DUBLÍN.- Ryanair se ha desplomado en bolsa más de un 20% en la última semana. No es para menos, pues sus últimos resultados financieros han sido nefastos. Su beneficio cayó un 46% en el primer trimestre del último ejercicio fiscal, que va de abril a junio.
La aerolínea irlandesa ya avisa que el verano no va a ser como esperaban y que habrá que adaptarse a la nueva situación. Un aviso en toda regla al resto de aerolíneas, que se han visto arrastradas por los malos resultados.
IAG ha caído esta semana un 4,72%, Easyjet un 13,01% y Wizz Air un 11,53%. Porcentajes muy significativos para las principales aerolíneas low-cost. Una caída que no se ha notado tanto en las más asentadas como Air France-KLM (-0,90%).
La previsión de Ryanair es que este verano va a ser más flojo de lo esperado. La demanda es fuerte, pero la aerolínea apunta que los precios siguen siendo más bajos de lo esperado y de hecho ya anticipan que los precios serán más bajos que los del verano pasado.
Michael O'Leary, CEO de Ryanair, afirma que "hay que bajar las tarifas, la gente está preocupada por sus gastos y ya no está dispuesta a viajar a cualquier precio".
El CEO de la aerolínea low-cost siempre ha sido muy dado a declaraciones polémicas y contundentes. En este caso apunta que el turismo mundial está empezando a rechazar la política de precios tan altos en periodo vacacional y eso está provocando la bajada de beneficios.
Las previsiones de Ryanair, según describe la firma de analistas RBC Capital Markets, es que el tráfico aéreo de la compañía siga creciendo un 8% para pasar de los 198 a los 200 millones de pasajeros durante el año fiscal de 2025.
Afortunadamente para los intereses de la compañía, se prevé una bajada en los costes de combustible y un aumento de los ingresos por intereses. Aún así desde Ryanair explican que todavía es "demasiado pronto" para hacer una estimación realista sobre cómo irá el resto del año.