MADRID.- El año 2006 fue cuando se empezó a atisbar el primer indicio de crisis inmobiliaria en España,
y 2008 fue el comienzo de la debacle definitiva. Recesión económica,
caída de precios, fin de las promociones, parón de la construcción,
medidas de recuperación que no llegaron a buen puerto... Una época, sin
duda, a olvidar.
Sin embargo, tras la tormenta siempre llega la calma. Y en España,
aunque quizás hayamos tardado más de lo que nos gustaría, también ha
pasado. A día de hoy, el sector inmobiliario de nuestro
país tiene motivos más que suficientes para asegurar, sin miedo alguno a
equivocarse, que la crisis de 2008 ha tocado definitivamente a su fin.
De hecho, el sector se encuentra en un claro ascenso que, por ahora, no
tiene visos de frenada, según
www.elconfidencial.com.
La recuperación: 550.000 transacciones
Así lo aseveran
los datos oficiales
proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que
reflejan la situación actual: en España se produjeron 464.423
operaciones de compraventa de viviendas en 2017, un 14,6% más que en 2016.
Es más, los crecimientos interanuales siguen subiendo. Según el informe
'Situación inmobiliaria en España 2018', elaborado por
BBVA Research, el volumen de transacciones
acumulado entre octubre de 2016 y el mismo mes de 2017 indica que en
España se vendieron 521.846 viviendas, lo que supone el 15,8% más que en
el mismo periodo del año anterior, lo que mantiene la tendencia de
crecimiento.
Y lo mejor está por llegar, ya que, según BBVA Research, se espera
que en 2018 haya cerca de 550.000 transacciones. Todo vendrá acompañado
de una revalorización de la vivienda, en promedio anual, del 2,5% y del 4,9% en 2017 y 2018, respectivamente.
Además, también habrá una actividad constructora acompasada con la demanda, lo que proyecta un crecimiento de visados alrededor del 20% cada año.
¿Burbuja? Ni está ni se la espera
En un contexto así, la pregunta sale sola: ¿no estaremos cayendo en una posible burbuja inmobiliaria? Los datos, sin embargo,
desmienten esta teoría, a tenor de lo que observamos en
el informe de Bankia Research, que aleja todo tipo de dudas en este aspecto.
Y es que mientras en abril de 2007 España alcanzó su máximo histórico de visados, con 885.181 documentos de obra nueva,
los datos de octubre de 2017 apuntan apenas a 75.146 visados, una cifra
que ni siquiera llega a representar el 10% de la cota máxima alcanzada
en nuestro país.
En los certificados de obra pasa algo similar:
mientras en agosto de 2008 fueron 656.733, en el mismo mes de 2017 la
cifra se quedó en 49.410 certificados, también menos de una décima parte
respecto al anterior récord.
Además, el sector de la construcción
ha pasado de tener 2,65 millones de ocupados a los 1,14 millones de
finales de 2017, lo que refleja que, en todos estos sentidos, España
sigue lejos de sus mayores cifras históricas.
A Beatriz Toribio, directora de Estudios de
Fotocasa,
también le resulta arriesgado hablar de burbuja: "Los niveles de
actividad actuales están todavía muy lejos de los de 2007. Las
464.423 compraventas de viviendas
que ha habido en 2017 muestran un claro ascenso y una mejoría en el
sector, pero aún están muy lejos de las 775.300 que hubo en 2007".
Además, "las hipotecas
tampoco están creciendo al mismo nivel de aquellos años. Los bancos
están controlando mucho más la financiación que dan y tienen más cautela
al establecer los criterios de concesión de las hipotecas, no estamos
en la misma situación que hace 10 años", asegura.
En cualquier
caso, la posible subida de todos estos factores tampoco tendría por qué
llevarnos hacia una nueva burbuja, según Toribio: "Los niveles de paro
en España siguen siendo mucho más altos que en 2007, así que, aunque la construcción de nueva vivienda va a crecer en 2018, no cabe esperar que las compraventas e hipotecas alcancen los niveles de 2007".
¿Hay entonces algún motivo para permanecer vigilantes? En realidad, sí: "Hay zonas muy concretas dentro de grandes ciudades,
las más turísticas y demandadas, en las que los precios sí están
subiendo por encima de los dos dígitos. En la media nacional no hay que
esperar una nueva burbuja, pero sí hay que tener cuidado con esas zonas,
ya que los precios están subiendo bastante más rápido que en otros
sitios".
También descarta una posible burbuja Juan Antonio Mora, 'general manager' de
Grupo Jamsa,
una promotora-constructora con 48 años de experiencia en el sector que,
habiendo construido más de 10.000 viviendas por toda España y parte del
extranjero, a día de hoy se posiciona con diferentes promociones en
nuestro país, destacando sobre todo la Costa del Sol, donde tiene en cartera más de 500 viviendas en construcción y seis promociones en curso.
Según
su punto de vista, "con los datos en la mano, las viviendas iniciadas
entre finales de 2017 e inicios de 2018 siguen muy por debajo
comparándolas con las iniciadas en 2006. Incluso siguen muy por debajo
de la crisis de 1992 y apenas han recuperado niveles de 2011 antes del
rescate, que provocó un desplome del crédito hipotecario", asegura.
Y para ello, según Mora, "es necesario incrementar el parque de viviendas nuevas,
ya que la escasez de viviendas de nueva creación tuvo su efecto directo
en el ritmo de crecimiento de la compraventa de inmuebles de segunda
mano y, a su vez, en el precio de las operaciones". Por tanto, "la
densidad con la que se cuenta actualmente no está preparada para
absorber la demanda de la población".
A día de hoy, de hecho, Grupo
Jamsa mantiene diversas promociones, como los proyectos de
Lomas del Rey (Marbella),
Jardinana (Mijas),
Las Buganvillas (Córdoba),
Velaia, Lobilla, CL9 (Madrid),
Rocamar (Santander) o
Santa Isabel (Córdoba), entre otros.
Pero ¿cómo evitar posibles burbujas? Juan Antonio Mora
lo tiene claro: "Nuestra forma de trabajar abarca siempre lo que
podemos soportar con nuestro propio pulmón financiero, la despensa
siempre tiene que estar llena para cuando no haya. No tenemos una bola
de cristal, pero si los bancos y el Gobierno siguen controlando los
préstamos financieros y castigan a los deudores y premian a los pagadores, iremos por buen camino".
Así pues, "aún nos pueden quedar años de muy buenos resultados, siempre y cuando actuemos con cabeza. Pero todavía queda mucho trabajo por delante para mejorar".