas, Colegio de Economistas, Colegio de Ingenieros Industriales, Colegio de Arquitectos, Federación del Metal, Federación de la Construcción, Federación Regional de Cooperativas Agrarias, Apirm, Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, Scrats, Ucomur, Asaja, Emuasa, Aquagest, Undemur, Apoexpa, Proexport, Froet, El Corte Inglés, Federación de Fútbol y Onda Regional entre otros varios.
Claro que lo más grave, con todo, no es votar a Pedro Antonio Sánchez sino que, si finalmente resulta imputado por el 'caso Auditorio', de haber sido investido ya presidente en la Asamblea Regional, tras su dimisión su sustituto y quien está llamado a presidir en principio la Cámara autonómica, el número dos de la candidatura del PP, actual consejero de Fomento y ex alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, sería quien ocuparía finalmente el sillón de San Esteban si este partido gana las elecciones y logra una mayoría.
Si eso llegase a suceder, he escuchado decir a uno de los principales empresarios murcianos que se marchaba de nuestra región inmediatamente. Pero a otros, menos resignados, que hay que votar a cualquiera antes que al PP para echar a todos éstos del cuarto párrafo.