Este estado de abuso de poder instalado con el uso de un virus manipulado para construir un fenomenal montaje contra la libertad y la dignidad del ser humano como nunca se ha conocido, ha decidido, en contra del orden jurídico establecido que proteja la autonomía del paciente para negarse a que le metan en el cuerpo ninguna terapia contra su voluntad.
El infeliz y lobotomizado del presidente de
la CEOE (los empresarios que mal representados que están) ha decidido
hacerle una felación política a los que están en las altas esferas desde
las que planifican este mal enmascarado genocidio de efecto retardado
que son las mal llamadas vacunas, llamando a que el gobierno imponga la
vacunación obligatoria a los trabajadores.
De este modo todos pasarán a
ser “cobayas humanas”. Y dentro de un tiempo no habrá trabajadores (que
es lo que buscan los “globalistas” cuya propaganda pro vacunas cohabita
con el desideratum de “reducir la población humana”, “te lo dicen en tu
cara y no te enteras”)
La Ley de Autonomía del Paciente impide que
se pueda forzar a nadie a vacunarse. Y la Constitución impide hacer
leyes que ataquen la esencia de la integridad física y la intimidad y
autonomía del cuerpo humano. El único dueño del cuerpo es su titular.
Pero es hora de actuar, a las trincheras,
menos teoría y más bombazo jurídico limpio al canto: Denuncias masivas
contra las pretensiones de vacunación forzada, algún juez habrá que no
haya sido aun lobotomizado como el imberbe jefe empresarial o el
diabólico Jiménez Losantos, ahora sabemos que es amante de la novela
negra porque encuentra en ella el espejo de los detalles de los
psicópatas a los que en silencio enmascarado admira y ahora quiere
imitar con la defensa de las vacunas forzadas, y es que la semilla del
criminal ha florecido cuando el ambiente se hace fértil o propicio.
(*) Abogado
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