MADRID.- El expresident de la Generalitat valenciana y exministro cartagenero Eduardo Zaplana asegura que es "imposible" que pueda fugarse de España porque para él sería una "indignidad", ya que asegura que es inocente de los cargos que se le imputan y quiere defender su honor y su nombre.
En un comunicado remitido a los medios por su mujer, Rosa Barceló
-también investigada en la causa abierta del caso Erial-, Zaplana
agradece las recientes peticiones a favor de su puesta en libertad por
cuestiones de humanidad por la leucemia que sufre y por la que está ingresado en el hospital La Fe de Valencia desde el pasado martes.
Sin embargo, afirma que su estado de salud no es la principal causa de preocupación para él, aunque sí para su familia, sus allegados y sus médicos, pues "por encima de ello está la defensa de mi honor y mi nombre, y el recuerdo que de mi nombre quede a mis hijas y nietos", añade el exdirigente del PP, en prisión incondicional y sin fianza desde el pasado 24 de junio.
Asegura que es "inocente" porque no ha sido juzgado y por el "convencimiento absoluto de no ser responsable de los hechos" de los que se le acusa en el auto judicial que provocó su detención en Valencia dos días antes de su ingreso en Picassent.
"Jamás cobré comisión alguna por unas adjudicaciones públicas y jamás distraje una peseta o un euro de las administraciones públicas a las que serví y de cuya labor me siento muy orgulloso", señala para añadir que desconoce el contenido del sumario al estar declarado secreto por la titular del Juzgado de Instrucción nº 8 de Valencia.
Señala que se le mantiene en prisión por su capacidad para destruir pruebas y el riesgo de fuga, a lo que responde: "El mismo resultado se podría haber conseguido si, en lugar de la prisión provisional, se hubiese acordado el arresto domiciliario que, además, hubiera ayudado a mi salud".
"No sé qué prueba puedo destruir después de siete meses de privación de libertad, ni quién se puede plantear seriamente que en mis condiciones me vaya a fugar de mi país -añade-. Para justificar mi fuga se ha llegado a decir en un auto judicial que me trasplanté en Houston, señal del nivel de detalle con el que se han leído los informes médicos quienes tuvieron que decidir sobre mi libertad".
Entiende que alguien piense que se pueda fugar pero apunta que él y quienes le conocen lo ven "imposible".
"Al margen de dependencias médicas y arraigos evidentes que todo el mundo entendería, no permitiría yo bajo ningún concepto que mi concepción del honor personal y el legado que dejo fuera de tal indignidad", señala el expresident.
Zaplana afirma que "siempre" ha "concebido y defendido una justicia y unos cuerpos policiales equilibrados, neutrales y con controles. Que hagan justicia sin necesidad de destruir a las personas y su entorno".
Recuerda que la investigación que le atañe comenzó en 2015 y se pregunta cuántos años hacen falta para instruir un asunto contra una persona.
"¿Cuánto tiempo tengo que estar en prisión para no destruir pruebas? ¿Desde el año 2015 no han tenido tiempo de terminar de cerrar la acusación con el despliegue de medios citados? ¿Es posible investigar a una persona en secreto durante tres años sin informarle del origen de las imputaciones, los indicios contra él existentes o las conductas concretas por las que se le investigan?", inquiere.
Cuando se levante el secreto del sumario "espero poder defenderme y explicar todo aquello que la instrucción necesite que aclare", señala Zaplana, quien concluye su comunicado agradeciendo "a cuantos han tenido la sensibilidad y argumentos" para pedir su libertad y les desea "a todos feliz Navidad".
Por su parte, Rosa Barceló denuncia que ni a ella ni a sus hijas se les permite ver a Zaplana más que 45 minutos a la semana, que ella ya consumió el pasado jueves cuando prepararon este comunicado, cinco días antes de que se produjera su ingreso en La Fe.
Sin embargo, afirma que su estado de salud no es la principal causa de preocupación para él, aunque sí para su familia, sus allegados y sus médicos, pues "por encima de ello está la defensa de mi honor y mi nombre, y el recuerdo que de mi nombre quede a mis hijas y nietos", añade el exdirigente del PP, en prisión incondicional y sin fianza desde el pasado 24 de junio.
Asegura que es "inocente" porque no ha sido juzgado y por el "convencimiento absoluto de no ser responsable de los hechos" de los que se le acusa en el auto judicial que provocó su detención en Valencia dos días antes de su ingreso en Picassent.
"Jamás cobré comisión alguna por unas adjudicaciones públicas y jamás distraje una peseta o un euro de las administraciones públicas a las que serví y de cuya labor me siento muy orgulloso", señala para añadir que desconoce el contenido del sumario al estar declarado secreto por la titular del Juzgado de Instrucción nº 8 de Valencia.
Señala que se le mantiene en prisión por su capacidad para destruir pruebas y el riesgo de fuga, a lo que responde: "El mismo resultado se podría haber conseguido si, en lugar de la prisión provisional, se hubiese acordado el arresto domiciliario que, además, hubiera ayudado a mi salud".
"No sé qué prueba puedo destruir después de siete meses de privación de libertad, ni quién se puede plantear seriamente que en mis condiciones me vaya a fugar de mi país -añade-. Para justificar mi fuga se ha llegado a decir en un auto judicial que me trasplanté en Houston, señal del nivel de detalle con el que se han leído los informes médicos quienes tuvieron que decidir sobre mi libertad".
Entiende que alguien piense que se pueda fugar pero apunta que él y quienes le conocen lo ven "imposible".
"Al margen de dependencias médicas y arraigos evidentes que todo el mundo entendería, no permitiría yo bajo ningún concepto que mi concepción del honor personal y el legado que dejo fuera de tal indignidad", señala el expresident.
Zaplana afirma que "siempre" ha "concebido y defendido una justicia y unos cuerpos policiales equilibrados, neutrales y con controles. Que hagan justicia sin necesidad de destruir a las personas y su entorno".
Recuerda que la investigación que le atañe comenzó en 2015 y se pregunta cuántos años hacen falta para instruir un asunto contra una persona.
"¿Cuánto tiempo tengo que estar en prisión para no destruir pruebas? ¿Desde el año 2015 no han tenido tiempo de terminar de cerrar la acusación con el despliegue de medios citados? ¿Es posible investigar a una persona en secreto durante tres años sin informarle del origen de las imputaciones, los indicios contra él existentes o las conductas concretas por las que se le investigan?", inquiere.
Cuando se levante el secreto del sumario "espero poder defenderme y explicar todo aquello que la instrucción necesite que aclare", señala Zaplana, quien concluye su comunicado agradeciendo "a cuantos han tenido la sensibilidad y argumentos" para pedir su libertad y les desea "a todos feliz Navidad".
Por su parte, Rosa Barceló denuncia que ni a ella ni a sus hijas se les permite ver a Zaplana más que 45 minutos a la semana, que ella ya consumió el pasado jueves cuando prepararon este comunicado, cinco días antes de que se produjera su ingreso en La Fe.
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