Desde hace varios años empresas y expertos han hecho hincapié en los beneficios del teletrabajo. A pesar de ello, solo 800.000 personas que trabajan desde casa al menos una vez por semana, lo que significa menos del 5% de la población ocupada, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Atendiendo a los datos, la mayor parte de la población española no está acostumbrada a este sistema. Por ello,
El Confidencial ha hablado con Manuel García Palomo, profesor del Máster en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo de Esic, para saber cómo afrontar el teletrabajo ante la propuesta del
Ministerio para frenar el Covid-19.
No te quedes en pijama
“Vístete.
No te quedes en pijama o bata”, sentencia García. “¿Por qué crees que
un médico se pone un bata o una persona que trabaja en banca un traje?”,
pregunta retóricamente. “Los simbolismos son importantes y ayudan a nuestro cerebro a ponernos en modo trabajo”, responde el especialista en Recursos Humanos.
¿Por qué crees que un médico se pone un bata o una persona que trabaja en banca un traje? Los simbolismos son importantes
“Si en tu casa tienes la costumbre de vestirte de una manera diferente que en el trabajo, el mensaje que le mandas al cerebro de manera inconscientes
es que estás en modos distintos. De esta forma ayudamos a que el
cerebro tome nota. Especialmente en un momento en el que vamos a hacer
un
trabajo que no es amigable para nosotros, al no ser habitual”, desarrolla el especialista.
Mantén el contacto con los compañeros
Estar en contacto con los compañeros es fundamental para realizar bien el trabajo. Igual que sucede con los equipos que están deslocalizados, es importante que fluya la comunicación.
“En esta circunstancia concreta, las comunicaciones tienen que ser muy claras y no debe producirse una sobreabundancia de comunicación, que produzca una cantidad abusiva de emails o el medio de comunicación que se emplee en cada
empresa”, destaca el profesor universitario. Y es que una sobrecomunicación podría llevar a que no se pueda realizar bien la labor.
La planificación
La
mayor parte de la gente está acostumbrada a gestionar su propio tiempo,
pero existe un control externo atendiendo a la jerarquía laboral. "En
el teletrabajo tienes que autorregularte. En la medida
que el individuo tiene más independencia para tomar más decisiones,
tiene que tener más autonomía y tener cuidado en el uso del criterio de
qué hacer en cada momento", señala García.
“El trabajador tiene que reconocedor qué se necesita en cada momento, establecer un criterio de importancia y ser disciplinado”, sentencia el experto en
Recursos Humanos.
Los horarios
Cuando hablamos del trabajo a distancia, como el provocado por el
Covid-19, “lo que nos interesa no es tanto el horario
sino que la persona cumpla con lo que tiene programado para hacer”.
"Si
la persona tiene la autonomía suficiente, puesto que la organización le
ha definido que espera de ella, tiene que organizarse bien", explica.
El trabajador tiene que reconocedor qué se necesita en cada momento, establecer un criterio de importancia y ser disciplinado
Por ello, el profesor señala que “hacerlo en un horario determinado va a depender no solo de ti,
sino de los vínculos de conectividad que vayas a tener con otras
personas. Pero si ese trabajo no tiene una influencia directa en otros puedes ser flexible en ti mismo”. Eso sí, el experto aclara que el tiempo en que se realiza una tarea puede verse incrementado cuantos más parones se hagan.
Qué hacer con los hijos
Respecto a los hijos la situación “es muy difícil, porque es una conciliación obligada”.
“Evidentemente tienes que atenderlos y comprender que están en la misma
situación que tú. Tampoco están voluntariamente en casa, y cuando están
quieren divertirse y
jugar”.
“Es fundamental que la gente que está trabajando en casa sea capaz de centrarse en qué está haciendo y que tenga flexibilidad, porque es una cuestión coyuntural que hace que haga falta atender al frente laboral y al de la familia”, relata.
“Es fundamental que como persona autónoma y responsable sepas lo que tiene prioridad e importancia”, apostilla.
“Estoy convencido de que las empresas no van a estar en contra de nadie cuide a sus hijos. Hay alternativas, como ponerles a jugar mientras trabajas. Eso dependerá del número de niños, sus edades y necesidad de atenderlos”, añade.
Ni motivación, ni frustración
“La gente no va a enfrentarse a esta situación porque quiera, sino porque las circunstancias nos llevan a estar en casa. Esto no debe suponer una frustración por quedarse en casa, ni tampoco una motivación
extraordinaria por el mismo hecho”, explica el profesor universitario.
“Debe ser una circunstancia que me lleve a tomar deciciones sobre qué
hago y qué es lo más importante para cumplir
un requerimiento básico que se hace en todo el país”, añade.