VALENCIA.- El levantamiento del secreto de sumario de las diligencias derivadas de la Operación Erial ha sacado a la luz la actividad delictiva que durante 20 años habría dirigido con total impunidad Eduardo Zaplana, expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con José María Aznar. La trama del exdirigente del PP legó a acumular hasta 8,5 millones de euros en Luxemburgo y contó con el asesoramiento de Beatriz García Paesa, sobrina de Francisco Paesa, el espía que ayudó a escapar a Luis Roldán, exdirector de la Guardia Civil, según relata hoy el diario Levante-EMV.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha acreditado en un extenso informe, al que ha tenido acceso Levante-EMV, la presunta "actividad criminal" de la organización que durante 20 años habría dirigido Eduardo Zaplana. Además, los agentes sitúan en un papel destacado dentro de la organización a Juan Cotino, exconseller del PP valenciano y director general de la Policía con Aznar.
Este informe forma parte de la pieza del caso Erial cuyo secreto de sumario se alzó este lunes. Los agentes llegan a esta conclusión tras analizar las agendas personales de Zaplana, las empresas radicadas en paraisos fiscales y tomar declaración en Luxemburgo a la sobrina de Paesa.
El informe ha tenido por objeto describir de forma sintética los detalles que se han venido investigando en estos hechos, pero en relación y tomando como referencia la línea de investigación seguida con la sociedad luxemburguesa Imison Internacional.
La Guardia Civil ha reconstruido las operativas de la presunta "organización criminal" y ha descubierto el destacado papel que ocupó Cotino en su actividad. En el momento de los hechos Luxemburgo estaba considerado paraíso fiscal.
El juzgado investiga una serie de comisiones desembolsadas por las adjudicaciones del servicio de ITV y del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana, todas ellas adjudicadas a sociedades del grupo empresarial Sedesa y pagadas por la familia Cotino.
Según consta en el informe, "para llevar a cabo el pago de estas comisiones" se seguían dos operativas. Por un lado, "a través de sendas compraventas de participaciones concertadas entre una mercantil luxemburguesa y una española y, por otro, mediante facturación, por prestaciones de servicios aparentemente inexistentes, a empresas relacionadas con la consultoría radicadas en València".
A modo de síntesis, respecto al primer mecanismo -las operativas de compraventa de participaciones-, "se han investigado dos casos a través de los cuales se habrían abonado comisiones por importe de 6.400.000 de euros a la mercantil Imison Internacional y 2.186.000 euros a Fenix Investments SA (importe total de 8.586.000 euros)". La suma total del dinero escondido llegó a 11,2 millones de euros.
El sumario apunta que la finalidad de la sociedad Imison Internacional excede de la instrumentalización, tratándose de un "elemento nuclear" de los hechos que se investigan.
En síntesis, dice la Guardia Civil, "la suma total de fondos que se abonan en productos bancarios radicados en Luxemburgo y titulados por Imison asciende a 11.209.028 euros" los cuales "se abonan mediante transacciones ordenadas desde España y el Principado de Andorra" hasata el año 2009.
Los investigadores señalan que "las transferencias que se ordenan desde España las realiza el grupo Sedesa, ascendiendo a un importe de 6.400.000 euros, y las que tienen origen en Andorra se realizan por parte de dos sociedades panameñas con cuentas bancarias en este Principado: Puncak Services SA (1.500.000 euros) y Merceron Investements SA (309.028 euros), ambas vinculadas a Joaquín Miguel Barceló", exdirectivo de Terra Mítica y preunto testaferro de Zaplana. El importe total de "estos abonos asciende a 11.209.028" millones de euros.
No obstante, al margen de todas estas cantidades, en mayo del 2001 se produce un abono en efectivo en la cuenta de Imison Internacional por " importe de 607.022 euros". Según declaró la propia Beatriz García Paesa, "estos fondos en metálico fueron entregados a esta en Luxemburgo por Juan Gabriel Cotino Ferrer, ello con la finalidad de llevar a cabo la constitución de las sociedades luxemburguesas". En esa fecha Cotino era director general de la Policía del Gobierno de España.
La Guardia Civil ha logrado descifrar todos estos movimientos tras analizar las agendas personales que intervino a Zaplana y que guardaba en su despacho de Telefónica.
Así, la UCO ha descubierto que "en fechas próximas a la constitución de Imisón -09.05.2001- y a la supuesta entrega de una cantidad en efectivo cercana a los 600.000 euros por parte de Juan Gabriel Cotino a Beatriz García Paesa, se habría producido una reunión entre Eduardo Zaplana y alguna persona perteneciente a la familia Cotino -posiblemente Juan Gabriel Cotino-".
La trama alegó a las autoridades luxemburguesas que el dinero procedía de la venta de participaciones de un campo de golf en España.
Concretamente "se ha localizado la anotación manuscrita «22 h. Cotino» en una de las agendas personales de Zaplana, "la cual figura en la página correspondiente al sábado día 05.05.2001".
En ese mismo año 2001, los Cotino constituyeron la empresa con las que obtuvieron la concesión de la ITV. Se constituyó el 19 de diciembre de 2001 y dos días después, el 21, según consta en las agendas de Zaplana, aparece la anotación "Cotino (casa) a las 14 horas". Así mismo, unos días después se habrían producido dos nuevas reuniones que resultan de interés.
Ambas habrían tenido lugar el 28 de diciembre de 2001, "fecha en la que en la misma agenda figuran las anotaciones Fco. Grau (Rte Jumillano) a las 14 horas y «Cotino» a las 18 horas". Grau es economista y abogado y fue detenido junto a Zaplana por ser el ingeniero contable de la trama.
Según la Guardia Civil, "no se ha hallado evidencia alguna de que la transmisión patrimonial con origen en Sedesa y cuyos destinatarios serían las personas investigadas en esta línea -Eduardo Zaplana, Francisco Grau y Joaquín Barceló- tengan relación y/o se encuentre justificado en relaciones comerciales, actividad profesional ni a vínculos societarios".
En este sentido, "las evidencias recopiladas a lo largo de la investigación apuntan a lo contrario: que la justificación de esta transmisión se encuentra en el hecho de que se trataría de una compensación económica en atención a determinadas adjudicaciones públicas. No consta ardid ni apariencia de negocio en la entrega de activos, como muestra la propia manifestación de la administradora fiduciaria en Luxemburgo, Beatriz García Paesa".
La sobrina del espía más conocido de España declaró que "Vicente Cotino le llamó por teléfono y le dijo que las acciones de Imison Internacional la luxemburguesa, pasaban a manos de Barceló y las de Fenix -una segunda sociedad de la trama- a manos de Juan Francisco García", exjefe de gabinete de Zaplana.
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