Debe ser muy duro para la justicia española recibir un rapapolvo tras
otro por todas las decisiones que adopta en relación a los miembros del
Govern que se exiliaron o están en prisión y a los Jordis. Este día de
Reyes ha sido comunicada una decisión del Parlamento Europeo
que debería avergonzar a sus diferentes destinatarios: la Junta
Electoral Central, en primera instancia, y, también, el Tribunal
Supremo.
La nota del Parlamento Europeo no podía ser más contundente: “Siguiendo la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
del pasado 19 de diciembre de 2019, durante la sesión plenaria del 13
de enero de 2020, el Parlamento Europeo tomará acta de la elección como
diputados europeos de Toni Comín, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont". Punto y final.
La JEC no lo respetará en el caso de Junqueras y el Supremo mantiene
las órdenes de detención de Puigdemont y Comín. Que España no respeta
las decisiones europeas es una evidencia y hay que esperar que en algún
momento sea sancionada ya que no es aceptable la situación actual.
La
noticia debería ocupar este martes un espacio importante en los diarios
de papel que se editan en Madrid y algunos de Barcelona, sobre todo
porque vendieron a sus lectores que esa circunstancia no llegaría a
suceder. Era una gran mentira al servicio del deep state, como tantas otras que se han ido divulgando estos dos últimos años.
En una España que vive pendiente de un posible tamayazo y en la que, unas horas antes de la investidura definitiva de Pedro Sánchez, el
PSOE tiene que instar a sus diputados a que adelanten su desplazamiento
a Madrid por si acaso, la justicia que viene de Europa sin duda
escuece. Pero no es suficiente si no se rectifica. Y eso, hoy,
lamentablemente, queda muy muy lejos.
(*) Periodista y director de El Nacional
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