MURCIA.- "Utilizar sondas y software para el riego y abonado de precisión nos permite colocar el agua y los nutrientes en el punto preciso donde lo va a utilizar la planta", según las palabras Juan Luis Jiménez, CEO de Caliplant, empresa integrante de Fundación Ingenio, que agrupa a más de 10.000 agricultores y 45 empresas y cooperativas del Campo de Cartagena.
La innovación en el sector agrario no es algo nuevo, lleva años implementándose pero sí que en los últimos tiempos el sector ha hecho un especial esfuerzo por tecnificarse. "El sistema de riego localizado por goteo marcó un punto de partida para el desarrollo de una agricultura más sostenible", ha explicado Natalia Corbalán, directora de Fundación Ingenio.
En concreto, en el Campo de Cartagena, el 100% de los agricultores lo utilizan, siendo una de las zonas más tecnificadas del mundo con relación a esta técnica. "El 100% de nuestras fincas y nuestros cultivos se riegan con goteros de un caudal medido y estudiado para cada parcela y cultivo, sin embargo todavía existen muchas tierras donde se riega a manta", ha lamentado Corbalán.
Aplicar inteligencia artificial en el riego, ayuda a mejorar la precisión y el ahorro de agua y nutrientes. "La optimización en el uso del agua es una de las aplicaciones más evidentes de la implementación de tecnología innovadora en el sector", ha explicado la directora de Fundación Ingenio.
En ese sentido, otra de las técnicas para evitar desperdiciar agua consiste en el control de humedad del suelo. "Mantenemos un nivel de humedad óptimo en la zona radicular de la planta para poder llevar el cultivo con riegos más eficaces, más controlados y que no produzcan un drenado intenso en las parcelas", ha comentado José Carlos Gómez, director comercial de El Dulze otra de las cooperativas integrantes de Fundación Ingenio.
"Nosotros implantamos sensores de humedad del suelo y utilizamos la información de la red de estaciones meteorológicas del Sistema de Información Agraria de Murcia", ha añadido Javier Soto, director del Grupo Behr Iberia.
"Es importante que desde la agricultura gestionemos de forma inteligente los recursos, basado en la digitalización y toma de decisiones en un entorno multi-criterio", ha asegurado Corbalán.
Lucha integrada, feromonas y trampas cromáticas, uso de bioinsecticidas y biofungicidas son otras de las innovaciones que está incorporando el sector para el control biológico de los cultivos.
"Gracias al control biológico y métodos como la lucha integrada hemos reducido considerablemente el uso de los tratamientos químicos en los cultivos", ha señalado Juan Luis Jiménez de Caliplant.
"Creamos zonas de reserva de insectos para generar nuestra propia fauna auxiliar que también nos ayuda a crear un micro ecosistema dentro de nuestras fincas donde los insectos tienen refugio en momentos en los que no hay cultivo", han indicado desde la empresa familiar El Dulze.
Asimismo, otra práctica habitual es la rotación de los cultivos para evitar la fatiga del suelo. "La rotación se hace por seguridad, por salubridad del suelo y de las plantas y por diversificar el uso", ha admitido la directora de Fundación Ingenio.
"Desde el sector queremos promover una agricultura de vanguardia, comprometida, sostenible, eficiente y compatible con los usos del suelo, el medio ambiente, los recursos locales y que preserve la biodiversidad", ha concluido Natalia Corbalán.
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