-No le quepa la menor duda. Si hubiera que definir con un solo término el año 2009, es crisis. Crisis y más crisis. Es lo que a cualquier persona le ha venido preocupando.
-En relación a los restos de San Esteban, más allá de los dictámenes de los técnicos está la decisión política de la puesta en valor del yacimiento. ¿Qué idea se baraja?
-En primer lugar, hay que preservar ese yacimiento. Dijimos en su día que la prioridad se llama yacimiento. Más adelante hablamos de que ya no había que hablar de prioridad sino de exclusividad; sólo habrá yacimiento. A partir de ahí, dejemos hablar de esto a quienes realmente lo conocen. Yo tengo algún aval para poder hablar de esto aunque sólo sea porque durante muchos años me he dedicado, y me seguiré dedicando, a lo que realmente he sabido hacer: a dar mis clases de historia, de arte y a tener por lo tanto un cierto vínculo con ese mundo que no me es extraño. Corresponde al político decir que se haga algo, luego que opinen los expertos. ¿Qué me gustaría a mí? Pues hay muchas posibilidades. Es un hallazgo de una magnitud extraordinaria. No voy a comparar, pero se ha hecho algo bueno en Cartagena y no habría razones para no hacer lo propio en Murcia. Este yacimiento puede ser quizá, el mejor ejemplo de la materialización de las tres culturas, la tolerancia, la convivencia... Hagamos algo así. Hagamos de ese yacimiento la materialización de las tres culturas que han existido en Murcia.
-Su decisión de paralizar el aparcamiento fue aplaudida. ¿Se ha podido trasladar a la opinión pública una desautorización a la Consejería de Cultura o al alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara?
-Yo hablo permanentemente con Miguel Ángel Cámara en su condición de alcalde de Murcia, en su condición de secretario general del partido y en su condición de amigo mío, por si alguien no se había enterado. La fluidez va mucho más allá de la mera cortesía política e institucional. Hablo con Miguel Ángel y hablo con Pedro Alberto Cruz, y a ninguno de los dos se les ha pasado por la cabeza en ningún momento decir 'vamos a destruir esto'. Otra cosa es que se barajaran posibilidades en función de estudios técnicos para elevar el yacimiento para construir el parking. El técnico opina, pero no obliga al político. Pero la opción que prevalece por encima de todas las demás es que esto hay que mantenerlo. Nadie ha dicho nunca que había que destruirlo.
-Dijo usted que había faltado pedagogía a la hora de comunicar que no se iba a construir el aparcamiento y que se habían producido errores en la cadena de mando. ¿Por qué faltó pedagogía y a qué eslabón de la cadena se refería?
-A todos, a todos. Empezando por mí, yo no escurro nunca el bulto. Lo que ocurre es que podíamos haber sido más pedagogos y haber hecho menos discursos que no terminaban de cuajar. Que cuaje el mensaje: no hay parking, sí yacimiento. No hemos estado finos a la hora de plantear esto. Pero no vamos a flagelarnos, que sé de muchos yacimientos que han sido destruidos en Andalucía y otras comunidades y localidades. Además, ha habido una movilización social. Y muy bien por quienes han movilizado conciencias y voluntades. Al principio decían que eran cuatro, pero es que no son cuatro. Es que la cantidad era lo de menos. Era la calidad de los planteamientos, y se fueron sumando muchas personas porque surge esa murcianía, la necesidad de ver nuestra historia reflejada en algo que no esté solo en los libros o en el pensamiento de los eruditos, sino ahí mismo. Todo ha sido un conjunto de cosas ciertamente positivas porque el final es el que ha sido.
-¿Esa plataforma le ha ganado el pulso a los políticos?
-Nunca he supuesto que la plataforma haya ganado un pulso porque aquí no ha habido ningún pulso. Nadie ha dicho que se pusiera como única posibilidad la construcción del parking. No puede entenderse un pulso porque ningún político de esta Comunidad ha pretendido hacer otra cosa distinta a mantener el yacimiento. Si me pregunta que si he escuchado la voz de la calle le diré que sí. Siempre escucho la voz de la calle. A lo mejor un día te llega con mayor nitidez y otro día puede no ser así. Se trata de tener sensibilidad y no ser soberbio. Ser sensible, humilde, entender lo que te están diciendo y automáticamente yo, que soy uno más de la calle porque no me han bajado de un planeta, escuchar a la sociedad, que es lo que he hecho. Y no actué después de la orden judicial. Pasaron horas desde que dije en Bonn que no se hacía el aparcamiento hasta que llegó la paralización judicial.
-De la Conferencia de Presidentes... ¿qué tuvo que haberse traído a Murcia y no se ha traído?
-Había tres apartados claramente diferenciados: la violencia de género, en el que al final hubo acuerdo; la presidencia española de la Unión Europea, que también se rubricó con un acuerdo. Y el tercer punto era relativo a la situación económica, vinculándolo a la economía sostenible. Hay dos documentos elaborados sobre los dos primeros puntos. Pero sobre el más importante, sobre el elemento nuclear de la Conferencia no hay documento. A las tres de la tarde nos disponemos a ir al comedor y se nos reparten unos folios. Tras el almuerzo se llama a convocatoria para debatir el documento. ¿Cómo quiere usted que debata un documento que me han entregado justo cuando voy a pinchar el primer bocado? Me dejará que me lo lea, que aportemos ideas... 'No, hay que adherirse', según dijo el presidente del Gobierno. 'Hay que adherirse a este documento porque España espera que salga un acuerdo de aquí'. No, perdone un momento. España espera un acuerdo desde hace dos, tres años, cuando decíamos que viene el lobo; y usted decía 'no, no hay lobo, antipatriota, no hay lobo, todo se lo inventa'. ¿Es usted tan cándido para creer que en una jornada en la que los presidentes disponemos de 7 minutos para poder decir algo sobre el paro lo vamos a solucionar cuando en tres años no ha sido capaz de hacerlo? Esto había que plantearlo de otra manera por respeto a cuatro millones y medio de parados. Y todo lo que pedimos es que se debatiera en las conferencias sectoriales, pero no quiera resolverlo en dos minutos. No se trata de una foto. Yo no me presto a foto alguna cuando hay más de cuatro millones de parados. Chaves luego reconoció que habían forzado una situación para que pareciera que el PP había boicoteado, que no arrimamos el hombro... El discurso de siempre. Una pena. Para Murcia no había que traer nada. A España había que haber transmitido que los políticos nos podemos poner de acuerdo de una manera seria, responsable, mirando el día de la mañana y trabajar los meses que fueran menester para alcanzar acuerdos en este sentido.
-El pasado miércoles presenciamos el abandono de los diputados socialistas de la Asamblea Regional durante el pleno de los Presupuestos y queremos saber, en una situación que se aleja mucho de la normalidad democrática, quién debe hacer autocrítica. ¿Ellos por tomar una decisión desmedida, o ustedes por provocarla por sus ausencias?
-Creo que no es justo lo que dice el Partido Socialista. Esto es como el sacerdote que, en otros tiempos, subido al púlpito, llegado el momento de la homilía, echaba inmensas broncas a los que no venían a misa. Oiga, pero usted está echando la bronca justo a los que estamos aquí. Yo no puedo responsabilizarme de las acciones de otros, en absoluto. Yo he intervenido a veces en momentos en los que había muy poca gente en los bancos socialistas, y no me he marchado como protesta. Más bien será que el PSOE tenía pocos argumentos, como pudo verse más adelante; hay quien planteó incluso un puerto pesquero en el Altiplano de Murcia. Esto es una cosa rara. Una enmienda que pide un puerto de mar en Yecla y en Jumilla. Claro, Vicente Maeso pedía ser autoridad portuaria del Altiplano; había que poner un poco de humor a tanta tragedia. Cuando ves este nivel, que está fallando quien no debiera fallar, que los argumentos son tan endebles y tan fáciles de rebatir, llega la desesperación y se busca una excusa: 'aquí hay poca gente'; pero es que usted no está ahí para que haya poca o mucha gente. Usted está ahí para defender sus posiciones. Fue desagradable, muy poco afortunado.
-Hay un dato que apunta que las familias murcianas debemos 48.000 millones de euros, una deuda que nos sitúa en el cuarto lugar de las comunidades autónomas y una cantidad que dobla el total de depósitos y ahorros. Debemos bastante dinero... ¿qué le sugiere?
-Me sugiere que quizá hemos ido demasiado lejos en los tiempos de bonanza. Pero mire, no vayamos a echar la culpa a quienes ampliaron el negocio pensando en otras perspectivas y, llegado el momento de quiebra económica, de crisis brutal como la que nos está machacando, se ven con dificultad para poder pagar al banco. Esto también es aplicable a la familia. Creo que es cuestión de que entre todos los políticos hagamos lo posible por sacar cuanto antes a España de esta situación. Pero no podemos culpar a quienes hicieron una gran apuesta empresarial en época de bonanza y se han visto abocados a una crisis que llegó de manera súbita.
-Miguel del Toro estuvo aquí hace unas semanas y dijo que no le gustaban los presupuestos de la Comunidad para el año que viene porque sube el gasto corriente pero baja el capítulo inversor, que había medidas que aplaudía pero que eran insuficientes...
-Yo acepto las críticas vengan de donde vengan. El gasto corriente se incrementa porque cada vez hay más necesidades que cubrir. Cada vez hay más institutos, más hospitales, más centros de salud... eso es gasto corriente. No vaya a pensarse la gente que gasto corriente son las comilonas de los políticos. El gasto corriente es la obligación derivada de unas políticas sociales que cada vez crecen más. Si hay el dinero que hay, que en época de crisis cada vez es menos, lo que nadie puede esperar es que mantengamos el gasto corriente y las inversiones. Pero nosotros vamos a recurrir, ya lo estamos haciendo, a la financiación extrapresupuestaria de determinadas infraestructuras. Eso es inversión no reflejada en un presupuesto, pero inversión a fin de cuentas. Por ejemplo, la autovía entre Murcia y Caravaca se ha hecho con financiación extrapresupuestaria. Los hospitales de Cartagena y el Mar Menor se están haciendo por el mismo sistema. Esa misma aplicación es la que vamos hacer sobre esas inversiones que en presupuesto parece menos pero que luego se incrementa por vía extrapresupuestaria. Si se quiere reducir el gasto corriente, hay que decir qué centro de salud cerramos, qué instituto cerramos. La realidad obliga a cerrar negocios y esa realidad no es muy distinta a la de que un gobierno tenga que hacer presupuestos con menos esfuerzo inversor y tenga que apuntalar el gasto corriente.
-¿Qué proyectos hay para los próximos años con este sistema extrapresupuestario?
-Proyectos tan importantes como las autovías norte, oeste, este. Me estoy refiriendo a la de Caravaca a Jumilla, que ya tiene los estudios aprobados; me refiero a la de Lorca a Caravaca y a la de Yecla-Santomera.
-El aspecto más duro de la crisis lo evidencian las personas que están pidiendo para comer. Esas necesidades se han duplicado y siguen creciendo. ¿Cómo vive esta situación y qué se puede hacer desde la Administración regional?
-Pues se vive con dolor, pero es algo común a todas las personas, porque es doloroso. Es verdad que en Murcia se ha incrementado de una manera importante la población activa. Han venido muchas personas a buscar un puesto de trabajo que no existe y al final ocurre que quien vino a buscar trabajo al final está en la calle y en la indigencia. ¿Que hay que hacer? Pues, en primer lugar, dotar de la mayor dignidad al ser humano buscándole un puesto de trabajo. Hay que crear fórmulas para crear puestos de trabajo. Hay que generar escenarios de confianza que permitan que la inversión se vuelva a estimular y hay que reforzar las políticas sociales. Esto es cosa de toda la sociedad, que nadie piense que el político es otra cosa distinta de la sociedad. Somos los que administramos los recursos, pero hay muchas asociaciones que trabajan en ese sentido y están dando importantes cantidades para que los centros asistenciales puedan cubrir estos tiempos de emergencia y de drama.
-Parece lógica la modificación del Gobierno regional porque a las puertas está la asunción de las competencias de Justicia. Manuel Campos dijo que podría ser a principios de enero. También estamos en situación de crisis y la parcela de Trabajo es muy importante. ¿Nos puede adelantar algo?
-Usted sabe que esto de la política a veces tiene estas cosas. Esto es inevitable y está dentro del juego político. Voy a ser sincero. No tengo ninguna previsión de cambio de gobierno. No le falta razón en cuanto a que, si asumimos la competencia de Justicia, nos llevará inmediatamente a un cambio de gobierno, pero esto no va a ocurrir con carácter inminente. Manuel Campos dice que había posibilidades para el día 1 de enero, es verdad. Pero porque la Comunidad Autónoma de Murcia ha hecho los deberes. María Pedro Reverte y Manuel Campos han hecho los deberes. Si el Gobierno de la nación, que ahora tiene la última palabra, decide que los números planteados son los que deben de ser, a partir de ese momento daremos la bienvenida a la transferencia de Justica. Si no es así, seguiremos igual. La pelota está en el tejado del Ministerio. En cuanto al Empleo, permítame que discrepe de quienes así lo cuestionen, pero es que Constantino Sotoca está haciendo una labor extraordinaria en todos los ámbitos y especialmente en Empleo, porque es su especialidad y está muy encima de ello.
-Un deseo es para el año que viene.
-¿Un deseo? ¿Qué se puede desear que no sea salir de la crisis? Pensando en rostros, en caras, en hombres, en mujeres, en nombres y apellidos, que hoy están en paro y que deseamos fervientemente, y será mi petición a Dios que podamos superar esto cuanto antes.
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