La Moncloa pactó con la UE promover una Ley de Movilidad Sostenible, que justo estaba tramitándose cuando el Gobierno disolvió las Cortes para convocar las elecciones del 23 de julio. En el proyecto de esa norma se hacía una referencia a la creación de un sistema de pago por uso de las autopistas a partir del próximo año.
La decisión de implantar peajes en estas carreteras fue una de los protagonistas de la campaña electoral para las elecciones generales. Pedro Sánchez admitió que se había incorporado esta opción en el plan de recuperación, aunque también aseguró que en la negociación de la adenda ya se retiró esta posibilidad.
El Gobierno, a cambio de descartar los peajes, se comprometerá a introducir otras medidas de carácter medioambiental, como serían tratar de potenciar el uso del ferrocarril para el transporte, tanto de personas como de mercancías.
Así, el Ejecutivo crearía las autopistas ferroviarias donde haya un verdadero interés comercial, así como bonificar los cánones ferroviarios para el transporte de productos durante, al menos, cinco años.
Este pasado martes, la ministra de Transportes en funciones, Raquel Sánchez, apuntaba en el Parlamento Europeo que "las condiciones que se daban en el momento en que se presentó la medida no son las mismas que en la actualidad".
Por eso, aseguran ser "optimistas" respecto al resultado final de las negociaciones: "La Comisión está analizando nuestro planteamiento y hay una visión compartida que nos permite ser optimistas, pero aún no tenemos una respuesta oficial de la Comisión".
No hay comentarios:
Publicar un comentario