MURCIA.- El 72,1 por ciento de los economistas murcianos afirma que la economía regional ha empeorado a fecha de junio de 2011 respecto al año anterior, lo que supone una "leve mejoría" de 10,9 puntos porcentuales respecto a la opinión que expresaban hace seis meses, cuando el empeoramiento era percibido por el 83 por ciento de ellos.
Así lo recoge el número 10 del Barómetro del Colegio de Economistas de la Región de Murcia que se basa en encuestas realizadas a economistas de diferentes sectores de la Comunidad Autónoma, cuyas conclusiones han presentado este jueves en rueda de prensa su decano, Ramón Madrid, y el vicedecano, José Ignacio Gras.
En concreto, al ser preguntados por la percepción de la economía regional con respecto a hace un año, un 72,1 por ciento de los encuestados piensa que ha empeorado, un 23,1 por ciento opina que sigue igual y únicamente un 0,7 por ciento piensa que la situación ha mejorado. El resto, un 4,2 por ciento no emite juicio.
Esto quiere decir que "prácticamente hay consenso en cuanto al deterioro de la situación económica regional en el último año, aunque desciende el porcentaje de los que piensa que ha empeorado y desciende ligeramente el porcentaje de los que perciben alguna mejoría", según Gras.
Y es que la proporción de encuestados que califica la situación como mejor que un año atrás ha descendido progresivamente, de forma que el barómetro de junio de 2010 recogía que el 4 por ciento de los economistas era optimista, mientras que el porcentaje descendió al 1,4 por ciento en el estudio de diciembre de 2010 y se desploma al 0,7 por ciento en junio de 2011.
Los economistas murcianos no eran tan pesimistas desde diciembre de 2008 y junio de 2009, cuando ninguno de ellos -el cero por ciento- creía que la situación mejoraba, y los resultados son los mismos que en junio de 2008, cuando se repitió el resultado actual y solo un 0,7 por ciento apreciaba una mejoría de la economía murciana.
Sin embargo, la percepción del empeoramiento por los economistas alcanzó su máximo en junio de 2009, cuando el 96,6 por ciento coincidía en la gravedad de la situación, y desde entonces fue descendiendo progresivamente hasta el 67,1 por ciento de junio de 2010, aunque repuntó al 83 por ciento en diciembre de 2010 hasta alcanzar el 72,1 por ciento actual.
En una escala de cero a diez, la situación actual de la economía murciana ha sido valorada, en promedio, con 3,26 puntos, que es 0,12 puntos inferior a la valoración de la pasada edición y la más baja de todas las anteriores. Mientras, la valoración de la economía española ha sido de 3,45, lo que supone 0,02 puntos por debajo de la de diciembre de 2010.
En concreto, la valoración de la economía murciana se ha mantenido más o menos estable en los últimos años, lejos de su máxima nota de 6,76 alcanzada en junio de 2007. Desde entonces, el índice ha bajado progresivamente hasta los 3,65 de diciembre de 2008, los 3,35 de diciembre de 2009, y los 3,38 de diciembre de 2010, hasta el 3,26 actual.
La valoración de la economía nacional ha evolucionado de forma paralela y desde su cota máxima de 6,31 de diciembre de 2006, ha bajado a los 3,61 de diciembre de 2008, los 3,60 de diciembre de 2010 y el 3,43 de diciembre de 2010.
Estas cifras reflejan, según Gras, un "suspenso claro" y, en el presente barómetro, es cuando aparecen "las mayores divergencias entre la puntuación de la economía regional y nacional desde la edición de diciembre de 2009, en contraposición con las dos últimas ediciones en las que la diferencia fue disminuyendo paulativamente".
Atendiendo a la situación profesional de los encuestados, los economistas que otorgan una mejor puntuación a la economía regional son los asalariados del sector privado, que califican con un 3,5, mientras que la perspectiva es peor para los asalariados del sector público (3,24), los economistas parados (3,33), los economistas empresarios por cuenta propia (3,02), y los jubilados (3).
El barómetro recoge la situación económica prevista por los economistas para dentro de seis meses, que se eleva a 3,42 puntos para la economía regional y al 3,58 para España, por lo que su estimación es ligeramente más optimista en comparación con la situación actual, lo que pone de manifiesto una expectativa de "leve mejora económica" tanto a escala nacional como autonómica.
Comparando la valoración actual con la previsión realizada hace seis meses para el momento presente, el barómetro refleja cierto deterioro en la valoración a escala regional, pues en aquel momento la previsión fue de 3,38 y la valoración actual es de 3,26. En cambio, acertaron el pronóstico de la economía nacional con una puntuación de 3,45, lo que pone de manifiesto un mejor nivel de confianza a nivel estatal.
Por sectores, el barómetro pone de manifiesto que los economistas confían en el turismo, el ocio y la hostelería como el más aventajado para salir de la crisis y encabezar el crecimiento económico. En concreto, al valorar de cero a diez sus previsiones de crecimiento, los encuestados le han dado una nota de 6,20, la mayor de todas.
A continuación, otros sectores que también aprueban a juicio de los economistas son la agricultura (5,12), la industria agroalimentaria (5,11) y nuevas tecnologías de la información y la comunicación (5,08). Por el contrario, suspenden Servicios sanitarios, salud y atención social (4,87), Comercio (4,57), logística y transportes (4,46), sector financiero, de seguros y servicios avanzados (4,2) y Otra industria (3,89).
Destaca, por su nota negativa, el sector de la construcción, que obtiene la peor valoración con un 2,36 y que, según ha destacado Gras, "crece algo respecto a anteriores barómetros pero los economistas tienen pocas esperanzas de cara al medio plazo".
De nuevo, los asalariados del sector privado son el colectivo más optimista, siendo los asalariados del sector público el colectivo más pesimista respecto a la situación por sectores, y todos coinciden en que la construcción y el urbanismo es el que presenta unas expectativas más sombrías.
En una escala en la que 1 es muy malo y un 5 es muy bueno, los economistas encuestados han valorado con un 2,37 la situación actual de las empresas respecto a su situación económico-financiera, es decir, sus resultados, rentabilidad y endeudamiento, entre otros factores.
En esa misma escala, los economistas valoran con un 2,35 la situación económico-financiera de las familias murcianas, es decir, su ahorro, salario y endeudamiento.
En cuanto a su evolución en los próximos meses, un 58,5 por ciento de los entrevistados considera que la situación seguiría igual en el caso de las empresas y un 57,8 por ciento hace la misma consideración para las familias. Sin embargo, el 23,2 por ciento cree que las empresas van a ir a peor, frente al 29,3 por ciento que pina lo mismo para las familias.
En cuanto a la evolución de la demanda de consumo por parte de las familias, un 35,4 por ciento de los encuestados considera que la demanda de consumo por parte de las familias sufrirá una disminución en los próximos seis meses frente al 48,3 por ciento que así lo manifestó en la edición anterior, y un 45,6 por ciento emite la misma opinión en relación con la compra de viviendas, en comparación con el 55,8 por ciento que así lo creían en diciembre de 2010.
En cambio no existe variación entre los que creen que aumentará la demanda de consumo como la compra de viviendas respecto a la edición anterior, un 4,1 por ciento y un 2,7 por ciento respectivamente.
Opiniones
El decano del Colegio de Economistas de la Región de Murcia, Ramón Madrid, y el vicedecano, José Ignacio Gras, han coincidido en señalar acertada cualquier medida para reducir el déficit de las administraciones públicas e intentar recuperar el tejido empresarial, bien sea a través de financiación privada o del Instituto de Crédito Oficial (ICO), entre otras posibilidades. Madrid y Gras han respondido de esta forma al ser preguntados por la nueva línea ICO propuesta este miércoles por la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, durante la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para financiar la mitad de las devoluciones a las que tienen que hacer frente las comunidades autónomas en 2012 por liquidaciones de 2008 y 2009.
Precisamente, el decano y el vicedecano han hecho estas declaraciones en la rueda de prensa de presentación del décimo barómetro del Colegio, que refleja que los economistas murcianos encuestados para su realización valoran el control del déficit público como una de las medidas con más respaldo dentro de las propuestas por el Pacto del Euro.
Así, aunque el barómetro no hace referencia expresa a la medida adoptada por el Consejo de Política Fiscal y Financiera de aprobar una línea ICO, los economistas murcianos "tienen claro que, o el déficit público se controla, o la economía va a tener dificultades de crecer y desarrollarse", explica Gras.
Madrid ha puntualizado que "lo más difícil es decidir cómo se controla el déficit, y los recortes habrá que hacer", pero ha criticado que "no se puede tener un nivel de ingresos de 10 y un nivel de gastos de 20 o de 15, lo que es insostenible". Hasta que no se alcance un equilibrio, ha apostado por "seguir tomando medidas de ajuste para que no se dispare el déficit".
En este sentido, Gras ha considerado "una opción" los préstamos del ICO para tratar de evitar la destrucción del tejido empresarial, ante la falta de respuesta de la banca nacional, pero ha emplazado a no pensar que esto "se va a resolver en cuestión de poco tiempo".
Madrid ha dicho que si las administraciones públicas pagasen sus deudas y cumpliesen la ley "favorecerían la mejora en la situación económica". Así, ha considerado positivo todo lo que sea impulsar que las administraciones públicas actualicen sus pagos, puesto que "habría un respiro enorme en el funcionamiento diario de muchas empresas".
Por otro lado, el vicedecano del Colegio de Economistas ha afirmado que las últimas noticias de las consejerías de la Comunidad Autónoma "vislumbran que se quiere hacer un pacto para poder pagar a los proveedores que tiene la Comunidad Autónoma, lo que nos alegraría a todos".
En este sentido, Gras ha esperado que la Comunidad siga trabajando en esa línea "lo más rápidamente posible" porque el deterioro del tejido empresarial "es muy alto, especialmente, de todos los proveedores y suministradores de las administraciones públicas, que lo están pasando mal".
"Parece que con los nuevos vientos que corren en la Comunidad Autónoma, eso se va a solucionar de una forma rápida", según Gras, quien ha dicho desconocer si eso significará que "la Comunidad pagará rápido, si se alcanzará a algún compromiso o si habrá líneas de descuento".
En la décima edición del Barómetro, el Colegio de Economistas ha sometido al análisis de los economistas encuestados una serie de recomendaciones o reformas relacionadas con el llamado Pacto por el Euro, cuyo objetivo es responder a la crisis y atenuar las asimetrías de competitividad que existen entre los distintos países comunitarios.
Los colegiados encuestados han valorado en una escala que va desde 0 a 10 una serie de siete recomendaciones incluidas en dicho acuerdo para mejorar la competitividad europea, y ha reflejado que la mayoría de ellas obtienen una puntuación superior a la nota central de cinco, a excepción de la reducción de las cotizaciones sociales y aumento del IVA, que suspendió con una puntuación de 4,37.
Los economistas, sin embargo, muestran su conformidad con el resto de recomendaciones. En concreto, la que mejor acogida ha tenido, con una puntuación de 8,42 es la lucha contra el fraude, seguida de cerca por el control del déficit público mediante la incorporación a las leyes nacionales y subnacionales de límites para garantizar la disciplina fiscal, con una puntuación de 7,52.
A continuación, los economistas han valorado con un 7,27 vincular la evolución de los salarios con la productividad. La recomendación que es puntuada por encima de la nota media, con la menor valoración es la correspondiente a la adaptación de los sistemas públicos de pensiones a la esperanza de vida, con una puntuación de 6,24.
El Barómetro también recoge la opinión de los economistas murcianos sobre las corrientes de opinión que se oponen a las reformas de este Pacto del Euro, y que se aglutinan alrededor del conocido movimiento del 15-M o 19-J.
Valoradas en una escala del 1 al 10, únicamente dos de estas críticas al Pacto del Euro obtienen una nota superior al 5, por lo que los economistas no están del todo de acuerdo con estos reproches en promedio, según el informe.
En concreto, la crítica que mejor acogida ha tenido por los economistas, con una puntuación de 6,77 puntos es la que reprocha que la subida del IVA castigará el consumo de las clases menos acaudaladas. El otro reproche que ha aprobado con una nota de 5,97 es el argumento de que los grandes beneficiarios serán los bancos, a los que se les asegura la supervivencia a diferencia de otro tipo de empresas.
La crítica que obtiene una puntuación más baja, un 4,01, es la que indica que el Pacto del Euro facilitará el despido y aumentarán los contratos temporales. Los economistas también suspenden con un 4,09 la posibilidad de que este Pacto reducirá el poder adquisitivo de los trabajadores y, en general, se erosionarán sus derechos laborales.
Los colegiados también suspenden, con un 4,13, el argumento que sostiene que, a la hora de vincular los salarios a la productividad, el trabajador estará indefenso por la falta de información en relación a la que tienen los empresarios; mientras que califican con un 4,40 el hecho de que bajar las cotizaciones sociales pondrá en peligro las pensiones y no hará aumentar la productividad.