CARTAGENA.- El capitán marítimo de Cartagena, Óscar Villar, ha explicado
al diario La Opinión que la embarcación BIO-MUR, en estado de semiabandono en aguas del Mar Menor, "está a la espera de ser admitida en un desguace de
Cartagena, que en este momento no puede darle entrada porque está
trabajando en un patrullera de la Armada que fue dada de baja".
La situación de la nave ha sido denunciada en la Fiscalía de Medio Ambiente ante los problemas que pueda originar, o ya está originando, porque, a juicio del abogado Diego de Ramón, el buque se encuentra
«fondeado de forma ilegal» frente a la Isla del Barón, cerca de La
Manga, y advierte de que el mal estado del buque constituye «un gran
peligro ambiental», dado que en caso de que un temporal provocara su
hundimiento causaría graves perjuicios añadidos a la frágil laguna.
De Ramón entiende que Capitanía Marítima, que tiene conocimiento de la situación del barco, debería retirarlo y cargar la factura al armador. En su denuncia ante la Fiscalía señala que «las autoridades judiciales han de poner control sobre
los infractores y sobre aquellos que, teniendo potestad para ejercerlo»,
eluden sus responsabilidades.
Desde que quedó fuera de uso el BIO-MUR ha venido deteriorándose como consecuencia de la erosión marina y de su
antigüedad. Inicialmente estuvo fondeado en el puerto de Los Nietos,
pero alguien rompió las amarras y el barco acabó junto a la playa.
José
María García Carreño, apoderado de la compañía propietaria, que es el
presidente del Club Náutico de Los Nietos, optó entonces por fondearlo
frente a la Isla del Barón, con el propósito de evitar que volviera a
quedar a la deriva. El barco está totalmente oxidado pero el armador niega que esté abandonado.
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