MADRID.- El
presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, puede presentarse
ante la junta de accionistas de dentro de una semana en Valencia,
para la fusión con BMN, como uno de los principales sufridores del
desplome de la cotización por debajo de cuatro euros. Su
testimonial participación del 0,009% vale ahora menos de un
millón de euros desde el momento en que invirtió en el banco
nacionalizado, adelanta hoy www.capitalmadrid.com
Al Ministerio de Economía y a Nomura, su reciente
asesor para una nueva o segunda venta, también se le complican sus
planes a corto plazo.
La
ligera tregua de los bajistas a las acciones de Bankia han servido bien
de poco, mientras que esos fondos especulativos mantienen importantes
posiciones en un buen número de compañías españolas. Los títulos del
banco nacionalizado se dejan, por el momento, la barrera psicológica de
los cuatro euros por acción que se habían logrado superar gracias al
reciente contrasplit para dar más liquidez al título.
El propio José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, es uno de
los que resultan a título individual más afectado. Con una
participación del 0,009%, la máxima entre el consejo de administración
del grupo, el valor de su participación se habría reducido en los
últimos días en más de un millón de euros.
Esa cantidad supondría el salario anual correspondiente a dos
ejercicios de su presidencia, tal y como se estableció en su momento por
la autoridades al ser una entidad intervenida y nacionalizada.
Goirigolzarri efectuó sus últimas compras de acciones en marzo de 2015, a
un precio de unos 1,3 euros por título.
El presidente de Bankia se ha mostrado convencido, en más de una
ocasión, en adquirir más acciones de su entidad "siempre y cuando me lo
permitan". La minusvalía latente que acumula en su participación podrá
esgrimirla dentro de una semana, el 14 de septiembre, ante los
accionistas convocados en Valencia para aprobar la integración de BMN,
la otra entidad bajo control del Estado mediante el Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Justo después del anuncio oficial de dicha operación y la
presentación de sus resultados del primer semestre, las acciones de
Bankia llegaron a alcanzar a primeros de julio los 4,595 euros, a pesar
de que esa remontada se producía en plena ofensiva de los bajistas
contra su cotización, así como contra otras compañías españolas
cotizadas.
Compleja venta
Si la minusvalía acumulada por Goirigolzarri no deja de ser una
cuestión particular, el desplome de Bankia en Bolsa es algo que
concierne a todos los contribuyentes. El Ministerio de Economía
confirmaba a finales de agosto que había contratado al banco japonés de
inversiones Nomura como asesor para una nueva colocación de la
participación del Estado.
Tanto el titular de Economía, Luis de Guindos, como los distintos
responsables del FROB han fiado la recuperación de la mayor parte de las
ayudas a la privatización de Bankia. Tras la venta realizada a finales
de febrero de 2014 por unos 1,5 euros, las condiciones del mercado no
han permitido una operación similar.
La actual cotización de Bankia invita bien poco a una nueva
desinversión por parte del Estado. Para igualar el precio de la primer y
única venta realizada, tras el contrasplit reciente, el precio de los
títulos del banco nacionalizado deberían superar los seis euros.
Bien es cierto que tanto el Gobierno como las autoridades bancarias,
ya dan por descontado que será imposible recuperar la totalidad de las
ayudas inyectadas en plena crisis al sector financiero. Incluso, la
dificultad será descomunal en el caso concreto de Bankia, donde el
Estado ya tiene bajo su control el 67% del capital, tras haber inyectado
unos 24.000 millones de euros.
Tanto el ministro Luis de Guindos como los actuales gestores de
Bankia consideraban, antes de todo lo ocurrido en el paréntesis
veraniego, que en los últimos meses de 2017 podría haber oportunidades
en el mercado para nuevas ventas de la participación que el Estado tiene
en el capital del banco.
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