MURCIA.- El Ayuntamiento de Murcia ha encargado a la Urbanizadora Municipal SA. (Urbamusa) la redacción del 'proyecto de ejecución de rehabilitación y puesta en uso de la segunda fase del edificio de la antigua prisión provincial de Murcia', que cuenta con una disposición de gasto de 190.029,43 euros.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa el vicealcalde, Mario Gómez, quien ha señalado que, una vez prácticamente finalizadas las obras de la primera fase, el equipo de Gobierno dará comienzo a los trabajos para recuperar el resto de este histórico inmueble.
Estos trabajos, en los que se invertirán según las previsiones 7,5 millones de euros, se desarrollarán en dos partes diferenciadas. La primera afecta al gran edificio central, donde se encuentra el panóptico, un gran patio central y dos zonas ajardinadas, mientras que la segunda es el edificio norte, donde también se encuentran dos zonas ajardinadas
La segunda fase afecta a un total de 3.663 metros cuadrados de superficie útil frente a los 891 de la primera fase.
El gran edificio central se mantendrá independiente de la primera fase potenciando así su flexibilidad, accesibilidad e incorporación visual a la trama urbana como un elemento más de la ciudad.
En cuanto al primer módulo, se trata de un proyecto que permite una versatilidad a ambos edificios pudiendo articular su funcionamiento independientemente.
Este acceso crea una transición progresiva exterior-interior al resto de módulos que configuran el edificio. A partir de éste, los núcleos propuestos, así como el espacio del panóptico (la parte central) articularan los diferentes módulos de los que se compone este edificio.
Así, el espacio quedará dividido por distintas zonas. Los módulos polivalentes 1 y 2 se encuentran a ambos lados del eje longitudinal, una vez se accede al edificio y después de la zona de recepción. Estas dos estancias, se plantean como espacios diáfanos, pero manteniendo el volumen de cerramiento original (perímetro y cubierta).
Esta configuración, permite un mayor control de la luz y la posibilidad de articular el espacio con paneles móviles perimetrales centrales como espacio de exposición. Se pretende dar máxima flexibilidad para la realización de eventos, exposiciones temporales y actividades.
El eje longitudinal es la principal vía de acceso y circulación, a lo largo del que se sitúan el panóptico, el módulo de grandes exposiciones y el auditorio. Este módulo es recuerdo arquitectónico de espacios de la prisión al generar recorridos flanqueados por 'muros'.
En planta superior el recorrido es perimetral, visualizando la doble altura y el paramento vertical de articulación, pudiendo percibir el espacio en su conjunto. El auditorio se encuentra localizado a continuación del Panóptico. Se trata de un espacio que acogerá todo tipo de actuaciones y eventos.
El eje trasversal se encarga de organizar los módulos de talleres y memoria histórica, articulados por el panóptico y manteniendo la volumetría original. El objetivo es que el visitante visualice el espacio con los elementos que configuraban la prisión de pasarelas perimetrales, corredores centrales a doble altura y la secuencia de huecos que servían de acceso a las celdas.
El módulo didáctico localizado al este aglutina dos talleres, mediateca y un espacio superior de exposición didáctica en el que podrían usar equipos táctiles y audiovisuales.
Estos espacios se conciben como áreas de colaboración, investigación e intercambio cultural que podrían ser utilizados por grupos escolares, profesionales y el público en general.
El módulo de Memoria Histórica se encuentra ubicado al oeste y es aquí donde se presta especial atención a la función original de la prisión y su configuración espacial. La intención es conservar todo aquello estructuralmente viable en planta baja como recuerdo de lo que un día fue este edificio. Se habilita la planta para explorar las celdas y espacios comunes que configuran, pudiendo utilizarse como exposición de lo que un día fue la vida carcelaria y sus ocupantes.
En planta superior se ubican a ambos lados del corredor a doble altura central, espacios diáfanos de exposiciones.
El panóptico se reconstruye continuando con la función de nexo de los ejes principales y elemento distribuidor de los espacios. La interpretación contemporánea de este se hace por medio de un perímetro translúcido, potenciando así la iluminación natural y enfatizando este espacio central.
Los patios al sur y oeste, vinculados a la Avenida Primo de Rivera y a la calle Torre de la Marquesa, se abrirán a la ciudad propiciando una permeabilidad e integración del edificio y el entorno, pasando estos a tener las características de plazas ajardinadas.
El segundo edificio, denominado 'modulo norte', será un espacio polivalente y de vanguardia, con un acceso independiente, y donde se creará una planta superior totalmente acristalada.
Consta de los siguientes espacios: el edificio actual, donde se mantienen los muros perimetrales en planta baja que alojarán zonas expositivas y espacios de almacén, instalaciones y archivo histórico y el nuevo acceso al auditorio, que se inserta un nuevo espacio para dar funcionamiento a los nuevos usos del edificio, que quedará insertada en un vacío existente entre el edificio en cruz del panóptico y el módulo norte, respetando totalmente las fachadas originales de la cárcel.
En cuanto al nuevo volumen superior, el proyecto contempla la creación de una nueva planta acristalada sobre el módulo norte que será un espacio de vanguardia para la realización de eventos públicos o privados, exposiciones temporales, reuniones de asociaciones de todo tipo y de uso accesorio para el auditorio para la previa o post actividad.
Asimismo, las dos plazas ajardinadas existentes en esta zona se abrirán a la ciudad convirtiéndose en espacios de uso y disfrute del ciudadano al estar integradas completamente en la trama urbana. Además de ser nuevo espacio abierto de esparcimiento, podrán acoger actividades culturales y expositivas.
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