Según el MITECO, las extracciones de agua se llevarán a cabo únicamente en situaciones de emergencia y alerta, y siempre que exista una declaración de sequía prolongada.
El proyecto tiene como objetivo extraer 31,88 hectómetros cúbicos de agua anualmente durante un máximo de cuatro años, desde 2023 hasta 2026. Para ello, se utilizarán nueve pozos de sequía, ocho en Calasparra y uno en Cieza.
Cuatro de los pozos descargarán directamente en el río Segura, mientras que los otros cinco se conectarán con las acequias del Esparragal y de Rotas. Esta actuación forma parte del Plan especial de actuación en situaciones de alerta y eventual sequía en la cuenca del Segura.
El estudio considera que, al finalizar el primer año de extracción, los pozos deberán suspenderse durante al menos dos meses para permitir la recuperación parcial del acuífero y minimizar el impacto en el manantial de El Gorgotón.
Además, una vez terminada la última fase de extracción, los pozos deberán permanecer inactivos hasta que la situación del acuífero y las descargas en El Gorgotón se normalicen.
La duración de la fase de explotación de los pozos, inicialmente estimada en cuatro años, dependerá de la evolución de la situación y de la existencia de un Plan Especial de Sequía y una normativa que declare la situación excepcional por sequía o escasez.
En la fase de explotación, solo se permitirán extracciones de agua durante los meses en los que la Demarcación se encuentre en estado de alerta o emergencia, según los indicadores de escasez del Plan Especial de Sequía de la cuenca del Segura.
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