LORCA.- El portavoz municipal de la coalición de izquierdas
(IU+P+AV) Pedro Sosa, exponía ayer mañana los ejes esenciales de la
posición de su grupo ante el punto más importante del orden del día del
próximo pleno municipal, a celebrar este lunes 26 de febrero, y que
tiene que ver con los Presupuestos Generales del Ayuntamiento de Lorca
para 2024.
La primera apreciación crítica de Sosa
tiene que ver precisamente con el hecho de no celebrar un Pleno
extraordinario y monográfico sobre la más trascendental obligación que
tienen los ayuntamientos españoles una vez al año. Nos parece que
ocultar un presupuesto público municipal en un orden del día con 17
puntos a tratar, evidencia su carácter vergonzante: no están satisfechos
con su proyecto presupuestario y quieren pasar este “trámite” sin hacer
mucho ruido, desapercibidos y camuflados en 17 debates plenarios.
Por
lo pronto, y es otro reproche que hacer a estas cuentas, los
presupuestos vienen además de mal, tarde, con un retraso de varios meses
al Pleno. Sosa ha dado lectura a los artículos 168 y 169 de la Ley
Reguladora de las Haciendas Locales, donde se abordan diversos aspectos
relacionados con la elaboración y aprobación de los presupuestos
generales de los ayuntamientos, realizando varios mandatos de orden
temporal a los alcaldes. Se trata de obligaciones legales, no de
recomendaciones, ha sentenciado el concejal.
Y de entre esos mandatos,
Sosa ha destacado: 1) el de remitir los presupuestos de cada uno de los
organismos autónomos y sociedades mercantiles a la Entidad Local de la
que dependan antes del 15 de septiembre de cada año; 2) el de “formar el
presupuesto general y remitirlo al pleno de la corporación antes del 15
de octubre de cada año; y 3) el de proceder a la aprobación definitiva
del presupuesto general por el Pleno de la corporación antes del día 31
de diciembre del año anterior al del ejercicio en que deba aplicarse.
El
siguiente reproche, ya bajando a los números de trazo grueso que
incorpora el proyecto de presupuestos, tiene que ver con el
“inflamiento” artificial de esos números. Lorca, sostiene el edil de IU,
tiene un problema muy grande con la realidad presupuestaria anual.
Quienes mandan tienen una tendencia nada contenida a “inflar” las cifras
del presupuesto y a esconder después la cifra real que siempre nos da
la “liquidación del presupuesto anterior”.
Cuando entre lo previsto y lo
real hay una brecha enorme, que es algo que viene pasando en las
últimas décadas en Lorca, lo único que se cuantifica es la incompetencia
y la inoperancia de los responsables políticos que elaboran estas
cuentas.
En esta ocasión la previsión de este presupuesto de la derecha
y la extrema derecha es la de incrementar en 27 millones de euros (de
80 a 107) sus números consolidados. No nos lo creemos, y quedamos
emplazados al año que viene para ver qué números arroja la liquidación
de este presupuesto y cuál será la brecha entre lo previsto y lo real.
De
otro lado, el concejal de izquierdas también ha criticado la evidente
vulneración de los principios de “claridad” y “transparencia”
presupuestarias de este proyecto. Existen muchas partidas opacas, mucha
imprecisión, y detrás de ello, ya conocemos el “modus operandi” de otras
veces, se esconden las famosas “partidas colchón” y las no menos
famosas “partidas vergonzantes”, aquellas que se pretenden ocultar a los
ciudadanos.
Necesitamos hacer de la
“transparencia pública” un eje que atraviese todas las políticas
municipales, ha recordado Sosa, y que esté especialmente reforzado en
los ámbitos de la inversión presupuestaria y de la contratación pública.
Hay que exigir una administración con “cajones de cristal
transparente”, que exija a las empresas contratistas “responsabilidad
social” con Lorca y que combata de frente, alejándolas de la
contratación pública local, a esas empresas condenadas por corrupción y
por alterar los precios del mercado y las reglas de la competencia.
Lo
que sí evidencian estas cuentas, porque son ellos mismos los que aquí
lo expresan, es que ha habido una clara subida de impuestos y tasas a
los ciudadanos de Lorca con ocasión de la aprobación de las ordenanzas
fiscales por PP y Vox
Pero siendo todo lo anterior
decepcionante, abunda el edil de izquierdas, lo peor es el tratamiento
presupuestario de las inversiones contempladas en este proyecto. Hay una
evidente falta de atención a compromisos históricos con vecinos,
barrios y territorios de Lorca.
Compromisos que se reconocen y aprueban
en los plenos municipales pero que después carecen de reflejo y
consignación presupuestaria: desde el Museo de la Minería en Almendricos
a la intervención integral en la calle Portijico, pasando por la
desatención “delictiva” al casco histórico de la ciudad o por obviar las
importantes lagunas dotacionales existentes en barrios y pedanías de
Lorca.
Y eso está pasando justo cuando el presupuesto consigna dineros
públicos para “festejos taurinos”, como si la tauromaquia fuese una
competencia municipal.
También en este ámbito de
las inversiones es decepcionante comprobar el escaso peso presupuestario
que Lorca ha sido capaz de comprometer (y ya veremos) de los fondos
europeos.
Unos fondos a los que municipios de la Región más pequeños que
Lorca acceden con mucha más facilidad y que se destinan a necesidades
mucho más acuciantes que los “oscuros intereses” de algunas empresas y
organismos de Lorca que quieren desplazar al poder público municipal en
la petición de fondos europeos para Lorca.
Por
último, incluso sabiendo que en este extremo “se predica en el
desierto”, Sosa ha querido recordar la necesidad de normalizar en Lorca
el uso (ya habitual en centenares de ciudades) de los “presupuestos
participativos”, inéditos hasta la fecha en nuestro municipio.