Ortega-Smith
ha salido así al paso de la polémica generada por el vídeo en el que se
le ve disparando un arma de guerra propiedad de las Fuerzas Armadas.
La escena transcurrió durante una visita
del curso de defensa nacional que imparte el Centro Superior de
Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), en el que en cada edición
participan personas de diversos ámbitos como militares, políticos,
diplomáticos, funcionarios, personas de la judicatura o periodistas.
El
dirigente de Vox ha insistido en que esa actividad tuvo lugar dentro de
la legalidad vigente
Su
compañero de partido y portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los
Monteros, ha optado también por la ironía este martes para reaccionar a
la imagen de Ortega-Smith con el fusil. "Dio en la diana casi todas,
creo que lo hizo muy bien", ha bromeado.
Eso
sí, ha aprovechado para apuntar que el diputado de Vox no es el único
político que está realizando el curso del Ministerio de Defensa ni el
único que usó un arma en la instalación militar.
Por otra parte, la asociación de militares
45SinDespidos, formada por profesionales veteranos de tropa y marinería, ha pedido explicaciones al Ministerio de Defensa por las prácticas de tiro grabadas en un vídeo, viral en las redes sociales, en el que se ve al diputado de
Vox Javier Ortega Smith disparando un fusil de asalto en un campo militar de Murcia.
Hasta
este martes, ni el Ejército de Tierra, ni el Estado Mayor de la Defensa
investigan las circunstancias en que el número dos de Vox se grabó, el
pasado 29 de enero,
utilizando un arma de guerra.
A preguntas de
El Periódico de Cataluña, portavoces del ministerio que
dirige Margarita Robles se reservan la confirmación de la apertura de la
investigación; tampoco la desmienten.
"Nuestros campos de tiro no son patios de recreo", comenta el cabo especialista del Ejército Jenner López,
presidente de la asociación, que lucha contra los despidos de soldados
cuando cumplen 45 años de edad. Su entidad pregunta en un escrito
registrado en la noche de este lunes ante la Secretaría Permanente de
Defensa sobre las circunstancias de ese "entrenamiento irregular y
peligroso. Si ocurren accidentes con gente preparada, más aún pueden
darse con un civil", explica el cabo López.
Habla
así en referencia a la muerte, en marzo del año pasado, de un
legionario mallorquín de 21 años en el campo de tiro militar de Agost
(Alicante), alcanzando por una bala del mismo tipo de fusil que empuña
Ortega Smith.
Los militares que han visto el vídeo del diputado de Vox conocen bien el arma. Se trata de un subfusil, el HK G36 E, con munición OTAN de 5.56 mm, de dotación habitual para un soldado del Ejército de Tierra.
El
dirigente del partido de extrema derecha empuña el arma incorrectamente
–explican fuentes militares– pese a que acierta en la diana con forma
de silueta humana varias veces.
En sus preguntas escritas,
45SinDespidos inquiere a Defensa si, cuando Ortega Smith disparaba, estaba presente el preceptivo "jefe de línea de tiro",
y si es así, quién era. También, si se dispusieron las medidas de
seguridad personales de protección (casco, chaleco y presencia de
ambulancia que no aparecen en la grabación) también preceptivas en las
prácticas con munición real en bases militares. Y además, si esos tiros
se dispararon en el marco de alguna actividad propia de algún programa
académico.
"Si no se cumplen las normas, es más fácil que los accidentes ocurran. Las normas son para todos, y no solo para los que terminamos limpiando el armamento de los que van a pasar el rato", comenta el cabo López.
El vídeo en el que Ortega Smith se promociona como tirador, y en el que pronuncia fanfarronadas contra el DAESH, muestra además el interior de una instalación militar, pese a la prohibición de grabar estos recintos que pesa sobre el personal civil.
El
artículo 6 del Reglamento de Armas del Ministerio del Interior, de
enero de 1993, regula el uso de armamento de guerra, especificando desde
el primer párrafo de su enunciado que quedan "prohibidos su adquisición, tenencia y uso por particulares".
El reglamento no hace concesión a excepciones, como pudiera ser el
seguimiento de un curso para civiles impartido por militares.
Ortega
Smith probó su puntería durante una visita a la base de la Brigada
Paracaidista en Alcantarilla, en el marco del Curso de Defensa
Nacional que, dos veces por año, organiza la Escuela Superior de las
Fuerzas Armadas (ESFAS).
El
curso tiene el fin de "proporcionar, a responsables civiles de nuestra
sociedad, una visión general de la defensa nacional mostrando además de
los aspectos nacionales e internacionales más significativos y que
afectan al contexto geoestratégico español", dice su programa, todo de
él de aire académico y teórico, y nada orientado hacia el entrenamiento o
la pericia con las armas.
El curso de la ESFAS se reserva para, entre otras personalidades de interés para los
ejércitos, cuatro diputados y cuatro senadores. La formación se divide
en tres fases, y versa sobre la Política de Defensa. Su programa no
prevé ninguna sesión de tiro.
Cuando, el cinco de enero, en plena investidura de
Pedro Sánchez en el Congreso, el diputado de Vox Luis Gestoso se levantó de su escaño e hizo el saludo militar,
no era el suyo un gesto casual. Se dirigía a su compañero de bancada y
general retirado Agustín Rosetty y también a la galería mediática.
Desde
la fundación de Vox, son habituales los guiños de su dirigentes a las
Fuerzas Armadas, que el partido considera caladero de seguidores, entre
los que tiene cuatro exgenerales en distintos foros políticos.
Antes de los disparos en Murcia, Javier
Ortega Smith estuvo presente y se grabó en un acto poco conocido fuera
del ámbito castrense: la conmemoración del "
Milagro de Empel".
Se trata de una ceremonia que militares retirados
celebran cada 1 de diciembre en una capilla de la localidad holandesa
de Empel, en recuerdo de una victoria contra todo pronóstico de los
tercios españoles en 1585, que se atribuyó a la ayuda de la Inmaculada,
ahora patrona del arma de Infantería.
Lo
organiza cada año la muy castrense Asociación de Reservistas
Voluntarios ARES. En la última ocasión, en diciembre pasado, Ortega
Smith acudió con el dirigente gerundense de Vox Alberto Tarradas,
equipado este con una bandera de la cruz de Borgoña, que es a la vez
antiguo estandarte militar español, símbolo de los tercios y también
enseña carlista. Con ella que se fotografiaron en compañía de militares
retirados y familiares.
Antes,
en la primavera de 2019, el partido de extrema derecha viralizó en los
whatsapp de agentes de la Guardia Civil una foto de
Santiago Abascal
entrenando en el gimnasio. Lleva puesta una camiseta con un emblema no
oficial del GRS (Grupo de Reserva de Seguridad, antidisturbios de la
Guardia Civil) 2, con base en Sevilla, que utiliza en ese logo informal
una calavera, una porra y una escopeta lanzabolas.
No es una elección cualquiera la de esa unidad para fotografiarse y tratar de pescar adeptos: el GRS 2 tuvo participación destacada en el despliegue policial de ocubre de 2017 en
Catalunya, cuando Interior trató de parar el
referéndum ilegal de
independencia.
Vox
ha hecho gala a lo largo de los tres últimos años de una eficaz
estrategia de entrismo (nada trotskista, por cierto) en círculos
militares y policiales, actualmente encarnada en fotos y mensajes de
Abascal y Ortega Smith, pero amasada en sus comienzos por la dirigente y
fundadora del partido Mazaly Aguilar, hoy eurodiputada.
A sus labores propagandístias se debe la viralización en facebook de una participación de Santiago Abascal en la prueba atlética de los 101 kilómetros de la Legión, una variante del Iron Man igualmente dura.
Su partido estaba en una fase expansiva, antes de las elecciones andaluzas de 2018, disputando al
PP y a
Ciudadanos
espacios en plataformas reivindicativas –como la de la exigencia de
equiparación salarial de policías y guardias civiles con policías
autonómicos- que pudieran no serle hostiles.
Fue
entonces cuando Jenner López recibió una invitación de Mazaly Aguilar
para una supuesta proyección pública del viderreportaje
'La España de
los balcones', que luego se transformó en un mitin de Vox.
La
asociación
45SinDespidos acudió, en la persona de su presidente,
convencida su directiva de que la formación de extrema derecha apoyaría
su causa. Aquella iniciativa le costó al cabo López una sanción de 12 días sin sueldo, por una falta grave que actualmente tiene recurrida por vía contencioso-administrativa.
Vox no llevó nunca la causa de la plataforma militar a su
programa electoral. El día, 18 de septiembre, a muy poco de la fecha en la que paraban las cámaras para afrontar las
elecciones del 10N, el partido de Abascal registró una Proposición no de Ley instando al Gobierno a reservar para militares veteranos plazas de empleo público o en servicios externalizados de los cuarteles. Aquella PNL no llegó a discurtirse; ya está caducada.
Para
las elecciones andaluzas de diciembre de 2018, Ortega Smith inauguró su
colección de vídeos castrenses grabándose a la puerta de la base del
Tercio de la Armada en San Fernando (Cádiz). "¡Vivan los marinos de
España, viva la Armada española, viva España!", gritó. "¡Viva la Infantería española. Honor y gloria!", clamó en Empel. Más excéptico, el cabo López resume: "Han querido llevar a fuerza de vítores a un colectivo a las urnas".