Nunca. Hay que matarlo clavándole una
estaca en el corazón. Mientras tanto, vuelve siempre. Huyendo de la luz
del sol, al amparo de la noche y el sueño; el sueño de la razón, que
engendra monstruosidades, como el gobierno del PP de los últimos
alucinantes cuatro años.
¿Qué significa el adverbio ahora?
Es una ilocución pobre, como si no quisiera expresar todo lo que el
hablante pretende. Sería quizá más justo que dijera que renuncia por ahora,
de donde se sigue que puede volver, que no se va del todo. Drácula no
muere. Hay que ir a matarlo. ¿Y cómo va a volver? Rajoy tiene un método
de afamado prestigio: se queda uno en la penumbra, en silencio,
viéndolas venir y espera uno mejores momentos. Aunque sea a costa no ya
de la estabilidad del sistema, sino de su misma racionalidad. ¿Acaso no
lo hizo en aquel episodio de la renovación del Tribunal Constitucional,
que bloqueó durante años hasta obtener una composición favorable de esa
alta instancia? Con la semirrenuncia de Rajoy, el Rey reabre consultas
la semana que viene. Si tampoco se resuelve, será preciso abrir más
consultas. Y en todas vendrá Rajoy, a decir que "por ahora", renuncia. A
lo mejor se llega antes a unas elecciones nuevas por sucesivos fracasos
que experimentando un gobierno polícromo y minoritario de la izquierda
que también fracasará en cosa de meses.
Por
eso Rajoy no ha preparado su investidura. Se ha preparado su
nombramiento como candidato al gobierno de su partido en caso de nuevas
elecciones. Si las hay, Drácula-Rajoy regresará a vampirizar de nuevo el
sistema.
La
única forma de evitarlo es el gobierno de coalición PSOE-Podemos. Como
es obvio. Con los dos náufragos de IU. Es la fórmula que Palinuro ha
propugnado siempre y en unas proporciones muy realistas. Sin olvidar
algo esencial: con sus 90 diputados, el PSOE es el partido de la famosa centralidad política
por más que los de Podemos sigan poniéndose plumas de farol, como ese
último de que la retirada de Rajoy es obra suya. Todos los pactos
posibles pasan por el PSOE. Si "centralidad" quiere decir algo, supongo,
es esto. No hay coalición PP - PSOE porque el PSOE no quiere. Puede
haber coalición PSOE - Podemos con mayor probabilidad que la de PSOE -
C's. Quizá podrían los supuestos izquierdistas, esos de la
transformación imaginaria, dejar la cantinela de la igualdad entre el PP
y el PSOE a la luz de los datos. Pero da un poco igual. En el fondo,
nadie racional lo cree. Lo dicen los fanáticos, pero esos pueden decir
cualquier cosa.
El pacto PSOE - Podemos se lo ha enunciado Iglesias al Rey ex abundatia cordis
y el Rey, que está aquí de correveidile, se lo ha soplado a Sánchez.
Son verdaderos cortesanos: se comunican a través del Rey, no
directamente de tú a tú como hacemos los ciudadanos. Tiene gracia. Estos
tienen de republicanos lo que Palinuro de jesuita. El anuncio responde a
una táctica que parece afirmativa, performativa, provocadora, tiene un
tufo a petulancia de novato que echa para atrás. Iglesias pide para sí
la vicepresidencia a la que había renunciado expresamente hace un par de
semanas (sin que en ningún caso se la hayan ofrecido) y reparte a voleo
varios ministerios entre su guardia pretoriana en Podemos.
Por cierto,
podían dejar de aparecer en piña, prietas las filas, como en una sesión
del soviet. Para decir lo que dice Iglesias, basta con él. El mudo coro
detrás con caretos de guiñol en descanso, es ridículo. Y el mejor
ministerio, uno que han excogitado, llamado ministerio de la plurinacionalidad
que no estaría mal si alguien consiguiera determinar de forma
comprensible cuál sea su ámbito, contenido o competencia. Hay quien ve
en la propuesta de Podemos un intento de "humillar" al PSOE. Me parece
un vocabulario trasnochado, como tomarse el debate político en términos
melodramáticos. Los de Podemos hacen bien en plantear sus exigencias. Lo
que no parece es muy inteligente. Lejos de quedar humillado, el PSOE
queda "avisado".
La
cuestión es si entiende el aviso. Podemos ofrece formar gobierno porque
la presión de la izquierda social para ello es irresistible y, si hay
ruptura y nuevas elecciones, es muy probable que el responsable lo pague
caro. La idea de "nuevas elecciones" no es grata a nadie. No lo es al
PSOE y tampoco a Podemos que quizá no pueda reproducir las franquicias.
Solo le interesan al PP. Razón de más para no hacerlas. No hacerlas,
formar un gobierno y gobernar es clavar la estaca en el corazón de
Drácula, impedir que Rajoy vuelva. Es dar tiempo a que en su partido se
organice la resistencia y se le busque sustituto.
El
PSOE tiene muy fácil la negociación con Podemos. Si esta es buena
noticia o no en Andalucía y entre los barones es otro asunto de
importancia relativa porque, hecha la coalición, el posible malestar
interno sería de partido, pero no de Parlamento, mientras que una
hipotética rebelión interna en Podemos sería más de Parlamento que de
partido y tendría otro carácter. El PSOE tiene que negociar un gobierno
capaz de derogar la legislación más antipopular, injusta y troglodita de
esta derecha neofranquista, combatir la corrupción en todas las esferas
que, como se ve, son todas, y atender a las necesidades más urgentes de
la gente: el paro, las condiciones laborales, los servicios públicos de
todo tipo, la reforma fiscal.
La
dificultad mayor de ese gobierno de izquierda es el referéndum de
autodeterminación en Cataluña. Ignoro si Podemos lo mantendrá o no.
Supongo que En Comú Podem lo exigirá y ahí aparecerá la primera
grieta en el gobierno de la izquierda. Este encontrará apoyo seguramente
en C's ante cualquier eventualidad referente a la autodetermación
catalana. El gobierno estará obligado a pactos de geometría variable y
no son descartables crisis periódicas que pondrán en riesgo la
coalición. El mantenimiento de esta coalición es imprescindible si se ha
de clavar la estaca en el corazón de Drácula e impedir el retorno de
ese súcubo de la vulgaridad que es el presidente de los sobresueldos.
Paradójicamente,
casi diríamos que es un sarcasmo del destino, la estabilidad del
gobierno de España depende del apoyo que le preste la minoría catalana
de ERC (nueve diputados) y DiL (ocho). Ese gobierno podría apoyarse, en
el mejor de los casos, y sumando los seis diputados del PNV y los dos de
Bildu, en 165 escaños. Lo suficiente para ganar a un voto unitario de
PP y C's y necesitando la abstención de los catalanes. Con su voto
positivo, el gobierno de coalición llegaría a la mayoría absoluta.
En
resumen, el gobierno de España depende del voto y/o la abstención de
quienes pretenden independizarse de España. Tiene su ironía.
P.D.) La noticia de la disposición de PSOE y
Podemos a formar gobierno contando con IU es tan buena y alentadora que
no resisto la tentación de subir un post de urgencia para celebrarla
porque coincide con lo que Palinuro lleva pidiendo desde hace mucho
tiempo. Véase, por ejemplo, el 25 de marzo de 2015.
El
acuerdo es muy conveniente en interés de los dos partidos y de la gente
en general. El 20D ha dejado ver que el país está harto de esa pandilla
de ladrones, meapilas y franquistas que le han amargado la vida a todo
el mundo mientras rompían España (por usar su terminología) a
base de su incompetencia. Ahora toca un gobierno de izquierda para
retornar a la senda de la democracia, los derechos, la dignidad y el
bienestar.
La
oferta ha sido transmitida por Felipe V + I de Pablo a Pedro. Mal
hecho. ¿No pueden hablar entre ellos? Al final resulta que los
verdaderamente cortesanos son los supuestos republicanos.
Pablo
ha tomado la iniciativa. Eso está bien, aunque sigue revelando bisoñez.
Por un lado se le ven en exceso los deseos de ocupar poltronas (ya se
lo están echando en cara en las redes) y de presionar a Pedro, lo cual
es todavía más ingenuo porque da tiempo a este a responder con el lema
del arte de Cúchares: parar, templar y mandar. Pero, sobre todo, lo que
entierra, es de esperar que definitivamente, es toda la demagogia de PP =
PSOE, el búnker y otras imbecilidades para consumo de fanátic@s. Cómanse ya el antisocialismo "visceral" estilo Anguita.
Pedro
ha reaccionado con mesura y hasta cierto sorprendente sentido del
humor. Dice que ya le han hecho el gobierno y se permite el lujo de
señalar que la cuestión no son los cargos sino las políticas. Pero, si
lo piensa bien, su posición no es tan fácil. Podemos viene dispuesto a
presionar por la izquierda y hace muy bien. Y por la izquierda
plurinacional y hace mejor. Pero él tendrá que bregar con la señora
Díaz, cuya baza sigue siendo Santiago y cierra España, como en el PP. Y,
sobre todo, tendrá que administrar sabiamente sus relaciones con C's
que, en lo que al PSOE respecta actuará como el Doctor Jeckyll y Mr.
Hyde, según le interese.
A
su vez, los dos necesarios aliados, PSOE Podemos, no pueden olvidar
que, paradójicamente, dependen de la benevolencia de los
independentistas catalanes, como también señaló Palinuro el mismo 20D.
Pero de todo esto hablaremos mañana.
De
momento, saludemos el primer paso hacia la formación de un gobierno de
izquierda, de personas normales, que se dedique a resolver los problemas
de la gente en lugar de robarle e insultarla que es lo que lleva cuatro
años haciendo esta asociacion de sinvergüenzas y malhechores a los que
el juez ya ha imputado por la destrucción de los discos de Bárcenas, o
sea por un presunto delito de obstrucción de la justicia.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED