Tres pilotos muertos al estrellarse dos cazas F-1 en el sur de Albacete, uno de ellos murciano

ALBACETE.- Tres personas han fallecido en el accidente ocurrido esta mañana en el sur de Albacete y en el que se han visto implicados dos aviones militares pertenecientes a la Base Aérea de los Llanos, informaron hoy fuentes del Ministerio de Defensa.Una de ellas es natural de Murcia.

Según indicaron estas fuentes, alrededor de las 10.45 horas se encontraron los restos de uno de los aviones, en el que viajaba un solo piloto, y el cuerpo sin vida de su único tripulante. Pasados unos 15 minutos, se descubrieron los restos del segundo aparato siniestrado, de doble mando, a unos tres kilómetros del primero, y se recuperaron los mortales de sus dos ocupantes.

Según indicaron estas fuentes, los dos aviones, dos Mirages F-1, se encontraban realizando un vuelo de instrucción en el sur de Albacete cuando se perdió contacto con ellos. Se desconocen las causas del accidente pero todo parece indicar que colisionaron en el aire.

Fuentes municipales explicaron que uno de los aviones cayó en la finca Pago Guijoso, en el término municipal de El Bonillo, y propiedad de Bodegas y Viñedos Sánchez Muliterno, y el otro en el terreno conocido como El Sabinar, en el límite de los términos de El Bonillo y Ossa de Montiel. Los alcaldes de ambas localidades se encuentran en estos momentos en el lugar de los hechos.

Uno de los tres fallecidos, el capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, de 29 años y casado, es hijo del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Molina de Segura, José Antonio Carbonell Contreras.

En concreto, los fallecidos son el capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, piloto de la 56 promoción de la Academia General del Aire, natural de Murcia, que estaba casado y tenía 29 años; el capitán Fernando Negrete Usón, piloto de la 52 promoción de la Academia General del Aire, zaragozano de 33 años, casado y con dos hijos; y el teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas, piloto de la 59 promoción de la Academia General del Aire y alumno del curso de pilotos de Mirage F-1. Estaba soltero, tenía 29 años y era natural de León.

El capitán Carbonell pilotaba uno de los aviones siniestrados, y el capitán Negrete y el teniente Álvarez viajaban en el otro aparato, que era de doble mando.